El encanto del chilacuan y la mora de El Encano en Pasto
El corregimiento de El Encano, ubicado en zona rural de Pasto, es un lugar que está lleno de tradición. Sus mitos y leyendas, que envuelven a la laguna de La Cocha, se convierten en historias mágicas, igual que sus dulces, aquellos elaborados de la mora y el chilacuan, frutas cotidianas de esta zona de Nariño.
Aura Inés Mirama es la mujer que desde hace 20 años decidió en la vereda El Puerto de este corregimiento iniciar con la producción de estos manjares.
“Antes mirábamos como el chilacuan, cuando se iba a los cultivos, estaban botados y se podrían porque nadie les daba algún uso, entonces yo vendía dulces y decidí emprender la producción de este fruto y tuve buenos resultados. A los turistas les empezó a gustar y a partir de ahí las demás personas que trabajan en la vereda empezaron a venderlos”, narró.
El chilacuan, o también conocido en otras zonas del continente como papayuela, es una fruta ácida y fuerte, según Aura Inés, para poder manipularla se debe tener cierta precaución para evitar que no le dañe las manos debido a su composición.
“Los ingredientes tradicionales y la manera de mezclar el producto, convierten al chilacuan en algo único, los secretos de su preparación aún se mantienen, yo y mi madre somos quienes hemos seguido con esta cultura gastronómica”; indicó Mirama.
Lo único que Aura no puede endulzar es que la tradición de este dulce no tenga eco en sus hijos, ella narró que no quieren seguir con la tradición del chilacuan, pues prefieren otras actividades, su único apoyo en este emprendimiento ha sido su mamá.
“Les he dicho que me ayuden, que me colaboren, pero no se ha podido, y me ha tocado seguir con la tradición la cual también me genera un sustento de vida”, dice con preocupación.
Digan Teresa Pisque es la madre de Aura y es quien la acompaña en la producción de los dulces. Inició ayudándole con la cosecha, con pelar el producto a buscar leña y con su preparación, sobre todo lograr ese punto exacto.
“Uno de los secretos es su cocción en leña, que le da un sabor diferente. Además hay que ser muy cuidadoso para que no se ahume y mantenga ese sabor”, puntualizó Teresa.
La mora vibrante
La mora, ese fruto que embellece los paisajes de El Encano con ese rojo vibrante es otra de las frutas que son tradicionales en esta zona rural de Pasto, su selección es la clave para poder prepararlo y su mezcla con cuajada o queso, son un complemento de encanto.
“Su lavado y limpieza es clave, se la cocina y siempre la más madura es la que se escoge para este proceso, aunque el fruto por sí es ácido, su preparación y los secretos de la laguna lo hacen un postre ideal”, indicó Aura
Roscas y Galletas
Aparte del dulce de mora y chilacuan, en el corregimiento de El Encano, se hornea otra tradición: se trata de las rosquillas y galletas de colores, un recuerdo que propios y turistas aprovechan para llevar a sus hogares.
Carlos Benavides, es un joven panadero que tuvo que sumarse a la tradición de las rosquillas y galletas, debido a que la pandemia lo dejó sin trabajo.
“La elaboración de estos productos tiene su tiempo porque su consistencia es muy diferente a la de otros productos, su diferencia parte de que el melado sale de la mezcla de claras de huevos y azúcar, lo que las hace diferentes a las que se elaboran en otras zonas del país”, precisó Carlos Benavides.
En cuanto a las galletas de colores, se elaboran en diferentes moldes de animales y estrellas, las cuales son endulzadas con un polvo de color mágico, como lo han llamado quienes se dedican a esta actividad.
“Siempre será un orgullo elaborar cualquier producto tradicional de la región y que nos representan desde la gastronomía y soñamos en que sea un patrimonio”, precisó Benavides.
Quien llega a El Encano se encanta no solo por la maravillosa laguna de La Cocha, sino también de sus dulces elaborados de los frutales de este corregimiento de Pasto.
