Natalia quiso un día irse de fiesta y como miles de mujeres decidió maquillarse, vestirse con falda y salir a disfrutar de la noche en Buenos Aires. Como tantas otras mujeres fue atacada por un hombre que intentó abusar de ella y como otras tantas no fue hasta mucho tiempo después que decidió hablar de su caso y comenzar a actuar para curarse y curar a otras mujeres víctimas del abuso sexual.
Niñas sin miedo fue una iniciativa que surgió hace un año, cuando Natalia Espitia encontró en las bicicletas la tranquilidad y la paz para seguir adelante después de un intento de violación que le costó tiempos de depresión, angustia e inseguridad. A sus 27 años decidió aprender a montar bicicleta y a superar uno de los episodios más duros que vivió en su vida.
Recuerda que alguna vez su jefe le dijo que era una mujer insegura y a partir de allí aprender a montar bicicleta se volvió una tarea que no solo le devolvió la autoestima, la salud mental y su fortaleza, sino la seguridad para emprender una cruzada en la Comuna 4 de Soacha, en Cundinamarca, en la que comparte con niñas entre los 14 y 16 años, con las que trabaja ella y su grupo de voluntarios, entre ellos dos extranjeros.
Su misión parte del punto en que una niña empoderada, mental y físicamente, preparada para tomar decisiones más seguras en términos emocionales y sexuales, es menos propensa a abusos sexuales y a embarazos no deseados, dos factores que pueden influir negativamente en el futuro de estas mujeres.
Este año, su iniciativa fue premiada por RecOn, una red de apoyo para proyectos relacionados con la construcción de la paz. A partir de este reconocimiento y de la ayuda de muchas personas que han donado bicicletas para la causa, cerca de 20 niñas de esta localidad, algunas de ellas también víctimas de abusos, han empezado a superar el dolor y a formarse como mujeres empoderadas sobre su vida, sus cuerpos y sus emociones.
"No digo que vamos a salvar el mundo, pero estamos dando herramientas para que estas niñas crezcan seguras y fuertes", afirma, además de enfatizar que montar bicicleta no solo mejora la salud, sino que es una poderosa herramienta para vencer el miedo, aprender de las caídas, superar las inseguridades y enfrentar una ciudad, que así como sorprende con sus atardeceres rojizos y reconfortantes, tiene en muchas de sus esquinas a personas asechando como sombras”
Escuche aquí la entrevista completa de Natalia Espitia en el programa Contacto Directo de Radio Nacional de Colombia.