Egidio Cuadrado: El compadre de todos

Un villanuevero con sombrero vueltiao, mochila  y acordeón al pecho. De ojos azules brillantes y siempre sonriente, así era Egidio.  El que tocó los clásicos vallenatos, emparrandó al mundo y con su nota extensa hizo que locales y foráneos cantaran “Me lleva él o me lo llevo yo, pa que se acabe la vaina”. Un tipo bacano, siempre mamando gallo, que le sacaba a Carlos Vives un “¡Con sentimiento compadre!”, y así se quedó: ‘El Compadre Egidio’. Como él mismo afirmaba: “El que más compadres tiene, y sin ahijados”.

¿Y quién no quiere a Egidio Cuadrado?

“Mi compadre nunca dejó de ser el campesino de Villanueva. Aunque viviera mucho tiempo en Bogotá y recorriera países tocando. Siempre se sintió orgulloso de haber sido recolector de café en su tierra. Orgulloso de tantos compositores, acordeonistas; de los músicos que nacieron en su pueblo. De todo. Sí íbamos por decir, a Londres, comparaba Londres con Villanueva. Sí llegábamos a Miami, comparaba Miami con Villanueva. Si viajábamos a Nueva York, comparaba Nueva York con Villanueva. Sí veíamos el Radio City Music Hall, decía: “Así es que yo voy a construir un teatro en Villanueva”. Mi compadre siempre con la picaresca, sacándonos risas. A veces para que nos divirtiéramos, les cambiaba  la letra a las canciones, con un tono jocoso, con esas palabras a las que hay que ponerles un pitico encima, y hasta eso le lucía.
Siempre sencillo, desprovisto de arrogancia.  Diciéndome que el matrimonio que más había durado era el nuestro…tantas vivencias. Yo le agradezco todo. Su amistad y enseñanzas. Haber creído en mí desde el principio”, apunta Carlos Vives.

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Y Luis Ángel ‘El Papa’ Pastor, poderoso bajista y director musical de La Provincia, narra: “Con el compadrito somos paisanos. Villanueveros “tirapiedra”, nos dicen. Y hablo en presente porque todavía está, con su música.  El compadrito, a cualquier lugar del mundo donde íbamos, siempre iba pensando en Villanueva. Aunque él salió del pueblo, hace más de 50 años, permanecía resaltándolo. Eso se escucha en algunas canciones de Carlos, en los conciertos, siempre el nombre de Villanueva, nuestro pueblo hermoso de La Guajira, estaba presente. Creo que lo más importante para resaltar de Egidio era  la buena vibra para hacer las cosas, su alegría, lo jocoso. Siempre había buen ambiente cuando trabajábamos con él. Un gran ser humano y un músico con un sonido único.

Seis Momentazos de Egidio 

El Rey Vallenato 1985

Egidio, seguidor de la escuela del viejo Emiliano Zuleta Baquero (autor de “La Gota Fría”), de su nota, de ese picaíto vallenato. Admirador de Alfredo Gutiérrez,  de Calixto Ochoa, Luis Enrique Martínez, Juancho Rois y más íconos vallenatos, en el 85, se batió con bajos y pitos. Le sacó candela a ese fuelle y cumplió el sueño de casi todo acordeonero: ser Rey del Festival de La Leyenda Vallenata en Valledupar. Entre los temas que ejecutó para convertirse en monarca, estuvo “La Puya Puya”, de su autoría, en la que dice que ama su folclor, que los músicos ya no graban puya (uno de los aires vallenatos), porque no es comercial, y  canta: 

“La puya vallenata está olvidá
Porque nadie la quiere ya grabar
Con la puya se alegra el festival
Sin la puya no se puede ganar”

La canción fue grabada por Egidio junto al cantante  Raúl Brito en el álbum Tierra Grata (1985) y también, en el resonado y definitivo disco para la música colombiana: La Tierra del Olvido (1995) de Carlos Vives y La Provincia. En esa grabación de la puya, los músicos - incluído Heberth, gran cajero y hermano de Egidio, miembro de La Provincia, quien falleció durante el tiempo de grabación del trabajo Tengo Fe (1997)- se fajan tremenda interpretación. Se oye a Vives dedicando: “¡Pa Villanueva! Ayooombe” y una animación que suelta:  “¡Heberth Cuadrado, vuelve y juega! Sabor a provincia, de Colombia para el mundo”.

Ya coronado,  palanqueado  por el expresidente Alfonso López, Egidio pudo ir a llevarle el trofeo de Rey al presidente de entonces, Belisario Betancourt,  para como expresaba: “poner su premio al servicio de la Paz de Colombia”.

