El cacao colombiano, líder en mejoramiento genético en el mundo
El grano colombiano se diferencia del que se produce en el resto del mundo por ser un cacao fino y de aroma, más de sesenta y cinco mil familias lo producen.
Hace aproximadamente 28 años don Nelson Ardila, un pequeño ganadero, encontró algunos árboles de cacao silvestre en una reserva forestal que tiene en su finca ubicada en medio de Caño Rico y Caño Curito, en zona rural de Arauquita, Arauca, y decidió protegerlos.
Estos árboles pueden tener hasta cinco metros de altura y los frutos los describe como un mini cacao, es decir que las mazorcas son mucho más pequeñas que las de cultivo para comercialización. Don Nelson dice que no tiene certeza, pero que seguramente tienen más de cincuenta años, que son al menos doscientos los que hay en el pequeño bosque y que tal vez podrían existir otros en la zona, “muchos lo tuvieron en las fincas, pero los acabaron haciendo potreros para ganados” explicó.
“Lo que me ha dejado impresionado es que ninguna enfermedad los ha tocado, entonces son muy resistentes y al ser resistentes para mí son los árboles matrices para cualquier plantación de cacao, cualquier proyecto que se quiera mejorar yo creo que genéticamente tiene cosas que van a aportar para la gran variedad de cultivos de cacao” cuenta emocionado don Nelson.
Y tiene razón en lo que afirma, el cacao silvestre ha sido usado en investigaciones genéticas, “por ejemplo, en esta expedición Cacao Bio, recuerdo que la hicieron para el Caquetá y para el Chocó biogeográfico. Y por supuesto encontraron unas especies muy interesantes, asociadas a ellas debe haber también, otras especies de microorganismos y de otros organismos vivos que podrían también utilizarse en esos procesos de bioprospección hacia biorremediación o control biológico, teniendo en cuenta que el cacao comercial tiene problemas de plagas y enfermedades, que es quizás una de las principales preocupaciones que tienen los cacao-cultores del país” dice Daniel Bravo, doctor en Geomicrobiología e investigador PHD Asociado Agrosavia, la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria.
Los Theobroma, como se le conoce científicamente a estas especies, producen granos con ciertas características de sabor y aroma muy similares a los del cacao y tienen resistencia a enfermedades y adaptabilidad a condiciones ambientales específicas, “son silvestres y tienen quizás otras características astringentes o de otras condiciones que no han sido adaptadas a la comercialización, pero sin duda ahí todavía hay mucho por investigar, un potencial por explotar comercialmente, por utilizar y descubrir. Y aprovechar de toda la riqueza que tenemos en nuestro país”, agregó el investigador.
Don Nelson, por su parte, anunció que después de tanto tiempo de conservación, quisiera que en su finca se hiciera investigación con su tesoro más preciado, los árboles que tanto ha cuidado, son 34 hectáreas de bosque, “entonces, saqué un fruto limpio, un fruto sano, todo fruto que nacía, pues, maduraba y los animales como ardillas, como los carpinteros y otros, pues, los comían; observando eso, pues los he dejado dentro del hábitat de ellos porque si se les quita la un poco la sombra ellos como que sienten ese daño que se les hace, ese impacto ambiental. Eso he podido probar. Es muy hermoso encontrarse uno de esos árboles y uno espera que alguien investigue, que alguien vea qué es lo que tenemos y hacer un estudio, así sirve para clonarlo con otros o mejorar o evitar algunas enfermedades, volver los cultivos de cacao más resistentes”.
Y como le gusta tanto el chocolate, le gustaría tomarse uno exótico con esos granos silvestres, tal vez, tengan la calidad de los cacaos que se producen para comercialización en el país, pues el grano colombiano ha sido galardonado en seis ocasiones como el mejor del mundo.
“Los primeros que abrieron el camino para Colombia en este reconocimiento del cacao en el mundo, fueron los cacaos araucanos, gracias a la investigación de la Federación Nacional de Cacaoteros, es una investigación de más de tres décadas que seleccionó unos materiales bastante promisorios que fueron los que por allá cerca del año 2009 y 2010 ganaron los premios y reconocimientos en el Cacao a la Excelencia, pero después de eso ya hemos recibido premios con cacao de Nariño, de Córdoba, de Santander y el más reciente con cacao del Meta”, señaló Eduard Baquero, presidente de la Federación Nacional de Cacaoteros.
