Por: Colprensa
El Panel Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC) anunció que la temperatura de la tierra ya ha aumentado 1,5 grados centígrados por encima de las medidas en la era preindustrial, lo cual está impulsando la desertificación y la degradación del suelo.
Así mismo, el IPCC también expuso que el nivel del mar se elevará cerca de un metro para 2100 si la temperatura global de la tierra excede los 3 grados centígrados.
Por esta razón, la ONG ambiental Greenpeace realizó un balance general de los desastres ambientales que azotaron al planeta durante 2019.
Entre los hechos que más impacto han generado al cambio climático están las inundaciones persistentes y sequías extremas en varias partes del mundo. Además, las consecuencias de la sobrepesca destructiva, la contaminación por plásticos, la explotación de combustibles fósiles, y la deforestación también han afectado de forma acelerada los ecosistemas del planeta.
Uno de los eventos más graves que evidenció estos problemas fue el incendio forestal en la Amazonía brasilera el pasado mes de agosto, el cual dejó como saldo cerca de 2,5 millones de hectáreas de bosque perdidas.
“La crisis climática es inminente y es producto de la explotación de nuestros recursos naturales. Cada vez serán más evidentes los efectos climáticos más extremos”, sostuvo Amanda Starbuck, directora de campañas de Greenpeace Andino (Colombia, Argentina y Chile).
Movilizaciones por el planeta
De acuerdo con la organización, el 2019 fue un año clave para las movilizaciones globales que exigen acciones urgentes para mitigar el cambio climático, principalmente lideradas por jóvenes. Estas movilizaciones se extendieron hasta la COP25, que finalizó hace pocos días con resultados negativos.
“La COP25 fue definitivamente un fracaso. Los líderes del mundo continúan postergando las medidas que deben ser tomadas con urgencia. Los ciudadanos del mundo están exigiendo, y cada vez con más fuerza, acciones de impacto para combatir el cambio climático”, mencionó Starbuck.
Según la ONG, la ambición climática de los países del mundo no es suficiente, pues los expertos han establecido que si los países continúan emitiendo gases de efecto invernadero al ritmo que lo han hecho hasta ahora, no se llegaría a limitar la temperatura de la tierra ni siquiera en 3°C.
Caso colombiano
En Colombia, la contaminación plástica y la deforestación han sido dos de las problemáticas ambientales principales. “El corredor de conexión entre la Amazonía, la Orinoquía y la cordillera de Los Andes se está debilitando. El Parque Nacional Tinigua pasó de perder casi 3000 hectáreas de bosque primario en 2017 a aproximadamente 12000 hectáreas en 2018”, reportó Starbuck.
Aparte de Tinigua, se han reportado pérdidas de bosque en otros parques naturales del país como el de Chiribiquete y La Macarena.
Con respecto al manejo de basuras, se calcula que en promedio cada hogar colombiano genera casi 4,5 kilos de basura al día y, cada 24 horas, solo en Bogotá se eliminan casi 6.300 toneladas de residuos. De esta basura generada en la capital, el 56% corresponde a plásticos de distinto tipo. Es decir, casi el 60% de la basura diaria de Bogotá es desecho plástico.
Sin embargo, hubo avances en términos ambientales en Colombia: en este año fue aprobada la Ley Ana Cecilia Niño, la cual busca erradicar el uso del asbesto en el país. “Este proyecto se hundió siete veces por el lobby de la industria. Hoy ya podemos decir que el asbesto se prohibió finalmente en Colombia y que buena parte de la explicación tiene que ver con la voluntad, insistencia, compromiso y empoderamiento ciudadano. Aún hay esperanza”, puntualizó Starbuck.