Pasar al contenido principal
CERRAR

En San Jacinto los dulces tradicionales dan sabor y color a la Semana Santa

Los dulces de ñame, de mango, de papaya y hasta de patilla, comienzan a degustarse en San Jacinto (Bolívar) para acompañar la Semana Santa.
Gastronomía en Semana Santa: dulces tradicionales de San Jacinto
Foto: Luz Celeste Payares - Radio Nacional de Colombia
Luz Celeste Payares

Cada año en los municipios de los Montes de María los habitantes cambian su cotidianidad para volcarse a la preparación de dulces tradicionales en la Semana Santa. San Jacinto (Bolívar) también hace su aporte a través de emprendimientos liderados, en su mayoría, por madres cabeza de hogar. Este es el caso de Ana María Lora, quien a sus 57 años decidió innovar en la preparación y presentación de los dulces. 

Este año comenzó su emprendimiento con siete sabores: ñame, yuca, mango, guandul, coco, piña y patilla, los cuales comercializa en coloridas bandejas, para que los amantes de este plato típico, no tengan que pensar cuál escoger, sino que puedan degustarlos todos. 

“La idea surgió de que mi hermano me trajo unos cocos la semana pasada y dije, haré unos dulces, los hice de varios tipos, llené una refractaria de todos los sabores y mi hija me dijo: quedaron bien bonitas, vamos a publicarla para que sigamos vendiendo. Y yo dije listo y eso fue un boom, desde entonces cada día hago todos los sabores”, narró Ana María, a la vez que revolvía un dulce de ñame que ya casi llegaba “a su punto”. 

Desde algunos metros antes de llegar a su casa en el barrio El Porvenir, es notorio el dulce y frutal olor que emite el fogón de leña que improvisó en el patio de su casa para preparar los dulces. Ese olor atrae a los habitantes que quedaron “endulzados” con su emprendimiento y con mucho entusiasmo resalta cuál es su ingrediente principal. 

“Con mucho amor, cuando uno prepara las cosas con amor todo sale bien. Lo hago porque me gusta mucho cocinar”, resaltó Ana María, a la vez que distribuía cuidadosa y equilibradamente en su cocina los siete sabores de dulce en una bandeja para completar los pedidos de sus clientes, pedidos que en menos de una semana han superado los 90. 

Es la primera vez que Ana María prepara dulces para vender, pues siempre los hacía únicamente para compartir. Sin embargo, este año algo cambió: decidió buscar tutoriales en plataformas digitales para encontrar formas y sabores innovadores para los dulces y así descubrió el dulce de patilla, que se ha convertido en el más solicitado, aunque reconoce que su preparación implica todo un reto.

“Demora muchísimo porque eso es pura agua y se tiene que secar completamente y dura hasta cinco horas en el fogón. A la patilla hay que sacarle todas las semillas, se pela completamente, se pica en cuadros no tan grandes, para que no demore tanto, se le agrega azúcar y se revuelve hasta que se seque”, explicó. 

Ana está rodeada de sus hijos, así como de familiares y vecinos, quienes han sido un gran apoyo en este emprendimiento. Su hijo es el encargado de ayudarla con el fogón de leña y gran parte de los domicilios y su hija es la encargada principal de las redes sociales, mediante las cuales recibe los pedidos. 

Envió un mensaje de agradecimiento a quienes la han apoyado en este nuevo reto de su vida, y sueña con que sean apoyados todos los emprendimientos que surjan para conservar las tradiciones culturales de la región. 

Thumbnail
Thumbnail
Thumbnail
Thumbnail
Artículos Player

ETIQUETAS