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El Banco de José Barros: relatos del viejo puerto

El Festival Nacional de la Cumbia tiene lugar en El Banco, Magdalena, un municipio bañado por ríos y ciénagas en el sur del departamento.
El Banco, Magdalena del compositor José Barros: relatos del viejo puerto
Foto: Fundación Cultural José Barros Palomino
Andrés Llamas

“…El Banco dejó de ser una metrópoli para convertirse en pueblo”, dice con nostalgia Jaime Barrozo, historiador, carpintero y poeta, al recorrer los rincones de la biblioteca Víctor Sócrates Lara, otro escritor de prosas y versos de este municipio ribereño, con el objetivo de mirar en viejas fotos colgadas en la pared la apariencia de su tierra antes, durante y después de José Benito Barros Palomino, el más universal de los banqueños.

En El Banco se besan los ríos Magdalena y Cesar. Mucha agua y mucha historia corren por este pequeño pueblo que lucha por superar dificultades propias de los territorios colombianos más olvidados. Pero el pasado es otro cuento. 

“Nosotros fuimos el departamento de El Banco”, agrega el poeta Barrozo al referirse a la época del Estado Soberano del Magdalena (1857 - 1876).

El Banco, Magdalena
Foto: Fundación Cultural José Barros Palomino

“Hubo una involución. Aquí había grandes industrias, aquí nació la fórmula del ron caña, aquí tuvimos al Ron Matusalén, que ganó premio en Francia por su gran calidad y degustación. Esto fue un gran escenario de la aviación colombiana: en 1922 acuatizó el primer avión aquí en las aguas del río Cesar y del Magdalena…”, dijo.

El Banco nació como municipio en 1871, y 42 años después, en 1913, (dato de la Fundación José Barros) abrió los ojos al mundo José Benito Barros Palomino, hijo de José María Barros Traviseido de origen portugués, y su madre Eustacia Palomino. 

“Este era un lugar del que se podían sacar 70 mil toneladas de bocachico al año, era una comunidad que vivía en la abundancia, y esto permitía que la actividad cultural fuera permanente. Se celebraba la fiesta de la Candelaria que siempre estuvo ligada a la comunidad y a la cumbia, desde el 23 de enero hasta el 2 de febrero, posterior a la gran subienda del mes de enero. En este ambiente de calles polvorientas, pero alegres, nació el maestro José Barros”, precisa el gestor cultural, Agustín Valle Martínez. 


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Dice el historiador José Antonio Palencia que en su momento a El Banco se le conoció como la capital de los ‘tres sures’, pues aquí convergen el sur del Magdalena, el sur del Cesar, en límites con Chimichagua, y el sur de Bolívar, todo aquello en la depresión Momposina. 

El Banco, Magdalena
Foto: Fundación Cultural José Barros Palomino

“En los años del maestro Barros, que no existían estas carreteras, atracaban hasta 5 barcos. El puerto de El Banco era el epicentro de esa actividad comercial, de transporte fluvial. Había bodegas, turistas en cantidad”, comenta.

El maestro Barros Palomino nació en la calle tercera con carrera 4 del barrio Chapinero, que junto con los barrios El Cesar, El Banquito, La Padilla se constituyen en las primeras localidades comunitarias a las orillas del río Magdalena, dominada comercialmente en aquellos tiempos por extranjeros que llegaron huyendo de la primera y segunda Guerra Mundial. Luego, dicen algunos, se fueron a lugares más prósperos y modernos como Santa Marta, Barranquilla y Cartagena, “cuando El Banco quedó atrás”. 

“Según las inspecciones fluviales de las cargas de entradas y salidas del puerto de El Banco, de 1922 a 1924, se cobraba el llamado impuesto fluvial y de patentes a las numerosas embarcaciones que allí atracaban, debido al amplio movimiento de mercancía”, se lee en un especial de la Revista Credencial, que a su vez se basó en el Archivo General de la Nación. 

Por esos días nació en una inspiración a la orilla del río la canción ‘La piragua’, tal vez cuando el maestro Barros observaba los barcos, champanes y canoas de la época.

A esas alturas, según cuenta la historia más conocida, ‘Benito’ y su hermano Adriano Barros deleitaban con música autóctona en guitarras y tiples.

“Él tenía la visión de otro mundo. Se metió en muchos negocios, fue lustrabotas, con eso hacían plata para ir a cine con su hermano y su mejor amigo”, agrega Agustín Villa. 

“En 1930, en El Banco la mayoría de las casas eran de techo de zinc, y el barrio El Banquito que iba al extremo, puras casas de paja. De manera que capital humano muy bueno. Por ejemplo, los Díaz Granados, Gratiniano Villareal, mi padrino Ricardo Salcedo, también prefecto de la provincia, el doctor Luis Bolívar. Los demás, la mayoría, eran vaqueros, pescadores y había una industria que ocupaba a mucha gente, que eran los barcos del Magdalena, todos eran cargueros”, José Benito Barros (texto de la Fundación José Barros Palomino).

Así era el municipio cuando Barros se fue al sepelio de Carlos Gardel en Medellín (1935), como muestra de su espíritu trotamundos. Dejó El Banco para recorrer Colombia, pero regresó en 1969 definitivamente, y en compañía de amigos fundaron el Festival Nacional de la Cumbia que este año completa 38 ediciones. Desde ahí hasta hoy, cada festividad es una marca en el calendario de esta tierra que pretende volver a ser puerto de progreso.

El Banco sigue siendo de pescadores, campesinos del sector agropecuario, ganaderos de vaca, chivo y criaderos de cerdo. Sus calles y avenidas, que alguna vez llegaron para remplazar el transporte fluvial están deterioradas y a la espera de mejora. El municipio fue ‘el banco’ de José Barros; aquí invertía con su inspiración, de aquí se lucraba con el valor de su música.

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