"La ficción fue antes que la realidad en este caso, por eso hay que tener cuidado con lo que uno escribe", dice en tono de broma en una entrevista telefónica con Efe antes del acto de presentación de su nueva obra en la capital.
Gamboa, que ha vivido en Madrid, París, Roma y Nueva Delhi y viajado por más de 70 países en los últimos 30 años, se instalará con su familia en Cali a comienzos de 2015, aunque seguirá conservando una "patita" en Roma.
El escritor bogotano de 48 años cuenta precisamente en "Una casa en Bogotá" (Random House) la historia de un filólogo que se asienta en su ciudad después de haber pasado años en el extranjero junto a su tía, una funcionaria de Naciones Unidas con la que vive desde que siendo niño sus padres murieron al incendiarse el hogar familiar.
La nueva casa está en el mismo barrio que la que ardió en llamas, pero además al protagonista el hecho de que perteneciera a una gran familia muy viajera y que por eso casi siempre estuviera vacía le llamaba la atención desde pequeño.
Gamboa establece en esta novela un diálogo con otra obra literaria, algo que ya ha hecho anteriormente.
En este caso la elegida es "La vida instrucciones de uso", del francés Georges Perec, en la que un edificio parisino es el protagonista y a través suyo se cuenta la vida de varias personajes.
"Es un artefacto narrativo muy atractivo", dice de la obra de Perec, publicada en 1978.
El escritor bogotano, autor de "Páginas de vuelta", "Perder es cuestión de método" y "Necrópolis", entre otras obras, señala que la casa es un elemento muy importante en la literatura.
Gamboa recuerda que en los albores de la literatura occidental destaca una obra sobre el regreso de un héroe, Ulises, a su casa, una historia que en el siglo XX James Joyce reescribe con un antihéroe como protagonista.
La estructura de "Una casa en Bogotá" está inspirada en "La vida instrucciones de uso". Los capítulos corresponden a las distintas habitaciones de la mansión, baño, cocina, escalera, etc..., y en cada uno se cuentan episodios de la vida de los personajes relacionados con esas piezas.
La mansarda es una de las preferidas del escritor en esta casa bogotana, porque desde allí se disfruta de una "mirada" sobre la ciudad situada a 2.600 metros de altura y porque en la novela ese cuarto está relacionado con las "aventuras nocturnas" del filólogo que le llevan a burdeles, "ollas" (fumaderos de bazuco), fiestas nazis y hasta a una sesión de sexo con un cadáver.
La Colombia a la que volverá a vivir Gamboa en los próximos meses es muy diferente a la que dejó para estudiar Filología en España hace 30 años.
"Es una Colombia mucho más instalada en el mundo, ya no es esa especie de obra teatral de García Lorca, ahora se parece más a una película de acción y además está metida en un proyecto muy interesante, que es la paz", señala el escritor.
Entre su anterior novela "Plegarias nocturnas" (2012) y "Una casa en Bogotá", Gamboa ha escrito un libro de viajes, "Océanos de arena", y un ensayo político, filosófico y literario con un título tolstiano, "La guerra y la paz".
En términos filosóficos la paz es "la tranquilidad en el orden", dice Gamboa, quien respalda el proceso de diálogo que el Gobierno y Farc desarrollan en Cuba desde hace casi dos años para poner fin a un conflicto armado de medio siglo.
Pero, mientras la guerra es una "pulsión natural" del ser humano, la paz es "una construcción artificial" y por eso es tan difícil resguardarla, subraya. Ana Mengotti EFE