Risa, jolgorio, espectáculo y folclor: cuatro palabras para describir las tradicionales fiestas del 20 de julio en el centro poblado El Paraíso, del municipio de Algeciras, Huila.
“Las fiestas son todo, es la oportunidad de saludar a los amigos”, resume don Libardo Quevedo Losada. Se refiere a las fiestas del 20 de julio en el centro poblado El Paraíso, del municipio de Algeciras, en Huila. Las mismas que también son denominadas ‘Del retorno’ y últimamente, para formalizar, el Festival Folclórico y Cultural de El Paraíso.
El evento nació en el año 1989 en un potrero que hacía las veces de cancha de fútbol. Allí se armaban las casetas y empezó la juntanza en el fin de semana cercano a la fecha patria. Don Libardo, líder comunitario, cuenta que el objetivo era generar lazos, encontrarse. También, tener su propia celebración, ya que por estos días muchas personas viajaban al municipio vecino Campoalegre, o al centro poblado de Velú, en Natagaima, Tolima.
Es una fiesta campesina. Llegan visitantes de otros lugares del país, personas que se fueron de El Paraíso y vuelven a saludar a sus familiares. Por estos días, dice don Libardo, hay comida en todas partes y se escucha el chillido del marrano. Los locales empiezan a prepararse para atender a sus invitados especiales.
“Se le dicen las fiestas del retorno porque son de retornar todo el mundo a su terruño, a su pueblo. Se espera ansioso que llegue el 20 de julio y ojalá que caiga un viernes o un lunes para que empate con el puente festivo. Es poder ver gente que hace mucho tiempo no venía”, recalca.
El Paraíso está ubicado a aproximadamente cuarenta minutos desde la zona urbana de Algeciras. Es un caserío asentado en una pequeña terraza rodeada de montañas, cercada por el río Neiva, de clima templado. Desde hace 34 años, lo único que evitó la realización de las fiestas del 20 de julio fue la pandemia. Hubo una pausa en los años 2020 y 2021.
Durante el conflicto armado en la zona, las fiestas nunca se detuvieron. Al contrario, “ha sido como un punto de encuentro para todos, o sea, nunca hemos visto que por orden público se hayan disminuido las fiestas (...) Cuando la firma de paz, llegaron personas que no habían asistido nunca o no habían llegado al Paraíso desde hacía mucho tiempo por miedo a la violencia. Viendo la tranquilidad, toda esa gente nuevamente llegó”, cuenta el líder comunitario.
De las reinas a “los patos”
Como en muchas festividades colombianas, las de El Paraíso giran alrededor de las reinas, jóvenes mujeres que se inscriben en un certamen para ganar la corona. En las fiestas del 20 de julio bailan sanjuanero huilense y hacen muestras folclóricas. Las candidatas representan fincas, asociaciones, establecimientos comerciales o vienen desde Balsillas, Caquetá, con toda su comitiva.
El potrero, que desde hace unos años se convirtió en un polideportivo y actualmente está techado, es el escenario central. Allí se desarrolla la programación que incluye tablados populares con la presentación de artistas locales y regionales. Las actividades son diversas y expresan la idiosincrasia regional. Hay carrera de burros y encostalados, vara de premios, exposición equina, muestra de gastronomía.
Desde el año 2022, se realiza el Concurso de Música Campesina Omar Masabel, en honor a este artista local, y el Reinado de los Patos. “Los patos son hombres vestidos con el traje del Sanjuanero. Hacemos el desfile desde Pueblo Viejo hasta el polideportivo y ahí cada uno hace su presentación”, aclara Faisuly Fierro, presidenta de la Junta de Fiestas del centro poblado El Paraíso.
Otra tradición durante este fin de semana del 20 de julio es la carrera atlética y ciclística. “Este año tenemos el tour ciclístico de integración ‘Relaciones de reconciliación, platos de paz, pedalazos de vida’ donde queremos que participen desde padres, niños, niñas y adolescentes. Vamos a condecorar a todos los participantes y les vamos a dar una sancochada”, comentó Ramiro Wales, firmante de paz y organizador de la actividad.
Libardo, Faisuly y Ramiro coinciden en la importancia de las festividades para su territorio. “Las fiestas del 20 de julio son risa, jolgorio, espectáculo y folclor. Ya es algo que está arraigado a la comunidad, son la esencia del pueblo. Eso es una gran cosa y ojalá que no se acaben”, anota el señor Libardo.