El profesor Juvenal Yosa, director del Laboratorio de Simulación Molecular y Bioinformática de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla, asegura que el diseño de la vacuna utiliza una simulación computacional, que integra datos genéticos de poblaciones de 18 países de Latinoamérica y es afín a las proteínas y regiones de interés del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19.
Si el modelo tiene resultados positivos, su formulación podría incluir su ingreso de forma oral y no por inyección, además no requeriría refrigeración.
“Las simulaciones que hemos hecho y los epítopes que hemos analizado, toman unos receptores en células del intestino que pueden producir una respuesta inmune. Esto nos permite también poder probar experimentalmente de forma oral, y mirar si de esta forma es tan efectiva como inyectada”, indicó Yosa.
De acuerdo con las simulaciones realizadas, la vacuna es termoestable, no es tóxica y posee un perfil de seguridad alto porque no presenta riesgo para personas con tendencia a generar alergias.
La siguiente fase de este proyecto es realizar un modelo experimental que evalúe las propiedades calculadas en el diseño teórico de la vacuna, especialmente si es capaz de ofrecer una protección para las variantes emergentes del SARS-CoV-2. El grupo de investigadores señaló que se encuentran en la búsqueda de fondos que permitan realizar estos ensayos muy rápidamente.
Además de la Universidad Simón Bolívar Barranquilla, también participan en el diseño de la vacuna la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y la Universidad Javeriana de Cali.