Colombia además es líder en el mundo en materia de investigación, específicamente en el mejoramiento genético asociado a la productividad, “una de esas muestras es que seguramente somos el único país en el mundo que en este momento con recursos de los productores tiene catorce materiales que son los que se están sembrando en Colombia”, destacó Baquero. Santander, primer departamento productor, tiene cinco de ellos y Arauca, segundo productor, tiene cuatro de esos catorce clones.
Luego de la Conferencia Mundial del Cacao, realizada en Bruselas en abril de 2024, las preocupaciones giran alrededor de las enfermedades y especialmente las afectaciones asociadas a virus que están acabando con las plantaciones en África. “Seguramente la siguiente tarea es empezar a hacer investigaciones porque los virus y las enfermedades viajan ahorita por todo el mundo y tenemos que prepararnos para que tengamos la respuesta tecnológica a través de la investigación y a través de la transferencia de tecnología”, puntualizó Baquero.
Sumado a ello, no paran las investigaciones relacionadas con el contenido de cadmio en los cultivos en al menos 14 departamentos, “justo en este momento está por salir una publicación también a ese respecto, tratando de mostrar el primer mapa de cadmio en granos de cacao de Colombia y por nuestras investigaciones hemos identificado unos tres puntos calientes o hotspots, en algunas regiones del país, particularmente en Santander, en Boyacá y en Arauca”, explicó el investigador Bravo.
Las condiciones son diferentes en cada región, por la diversidad climática, la geología, los paisajes y las variedades genéticas que se siembran, por lo que el manejo de la presencia del cadmio en el cultivo en cada región también es diferente.
Las investigaciones han encontrado que, en la región de Santander, del occidente de Boyacá, ciertas zonas del norte de Santander y del centro y norte de Cundinamarca, hay asociación al cadmio con algunos aspectos físico-químicos del suelo, como una alta concentración de materia orgánica o de carbono orgánico y presencia de altos contenidos de calcio en los suelos. Sin embargo, en el caso de Arauca, encontró que los valores de cadmio en los suelos son muy bajos, por lo que no hay una correlación directa con los valores altos que se pueden encontrar en los granos de cacao.
“En Arauca tenemos una investigación particularmente en cuatro municipios, en Saravena, en Fortúl, en Tame y Arauquita. Empezamos con unas encuestas para saber procesos, de aplicación de fertilizantes en alrededor de 3.600 fincas productoras y encontramos una variación bastante grande, desde productores que no aplican nunca fertilizantes hasta productores que aplican hasta ocho veces al año fertilización”, indicó el investigador.
El objetivo a partir de estos hallazgos es generar una sistematización en las prácticas de agricultura asociadas a este cultivo. Adicionalmente, encontraron también contenidos altos de cadmio en los fertilizantes que aplican “hay que hacer un análisis de estos fertilizantes antes de aplicar, porque si tienen valores altos de cadmio es justamente la explicación de lo que está ocurriendo allá, porque al no haber cadmio en el suelo, pues hay otras fuentes de contaminación” añadió.
A la evaluación del agua de riego y la aplicación de tratamientos microbiológicos, químicos y físicos para mejorar las condiciones de suelo y bloquear el paso del cadmio para que no pueda llegar hasta los granos de cacao.
Controlar los niveles de este metal pesado en el grano permite cumplir con la regulación de la Unión Europea para las exportaciones, que se han visto afectadas considerablemente por esa situación, especialmente para los productores de cacao de origen.
Por eso, Agrosavia avanza en el desarrollo de un bioproducto a base de bacterias tolerantes al cadmio, con el fin de comercializarlo y mejorar las condiciones de la producción al bajar los niveles del metal.
La bebida de los dioses, ese es el significado del cacao, se cultiva en Colombia en veintinueve departamentos y en más de seiscientos municipios por cerca de sesenta y cinco mil familias cacao cultoras, que generan unos ciento ochenta mil empleos.
En 2023 el valor de la producción del país fue cercano a los 560 mil millones de pesos y las exportaciones del cacao en grano y de los subproductos superaron los 135 millones de dólares.
Esas familias produjeron el año pasado, en el período de enero a mayo, cerca de 24.000 toneladas y este año, en el mismo periodo, la producción estuvo por encima de las 27.600 toneladas, lo que representa un crecimiento aproximado del 15%.
Actualmente, la Federación adelanta un censo nacional de los productores de cacao avanzado en más del 60% del país censado, con el propósito de establecer políticas de estado alrededor del subsector cacao y chocolate.