“De pronto algún día nos enganchamos”

Esta historia ha sido muy replicada, pero hay que contarla. Va resumida.  En una parranda, tiempo después de coronarse Rey, Cuadrado  conoció a Vives. Carlos estaba grabando una novela llamada Gallito Ramírez (que salió al aire en televisión en 1986), y llegó a parrandear.  Egidio era el que tocaba, y por iniciativa de Heberth, Vives cantó con él un par de vallenatos.  Egidio le dijo:  “Ombe compadre Gallito, ¡usted canta es bien! De pronto algún día nos enganchamos”.

En la serie de televisión Escalona (estrenada en 1991), se encontraron. Vives protagonizaba. Egidio era un acordeonero “de planta”. Y entre tanto viaje que tenían que hacer por la región, montados en un carro charlando, cantando temas de Rafael Escalona: el uno aprendiendo y el otro enseñando, se volvieron llaves. Empezaron a trabajar con el conjunto de Egidio, que derivó en la agrupación La Provincia.

Lo que siguió, les calló la boca a los que le decían a Cuadrado: “¿Cómo vas a grabar tú  vallenato con ese mechúo, pelúo y rockero?

Clásicos de La Provincia 

Y llega un Rey del acordeón,  de los que tocan vallenato “rajao”, pura yuca con suero y se junta con los rockeros: con Carlos, con Teto Ocampo, para tocar canciones de Emiliano Zuleta, Leandro Díaz, Juancho Polo Valencia, Sergio Moya, Alejo Durán o Carlos Huertas.

Eran el villanuevero de la realeza vallenata, el “Elvis Cienaguero” cantando, el guitarrista Mucho Indio del pasado y del futuro que se craneó ese sonido, y un grupo de músicos brillantes desatados. Y sale el batazo: Clásicos de La Provincia (1993).

Dice Vives que ‘El Papa’ Pastor era como el eje de Egidio en la banda. Sobre esto cuenta ‘El Papa’: “arrancando en La Provincia, con el compadrito tuvimos gran empatía a la hora del trabajo. Cuando empezábamos a trabajar en las preproducciones de los discos, yo estaba  presto para ayudarlo a buscar notas que de pronto eran “ajenas” a la escuela que él traía del vallenato raizal. En esos momentos en los que aparentemente había notas que no se encontraban en el acordeón, pero él estaba muy dispuesto siempre a averiguar. Porque claro, para cualquier acordeonista que viniera de la escuela ortodoxa del vallenato, muchas cosas podían sonar un poco extrañas. Pero ya cuando empezamos a trabajar con Carlos, salíamos todos de la zona de confort, entonces yo estaba presto para ayudarle a buscar a el compadrito Egidio lo que el arreglo exigía. Grabar con él era divertido. Su actitud  era muy jocosa. Si de repente había algo que le estaba mamando gallo, -como decimos- que no lo podía sacar, siempre estaba con la buena vibra, diciendo: “Bueno compadrito, ahora sí vamo´a hacerlo. Ahora sí. ¡Vamo’ es pa’lante! Todo el tiempo con actitud positiva. 

Un gramófono especial para él

Carlos Vives y La Provincia lucen en sus estantes muchos galardones. Discos de Oro y Platino,  Grammys y reconocimientos de todo tipo. En 2021, en Las Vegas, Egidio Cuadrado, besó su propio Grammy cuando fue galardonado con uno de los premios del Consejo Directivo de la Academia Latina de la grabación. Un reconocimiento por su carrera y aporte a la música colombiana. Por su acordeón, por “Carito me habla en inglés”, por ser él.  Unas de sus frases tras ese momento: “Es algo que jamás olvidaré y siempre los tendré en mi corazón por haber tenido en cuenta a este humilde acordeonista, su compadre Egidio Cuadrado”.

“Yo sé que me recordarán, cuando vayan a parrandear”, Escalona nunca se había grabado así 
El año pasado, Vives y Egidio, para conmemorar tres décadas haciendo música, volvieron a los cantos de Rafael Escalona, como en los inicios de su unión. Fueron a comer sancocho a la casa donde nació Escalona en Patillal, buscaron “los apuntes” del acordeonero, “el cuaderno de Escalona” para repasar las letras, y con La Provincia publicaron un discazo de puros Escalonazos bravos: “Cármen Gómez”, “El Villanuevero”, “El Pirata de Loperena”, “Jaime Molina” (la canción de la amistad) por nombrar algunos, y “La Mala Suerte”, uno de los favoritos de Egidio en el álbum. Ese que dice: 

“Yo sé que me recordarán
Cuando vayan a parrandear”

