El sueño del bogotano Luis Alejandro Díaz era ser futbolista profesional, sin embargo, una lesión y una complicación de salud lo alejaron muy joven de las canchas. Esta frustración lejos de hacerlo abandonar su pasión, le brindó el impulso para volcar ese amor en los libros, en los que hablaran de deportes por supuesto, por lo que terminó estudiando literatura, posteriormente Filología y, más tarde, haciendo dos maestrías en estas mismas áreas, un doctorado en Filología y hasta un curso de entrenador de fútbol.
Esa aventura de vivir 24 horas del día por el fútbol y la literatura poco a poco se fue constituyendo en el punto de partida para crear una editorial independiente “donde la belleza atlética se vuelve poema, cuento, novela, foto o libro- álbum”, como se lee en su tarjeta de presentación. Así nació en el 2017, Caballito de Acero, “la única editorial del ámbito hispanoamericano dedicada a publicar contenidos en torno al deporte visto desde la literatura”, dice Díaz, y que en este año 2022, ha vuelto a hacer presencia en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, FILBo.
“Hay muchas editoriales que incluyen el deporte en sus catálogos, la mayoría se centra en biografías, memorias, crónicas, cosas de entrenamiento, filosofía, antropología, temas que nosotros no manejamos. Lo que nosotros queremos es tener al artista, al poeta, al novelista, al fotógrafo que nos habla de la condición humana que hay detrás del deporte, de las historias de vida, del fracaso, del olvido, de la consagración, del miedo, de lo que encierra la vida de un deportista”, explica Díaz.
Aspectos que se plasman en una colección que incluye, entre otros, cuentos de ajedrez, una novela corta sobre bicicletas, una novela catalana sobre el trompo traducida por primera vez al español, una novela argentina sobre running, una colección de cuentos de boxeo, otra de cuentos de fútbol de cuatro equipos colombianos, un libro de fotografías de bicicletas, otro de lucha libre, una novela sobre tenis, otra sobre boxeo y una novela gráfica sobre fútbol.
“Tenemos autores muy potentes”, señala Díaz, “entre ellos, Juan Carlos Méndez Guédez, escritor venezolano, ganador de premios internacionales, que nos dio el privilegio de tener su última novela sobre boxeo, ‘Round 15’; Lars Gustafsson, el autor sueco más importante en los últimos 50 años y su novela ‘Los tenistas’, que nunca había sido publicada en español; a Arthur Conan Doyle y Jack London con ‘A seis rounds’, un texto de seis cuentos de boxeo; y al español David Vivancos, con ‘Veinticuatro miniaturas rusas’, una antología de cuentos de ajedrez.
Punto de encuentro
El punto clave de esta propuesta editorial es lograr conectar la estética del deporte y la literatura. “Eso es algo mágico: el arte que hay detrás de correr detrás de un balón, de ir montado sobre una bicicleta, de hacer mover un trompo en la mano, la cadencia de un boxeador en el ring. Es una estética que la han sabido representar muy bien la fotografía, el arte plástico, pero creo que desde la literatura también la podemos hacer ver”, apunta Díaz.
Una forma de lograrlo, y que es un distintivo de la editorial, es invitando a los atletas a escribir los prólogos de las publicaciones. “Abrimos una página para que los deportistas, con plena libertad, escriban sobre lo que ha sido el deporte en su vida, por ejemplo, si es una novela sobre boxeo, buscamos un boxeador, o si es un libro sobre fútbol invitamos a un futbolista o si es un texto sobre ciclismo, el prólogo lo escribe un ciclista”, comenta Díaz.
Así se pueden leer la exaltación que hace el ciclista Fabio Parra al paisaje, a la vida diaria y a la bicicleta en la vida de un ciclista en el libro de fotografías ‘Boyacá en bicicleta’, o la narración que hizo el boxeador colombiano José Bernardo Prada (q.e.p.d) para ‘A seis rounds’, sobre la noche que peleó contra Sugar Ray Leonard; o las palabras de los futbolistas Bonner Mosquera, de Millonarios y Alfonso Cañón, referente de Independiente Santa Fe, para ‘Soy gallina/Soy león’, la recopilación de 22 cuentos de fútbol; o la introducción que hizo el goleador Arnoldo Iguarán para la novela gráfica ‘Colombia 86’, la ucronía sobre lo que habría sido el Mundial de Fútbol si Colombia lo hubiera realizado.
Presencia femenina
Resaltar y promover el talento de las mujeres es otra de las importantes apuestas que hace este proyecto editorial, un talento que se evidencia en libros como ‘Una mujer corre’ de la argentina Bibiana Ricciardi, “una novela muy bonita, llena de contexto sobre una mujer que corre y hace running por Buenos Aires y en medio de ese constante correr se entera que ella es una de las bebés desaparecidas de la dictadura argentina”, comenta el editor.
El catálogo femenino incluye también la novela corta, traducida por primera vez al español, ‘La Instrumentalina’ de Lídia Jorge, escritora portuguesa de gran trayectoria y ganadora, entre otros, del Premio de Lenguas Romances de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2020, “donde una bicicleta sirve de pretexto para mostrar la cotidianidad de una familia campesina en la que las mujeres se han quedado solas con sus hijos, en tanto sus maridos se han ido”.
Así mismo, hacen presencia, entre otros, los cuentos de la historiadora Paula Quintero y de la escritora Andrea Salgado en ‘Soy gallina/Soy león’, y los prólogos de deportistas colombianas como la tenista Mariana Duque para ‘Los tenistas’ o el de Isolina Majul, símbolo del ajedrez nacional, para los cuentos de ajedrez.
Novedades
Entre los lanzamientos que trajo Caballito de Acero’ para la FILBo 2022, se destaca ‘Quo Vadis, Sánchez?’, una novela deportiva del autor catalán Francesc Trabal, escrita en 1931, traducida por primera vez al español donde el protagonista es un campeón mundial de trompo; y ‘Cuando perder es ganar un poco’, una novela de ficción que cuenta la historia de primera participación de una selección Colombia de fútbol en la Copa América, realizada en Chile en 1945, y escrita por Carlos Castillo Sánchez.
“Yo me lancé a esta odisea porque este tipo de libros sobre deportes son los que a mí me hubiera gustado tener en mi biblioteca, y porque creo que todavía falta un camino por recorrer en torno a la literatura deportiva, y en tratar de convencer a la gente de que esto no es un lujo, sino que puede ser un instrumento de formación”, apunta Luis Díaz, el editor.