Abel Viana Reyes o ‘Abelito’ como era conocido, nacido en San Jacinto Bolívar, el 20 de junio de 1958, apasionado por la tradición de este municipio, fundó la escuela de danza ‘Macumbé’, con la que recorrió varios lugares de nuestro país llevando y mostrando con orgullo cada paso del ritmo ancestral de la gaita.
Su hermana, Ruth Viana, con la voz entrecortada, lo recordó con esa sonrisa y esa alegría que lo caracterizaba. “Abelito, así le decíamos de cariño, le gustaba cantar, bailar, le entregó su vida a la cultura, fue una persona muy alegre, muy servicial, muy gentil, era una persona que si alguien lo necesitaba él siempre iba a estar ahí para servir, sin nada a cambio”.
En algunas danzas del Caribe colombiano, según historiadores, las velas se utilizaban porque los bailes eran a escondidas y alumbraban los fandangos e incluso en danzas como el porro, las velas podían representar la duración del baile cuando la pareja se acercaba y preguntaba ¿te gustaría bailar un paquete de velas conmigo? Pero para Abel Viana Reyes encender las velas, sobre todo en agosto cuando llegaba el Festival Nacional Autóctono de Gaitas, era demostrar todo un año de trabajo, de mostrar la esperanza al pueblo sanjacintero, era ver y estar con sus amigos, esos que compartían la pasión por la danza, encender las velas para Abelito era inaugurar todas las ruedas de gaitas, porque sí, era el bailarín que siempre daba inicio a las fiestas, encender las velas era recordar que había un pueblo lleno artesanías, de música y de folclor que necesitaba ser mostrado ante el mundo.
“Aun cuando Abel Viana no está, aún se siguen recogiendo los frutos de lo que él sembró y de lo que él luchó, por lo que él trabajó en esa época, la cultura en San Jacinto, Bolívar” así lo afirmó Verónica Viana, una de las cuatro hijas de ‘Abelito ‘.
Te puede itneresar:
Tanto era el amor de Abel Viana Reyes por la danza y la cultura de su municipio que en aquel momento se predijo un eclipse solar que oscurecería a todo el pueblo pero él en su ingenio y pasión de encender las velas, organizó una rueda de gaitas justo en ese momento. “Eso fue algo tan bonito, tan hermoso que yo nunca he vuelto a ver algo así” recordó Verónica.
Abel falleció el 11 mayo de 2003, a sus 43 años de edad, y más de 20 de ellos los dedicó a la danza y a la cultura sanjacintera.
Hoy 22 de agosto, en el día Mundial del Folklore, homenajeamos el legado de este gran gestor cultural que dejó sembrado una semilla que florece cada día con el encuentro de danzas “Abel Viana Reyes”, en cada Festival Nacional Autóctono de Gaitas en San Jacinto, Bolívar y en la escuela de música y danza Macumbé, liderada en la actualidad por el gestor cultural José Herrera, quien se ha encargado de inmortalizar el trabajo de Abelito.