“En ese disco,  mi compadre hizo de sus mejores acordeones y eran sus momentos más difíciles. Todo un regalo que dejó”, anota Vives. Recalca ‘El Papa’ Pastor: “Por razones obvias sin el sonido del compadrito hubiera sido imposible. Hay otros acordeonistas que lo hubieran hecho bien, pero Egidio era único. Tenía magia. Es un grande. Era un mago del acordeón, sin ser el más virtuoso, y él era consciente de eso (En una canción del disco que estaba haciendo lo dice), pero la identidad para plasmar cada nota, cada idea…era un especialista en eso”

La ovación en el American Airlines Arena

“El cariño de la gente era tan grande hacia él. Tengo un recuerdo muy marcado. Después de una de las crisis de salud que tuvo, Carlos lo volvió a invitar a tocar algunas canciones en los conciertos, y hubo  uno que me marcó mucho, y creo que a todos en  La Provincia.  Fue en Miami. Cuando Egidio salió, - que Carlos le va a dar la sorpresa al público-, cuando él sale a hacer su presentación, no te imaginas la ovación del público tan impresionante. Hablamos como de 30 mil personas en el antiguo American Airlines Arena (hoy Kaseya Center). Ahí nos volvimos a dar cuenta de cómo quieren al compadrito. Él solo es grande. Aunque ya no esté, hablo en presente porque sigue siendo grande. Se veía gigante en el escenario. Ese concierto nos quedó en la memoria a todos. 

El último disco de Egidio Cuadrado

“Me volví rockero”, es un paseo compuesto por Egidio. Como la gente se la pasaba diciéndole: Egidio, tú ya no tocas vallenato,  Carlos Vives te está volviendo rockero, entonces él escribió:

“Que me estoy volviendo rockero
Muchas personas me dicen
La culpa es de Carlos Vives 
Que me está descomponiendo 
Yo toco es vallenato puro
Como buen villanuevero
Y aprendí con los mechudos 
A tocá el rock de mi pueblo”

Según contaba el acordeonero en sus últimas entrevistas, (una de ellas, con Jorge Rivero), ese paseo se incluiría en el disco que estaba grabando. Que hoy será el último álbum del artista, coproducido por ‘El Papa’ Pastor.

“El álbum quedó bastante avanzado.  Lástima que el compadrito no pudo quedarse. El trabajo quedó en una etapa casi definitiva. Realizado como en un 80%. Falta hacer algunas cosas. La mayoría de canciones son suyas. Solamente incluyó tres temas de otros compositores. Uno de Rafael Escalona, porque todos sabemos de la cercanía de él con Escalona, (mucha música, parrandas, vivencias. Fueron cuñados. La hermana de Egidio, Dina Luz, fue amor y fuente de inspiración del maestro); un tema de Daniel Celedón, y otro de Gustavo Gutiérrez. Hay dos canciones que se grabaron, que le recordaban mucho su estadía en Villanueva, de adolescente, de joven. Canciones que él siempre tuvo en su mente y quiso incluirlas en el disco, que saldrá en su momento. Son vallenatos con un toque  moderno, conservando la esencia de él. Los productores somos Daniel Cadena, guitarrista actual de La Provincia y yo. Procuramos preservar esa esencia del compadrito. Así suene moderno, la idea mientras hacíamos la preproducción con él, la bandera siempre era su raíz". 

Una de sus composiciones se llama “El don que Dios me dio”, en ella dice que él no es el mejor acordeonero, tampoco es el peor, pero que vive contento con el don que dios le dio. Egidio plasmaba ese don en cada nota que ponía.  Eso lo hacía especial y poseedor de una identidad impresionante. Lo de las colaboraciones, de las que se habla, no se logró concretar. Había muchos amigos de la música que querían estar en el álbum. No puedo asegurar nada al respecto. Puedo decir que en lo que grabó quedó su esencia”.

Egidio Cuadrado fue despedido en Villanueva con música y flores en su monumento. Y  en Bogotá, también con vallenato, como se merece un Rey.  Con las notas de Carlos Vives, ‘El Papa’, Mayte Montero, Carlos Iván Medina, Cristian Camilo Peña, Daniel Cadena, y demás músicos de La Provincia, el legendario cajero Pablo López (Los Hermanos López), Víctor Romero -de los primeros cantantes de Egidio en Bogotá-, Martín Madera, Chabuco, Adriana Lucía y muchos otros amigos músicos.

Se fue ‘El Compadre’ Egidio. Queda su música, su sentimiento y su sabor. Nos deja también la ilusión de un futuro disco, y de poder seguir parrandeando con sus canciones, esas que componía con cuaderno y grabadora de casete. ¡Ayombe!