Las paredes de la cárcel Panóptico de Ibagué que sostuvieron vidas y escucharon lamentos, ahora vibran a ritmo de música, arte y cultura. Propios y extraños ya pueden visitar este escenario que fue construido en 1889.
Las celdas de prisión fueron transformadas en espacios testimoniales y expositivos, de las 186 que funcionaron, 72 fueron restauradas y convertidas en espacios museográficos. En las paredes de las salas del primer piso fueron plasmadas obras de artistas tolimenses en las que se exponen las transformaciones que ha tenido el departamento del Tolima, incluido el cambio del edificio panóptico de Ibagué.
“Las pinturas son muy llamativas e importantes, nuestros artistas exponen la historia del Tolima, allí hay pinturas sobre la agricultura, el transporte, el patrimonio y la arquitectura de los 47 municipios del departamento”, expresó Camilo Tavares, asistente de Museografía y Colecciones del Panóptico.
El segundo piso cuenta con 35 salas de ensayo musical divididas en voz, percusión, cuerda, viento y grupal. También fueron acondicionadas salas de estudio, oficinas, un auditorio y una sala de danza; actualmente hay 86 instrumentos musicales que son utilizados por estudiantes de las instituciones educativas Amina Melendro de Pulecio y de la Escuela de Formación Artística y Cultural, EFAC.
“Este lugar nos inspira respeto no solo por lo que fue sino por el beneficio que nos brinda, hay muy buenos instrumentos, hay salas de música insonorizadas, espacios propicios para elevar nuestro nivel académico”, expresó Andrés Gómez, estudiante de la institución educativa Amina Melendro de Pulecio.
En el complejo cultural también hay una sala de danza que cumple con todos los requerimientos técnicos para la práctica dancística y un auditorio con capacidad para 100 personas; a futuro se habilitarán salones para realizar talleres, exposiciones temporales y será instalada una biblioteca en la que se recopile la memoria, la música y la literatura del departamento del Tolima.
El panóptico fue pensado para las aristas de la región
El área de este centro cultural es de 16 mil metros cuadrados. Según la ingeniera Catalina Prada, integrante del equipo restaurador de la Alcaldía de Ibagué, las obras de todo el centro cultural avanzan en un 90 % y las del edificio panóptico ya finalizaron, por lo que paulatinamente trabajarán en la adecuación de nuevos espacios comerciales en los que se venderán artesanías de la región y posiblemente se adecuarán nuevos escenarios para músicos, bailarines y actores del departamento.
“Al panóptico lo tratamos como un paciente, con un equipo interdisciplinar le hicimos un diagnóstico general, evaluamos qué espacios teníamos que liberar y qué elementos conservar. Entre los años 2017 a 2019 se elaboraron los guiones museológicos y museográficos y con la curaduría realizamos las intervenciones”, afirmó.
Pero aunque el panóptico se ha restaurado para los artistas y agentes culturales de la ciudad, en algunos de sus rincones aún se conservan vestigios de lo que fue la cárcel y como vivían allí los internos.
“Decidimos restaurar la celda 138 en la que se evidencian elementos que usaban los internos, allí encontrarán una ruana, la estampita de la Virgen María, una cama con su colchón, una cobija y la bacinilla que usaban los presos, asimismo en el pabellón occidental encontrarán un cristo y en las paredes se verán los grafitis que hacían los privados de la libertad”, narró la ingeniera restauradora.
Según la funcionaria, más de 6.3 millones de dólares han sido invertidos en las obras de construcción y restauración de este complejo cultural que continua en proceso de construcción y adecuación.
¿Por qué se le conoce como Panóptico o edificio cruciforme?
Porque arquitectónicamente fue diseñado para que desde un punto central un solo guardia pudiera vigilar los cuatro horizontes o “alas” de la edificación que tiene forma de cruz, por esa razón, durante los 98 años que el panóptico de Ibagué funcionó como cárcel, una sola persona era la encargada de observar a los más de 4 mil internos que alcanzó a tener este insigne lugar.
Es importante conocer que las construcciones en forma de cruz o cruciforme son la materialización de la teoría del filósofo inglés Jeremías Bentham, quien en el siglo XVIII argumentó que la observación tenía que predominar en los centros reclusorios de Europa y Latinoamérica, dicho sistema de vigilancia fue aplicado en el panóptico de Ibagué, desde el año 1905 hasta el 2003, fecha en la que los internos fueron trasladados a la cárcel Picaleña de la capital tolimense.
"Un solo funcionario era el encargado de responder por la seguridad del personal privado de la libertad, se pasaban revistas de día y de noche y eran relevados cada seis horas, en la granja se prestaba una seguridad especial porque por ahí los presos hacían túneles y se fugaban", narra Alejandro Duran, presidente del Sindicato del Inpec, quien fue dragoneante de ese presidio.
La región tolimense es privilegiada al contar con esa joya arquitectónica que fue construida hace 117 años, ya que en América Latina solo hay cuatro panópticos, dos de ellos fueron construidos en Colombia: la Cárcel de Quito, el Panóptico de la Ciudad de México, el Museo Nacional en Bogotá y el Museo Panóptico de Ibagué que en 1998 fue declarado Monumento Nacional.
Durante 98 funcionó como cárcel
Las minutas de ese centro reclusorio daban cuenta que en el pabellón occidental estaban los hombres que habían participado en masacres y secuestros, por lo que cumplían condenas de 30 y 40 años; pabellón que en la actualidad es testimonial, ya que está la celda que fue restaurada, la escalera donde estaba ubicada la celda de castigo, el comedor o la zona donde los presidiarios realizaban actividades de ocio, un cristo y grafitis realizados por los internos.
"La cárcel es una sociedad en miniatura donde pasa de todo, hay falta de luz y de calor, no solo humano sino del sol que no entra; es lo más terrible que un ser humano puede llegar a vivir. Hay gente buena y mala, culpables e inocentes, fui testigo de todo lo que pasaba en el lugar conocido como El Rincón del Guapo, que era el lugar de las peleas. La cárcel no se la deseo a nadie", recuerda Carlos Cristóbal Gómez, quien estuvo detenido en el panóptico.
Según historiadores, el líder indígena Manuel Quintín Lame estuvo preso en la antigua cárcel del Panóptico de Ibagué.
Entre tanto, los ciudadanos que quieran conocer el pasado, presente y futuro del Museo Panóptico de Ibagué, pueden solicitar cita en el correo recorridosmuseopanoptico@gmail.com en donde les asignarán hora y fecha del recorrido.