Los "valores, conocimientos, saberes y prácticas" ancestrales asociados a la alfarería de los indígenas awajún de la Amazonía peruana fueron incluidos este martes en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
"Nueva inscripción en la lista del Patrimonio Inmaterial: Valores, conocimientos, saberes y prácticas del pueblo Awajún asociados a la producción de cerámica", anunció la Unesco en su cuenta de Twitter en español.
La Unesco tomó la decisión "en virtud justamente a estos valores asociados, primero al conocimiento y cuidado del medio ambiente, y segundo al enfoque de género, [pues] es una práctica tradicional sostenida por las mujeres awajún", declaró a la AFP en Lima la directora de Patrimonio Intangible del Ministerio de Cultura peruano, Soledad Mujica.
Los awajún pertenecen a la familia lingüística de los jíbaros y son el segundo mayor pueblo nativo de la Amazonía peruana. Lo conforman unas 83.000 personas que habitan unos 320 caseríos y aldeas en la selva norte del país, 1.000 km al norte de Lima.
La alfarería constituye un elemento significativo en su cultura, en especial para las mujeres, que preservan estos saberes tradicionales de un pueblo que habita a orillas de los ríos Cenepa, Marañón, Nieva y otros.
Los artefactos hechos con barro húmedo tienen fines domésticos, pero están estrechamente ligados a las creencias religiosas de este pueblo.
- "Lo que aprendió de su abuela" -
"Las iconografías que se muestran en una pieza nos hace saber la historia, los valores, los saberes de nuestros ancestros", explicó a la AFP Neli Impi Bermeo, de 43 años, una artesana awajún que vive en Lima.
"Una madre transmite en su elaboración como ella aprendió de su abuela o de su madre entonces ahí es donde se ve bien claro o se fija que esta transmisión permite una identidad en el pueblo awajún, principalmente en las mujeres", agregó.
Los conquistadores españoles tuvieron su primer contacto con los pueblos jíbaros hacia 1549, pero siglos antes éstos tuvieron relaciones con la cultura prehispánica mochica, que floreció en la actual costa norte de Perú entre los años 200 y 700 d.C.
- "Reducción de cabezas" -
"En el mundo Awajún existen actividades masculinas (guerra, caza, pesca, fabricación de herramientas, canastas y tejidos, construcción de viviendas, entre otras) y femeninas (crianza de hijos, animales y plantes, y fabricación de cerámica, entre otras)", dice el Ministerio de Cultura en su Base de Datos de Pueblos Indígenas.
"Esta separación se ve reflejada en su simbolismo religioso, el cual se caracteriza por la separación de espíritus femeninos y espíritus masculinos. Los dioses principales eran nugkui (espíritu de la tierra), etsa (sol) y tsutki (espíritu del río y fuente de poderes chamánicos)", indica.
Su sociedad se caracteriza por ser igualitaria, pues no tienen "jerarquías permanentes" y "una de las ceremonias más conocidas del pueblo Awajún es la preparación de las tsántsa", la ancestral práctica de "reducción de cabezas" de enemigos muertos, agrega.
Durante la "fiebre del caucho", a fines del siglo XIX y comienzos del XX, hubo intentos de empresarios inescrupulosos de esclavizar a estos nativos, pero ellos se defendieron enérgicamente.
En 1970 se descubrió petróleo en la zona del Marañón y sus afluentes, lo que abrió paso a la construcción de carreteras, la llegada de nuevos colonos y capitales extranjeros.
Perú declaró en 2017 Patrimonio Cultural de la Nación a los conocimientos, saberes y prácticas del pueblo Awajún asociados a la alfarería.