En Ábrego, Teorama y San Calixto, alcaldes y ciudadanos se unieron para pedir a los grupos armados cesar las acciones violentas que se incrementaron desde finales de enero en El Catatumbo y que han terminado por confinar a parte de los de 300 mil pobladores que habitan la región.
Diógenes Quintero, Defensor del Pueblo- seccional Ocaña, recordó que la situación que ha terminado en confinamiento, desabastecimiento de alimentos y zozobra permanente, tiene varias causas que configuran el riesgo para la población civil.
“La confrontación armada entre el ELN y el EPL que va a cumplir dos años, otros son los anuncios de paro armado impuesto por ambos grupos en distintos momentos, pero que se unieron en el tiempo, y que han generado restricciones a la movilidad, parálisis en instituciones educativas, también que los campesinos no han podido sacar sus cosechas pues no hay seguridad en las vías”, explicó.
El más reciente hecho de violencia fue el atentado con granada a la casa del gerente de la empresa de servicios públicos de Ocaña, Gabriel Álvarez, ocurrido a las 9 de la noche de este miércoles y que afortunadamente solo dejó daños materiales.
En otros municipios, de los 10 que conforman el Catatumbo, realizarán también actividades de resistencia pacífica durante esta semana.
La Defensoría del Pueblo, las administraciones municipales y las fuerzas vivas de la zona, en conjunto con organizaciones internacionales como el Comité Internacional de la Cruz Roja y el Programa Mundial de alimentos, entre otros organismos de derechos humanos, trabajan para establecer corredores humanitarios que permitan subsanar en el corto plazo los problemas que vive la región, como el abastecimiento de productos básicos, la comercialización de las cosechas o el acceso a salud.