Con un emotivo acto inaugural y un cautivador recital poético bilingüe, el 12° Festival de Literatura de Bogotá, el cual tiene como invitador de honor a Palestina, comenzó su andadura en el Auditorio Sonia Fajardo Forero de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz.
Organizado por la Fundación Fahrenheit 451 con el respaldo del Instituto Distrital de las Artes - Idartes, este evento literario anual ha sido un faro cultural en Bogotá desde 2010, y este año no es la excepción. Con el foco en la literatura palestina y su conexión con las experiencias de exilio y desarraigo en la literatura colombiana, el festival promete ser un viaje fascinante a través de las palabras y las emociones.
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El acto inaugural, que tuvo lugar el jueves 9 de noviembre, fue un tributo conmovedor a 24 poetas asesinados, donde familiares y amigos compartieron recuerdos y recitaron poesía en honor a sus memorias. Fue un recordatorio apasionado de la resistencia a través de la palabra, estableciendo el tono para los días venideros.
La estrella de la noche fue Najwan Darwish, destacado poeta palestino. Darwish, nacido en Jerusalén, es conocido por su habilidad para capturar las complejidades de la vida en Palestina a través de su poesía, recibiendo por ello distintos reconocimientos como su obra, Nothing More to Lose, uno de los mejores libros de 2014 por la National Public Radio NPR de Estados Unidos.
El recital "Exahusto en la Cruz" fue un viaje poético bilingüe que llevó a la audiencia a través de fragmentos selectos de sus obras más destacadas, incluyendo su renombrada obra “Durmiendo en Gaza”.
Algunos de los poemas recitados, como "Jerusalén" y "En Shatila", resonaron, abordando la realidad palpable de la diáspora palestina y la lucha por la dignidad en medio del conflicto. Los asistentes fueron llevados a través de paisajes emocionales que trascendieron fronteras y conectaron con las experiencias humanas universales.
El festival, que se extiende hasta el 11 de noviembre, no solo se limita a la poesía. Ofrece una variedad de actividades, desde muestras gastronómicas hasta siembras de olivos, profundizando en la riqueza cultural y las tradiciones palestinas. Además, la participación de artistas palestinos residentes en Bogotá y aquellos que respondieron a una convocatoria abierta agregó una dimensión única al evento.
El logo del festival, una mujer leyendo bajo un olivo, encapsula la esencia de la cultura palestina y su resistencia. Inspirado en el poema "Muro contra nuestro aliento" de Nathalie Handal, el lema del festival, "Solo conocemos un hogar", resuena como un recordatorio de la importancia de la identidad y la perseverancia en medio de la adversidad.
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Con el primer día del festival dejando una impresión duradera, los amantes de la literatura en Bogotá esperan ansiosos dos días más de exploración literaria, encuentros culturales y reflexiones profundas sobre la resistencia y la humanidad.