La unión de saberes heredados de los pueblos afrodescendientes del municipio de Tumaco, impulsó a la familia Ramos a emprender a partir de los frutos del mar y de las frutas tropicales de la costa pacífica nariñense.
Este hogar cuenta con un amplio legado cultural y para que no se vaya a perder Germania Ramos Ibargo ‘la perla mayor’; releva sus conocimientos gastronómicos a sus cinco hijos quienes desde el 2020 apoyan el emprendimiento familiar. Cada uno de ellos juega un rol en la preparación de los platos tradicionales y de los cocteles que se elaboran con frutos de la región.
“Mientras mis perlitas Shirley, Grace, Natalia y Nicolle se dedican a la siembra de chirarán, orégano y chiguanga entre otras plantas, mis ‘caballitos de mar’; Frank y Miguel tienen la misión de preparar nuevos cocteles los cuales tienen como base el tradicional viche, bebida ancestral de nuestros pueblos originarios cimentada en el jugo de caña”, explica.
Aunque emprender no ha sido fácil, indica que innovar en la preparación de la corvina apanada, del tapao´e pescao y del pusandao les ha ayudado a emerger de los difíciles momentos por los que en Tumaco ha pasado la gastronomía regional.
“Para encantar a los paladares más exigentes, mis hijos incursionan con la preparación de un macerado de viche; combinado que generalmente se obtiene de los extractos de cacao. Otra bebida artesanal que nos ha ayudado a sacar a flote nuestro proyecto gastronómico es la crema de cacao”, dice.
La mezcla de sabores y la creativa presentación de los platos, Germania asegura que inciden en la gran acogida que sus productos tradicionales han tenido en los turistas que desde México, Estados Unidos, Ecuador y Francia suelen llegar a Tumaco.
Fusión de saberes
Shirley, hija de ‘La Perla Mayor’ asegura que si bien es cierto innovar en los sabores, colores y texturas de los platos y bebidas ha sido importante para mantener a flote el emprendimiento familiar, subraya que la planta física del emprendimiento es más que un restaurante de comida tradicional.
“A lo largo de los años, nuestro legado familiar ha trascendido entre la música y la gastronomía, es por ello que en este fantástico proyecto que nació hace cuatro años combinamos los sabores del Pacífico con la alegría de sus canciones”, expresa al indicar que en dicho recinto los visitantes a parte de encantar su buen gusto con la cocina originaria, pueden disfrutar de los sonidos de la marimba de chonta.
¿Qué tiene que ver una cazuela de mariscos o una bebida ancestral con un bambuco viejo? pues es muy sencillo, que doña Germania, sus ‘perlitas’ y ‘caballitos de mar’ integran el hogar del que hizo parte el maestro Críspulo Ramos, gestor cultural que hace más de tres décadas fue declarado como ‘El Marimbero Mayor’ de la costa Pacífica nariñense.
“Es por ello que en nuestro emprendimiento reposa una de las primeras marimbas que en Tumaco hace muchos años sonó en manos de mi padre. Así mismo, la parte musical la hemos combinado con la literatura”, indica.
Para integrar los saberes musicales de su padre con los conocimientos gastronómicos de su madre, a lado de la marimba, Shirley acondicionó una biblioteca en cuyos guacales donde vienen empacadas las frutas y verduras, ubicó de manera creativa una serie de obras que van desde el tradicional libro inicial de lectura ‘Nacho’ hasta revistas especializadas en turismo internacional.
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“Es un sitio maravilloso que se ha acondicionado para el gusto de todos los visitantes. En esta especie de museo, mientras los adultos recorren los pasillos observando pinturas elaboradas en grafito y en otras técnicas, los niños, niñas y adolescentes pueden mirar o leer los libros y revisas de su preferencia”, afirma.
Como complemento a las actividades culturales, en la parte trasera del establecimiento predomina un balcón a cuyos visitantes ofrece una magnifica panorámica en la que se divisa gran parte del imponente océano. “Mientras unos turistas descansan o conversan, otros pueden observar la majestuosidad del cielo que a lo lejos parece que se uniera con el mar. De igual manera pueden mirar románticos atardeceres de nubes rosadas y anaranjadas”, dice.