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“Vine a respaldar al proyecto sinfónico", Andrés Orozco-Estrada sobre la Sinfónica de Caldas

El director Andrés Orozco-Estrada estuvo en Manizales dirigiendo Las Bodas de Fígaro de W.A. Mozart y La Sinfonía del Nuevo Mundo de A. Dvořák, que presentó la Orquesta Sinfónica de Caldas.
Fotografía: Kike Barona
Ana María Mesa

Con lleno total del Centro Cultural y de Convenciones Teatro Los Fundadores se presentó el pasado 11 de marzo la Orquesta Sinfónica de Caldas bajo la dirección del maestro Andrés Orozco, con un programa que incluyó Las Bodas de Fígaro de W.A. Mozart de Giuseppe Verdi y La Sinfonía n.º 9 del Nuevo Mundo de Antonín Dvořák. Se trata del primer concierto de temporada de esta agrupación, que actualmente hace parte de los programas de la Vicerrectoría de Proyección Universitaria de la Universidad de Caldas.

La orquesta no se presentaba en la ciudad desde diciembre del año pasado, como explica su director titular Leonardo Marulanda, “al iniciar este año, y con el cambio de administración de la Universidad de Caldas, se comenzó a estudiar de manera seria la posibilidad de que la Orquesta se constituya jurídicamente. En todo ese proceso, en la elaboración de los estatutos, en la investigación de cuál sería la menor figura jurídica, se dilataron algunos tiempos. Si bien la personería jurídica todavía no está totalmente definida, la Universidad determinó que la Orquesta no podía seguir parada por más tiempo hasta que esto se defina, y por esa razón de manera paralela se van a llevar a cabo ambos procesos, el funcionamiento y la constitución de la figura jurídica que parece apuntar a que se va a convertir en una corporación”.

La Orquesta Sinfónica de Caldas tiene 35 años de existencia y la administración de sus recursos ha sido asumida por la Universidad de Caldas y por Batuta Caldas. Ha contado principalmente con el financiamiento de La Universidad de Caldas, la Alcaldía de Manizales, la Gobernación de Caldas y el Ministerio de Cultura. Sin embargo, casi todos los años se debate sobre su costo y su administración, que consta de 55 músicos que han alcanzado el nivel suficiente para interpretar obras como la Sinfonía N°. 5 de Gustav Mahler, que fue presentada por primera vez en Manizales el año pasado y que en Colombia solamente ha sido interpretada además en Medellín y Bogotá debido a su dificultad técnica interpretativa.

En este contexto el director paisa Andrés Orozco-Estrada, quien ha sido director titular en Viena, Houston y Londres, visitó Manizales para acompañar el proceso.

La Orquesta Sinfónica de Caldas se enfrenta constantemente al riesgo de dejar de funcionar, de que no haya los recursos para su financiación, ¿cuál es la importancia que, en este contexto, usted le ve a participar en este primer concierto de temporada?

Lo único que yo quiero hacer es, con la música, darle un acento, darle un impulso, a este montón de gente talentosa que hacen música aquí, y con mi presencia respaldar lo que representa la música, que es acercarnos al público, genera un momento de armonía, de belleza, de paz, de reflexión, de enriquecimiento del alma, de la mente, del intelecto. El resto lo tienen que hacer las personas que están aquí. Yo en esto no juego ningún papel importante, simplemente compartir esa sensación de que no se puede acabar, de que no pueden terminar mal estas ideas, estos intentos. Hicimos la Sinfonía del Nuevo Mundo de una manera simbólica, también queriendo decir que es una nueva posibilidad para que la Orquesta resurja, renazca, y eso siempre está bien, y yo lo quiero ver con esa sensación positiva, optimista, y es básicamente eso, compartir esa sensación.

Usted señalaba durante el concierto que la orquesta sin el público no vive, pero que el público sin la orquesta tampoco, ¿por qué es eso?

Pues porque básicamente el ser humano sin arte no está completo, le queda faltando una parte, y una parte grande, casi que la más importante, por lo menos lo que es el alimento para el alma, como lo decía antes, para la mente, para las sensaciones, para el amor, para sufrir, para todo lo que está el arte en general y la música por supuesto como una de esas expresiones que más nos llega al alma. Para todos es vital, uno sin el otro no pueden sobrevivir, básicamente. Lo que pasa es que muchas veces, en donde sea, hay políticos o algunas personas que no lo ven así o que les parece muy exagerado, como muy romántico, pero es la realidad y simplemente hay que disfrutar de ella y hacer el trabajo que corresponde de cada lado para que sean inolvidables los momentos en los que los músicos salimos a tocar.

Usted ha sido director titular de orquestas muy importantes, ¿cuál es el nivel que encuentra en esta Sinfónica de Caldas?

Creo que es una orquesta que tiene mucho potencial. Sería irresponsable de mi parte hacer un diagnóstico preciso porque estuve muy poco tiempo, yo ensayé muy poco, la Orquesta ensayó antes. Pero lo que sí veo es que hay una buenísima disposición, hay mucho talento y ganas de hacer las cosas bien, y en el poco tiempo que tuve para intercambiar ideas artísticas, musicales, energía, el proceso fue muy positivo. De eso se trata, básicamente, las Orquestas van haciendo sus ciclos y creo que, sin conocer yo mucho en detalle, es evidente que esta es una orquesta joven y como tal necesita de continuidad, de trabajar, de tocar, reunirse y de estar ahí para que la Orquesta crezca y se consiga el nivel que estoy seguro pueden conseguir.

Esta es una orquesta con 35 años, sin embargo, como usted dice, este es un proceso joven…

Y me refiero por supuesto a sus integrantes, porque las orquestas van teniendo sus cambios de generación y esta orquesta comparada con la orquesta que dirigí cuando estuve aquí hace 17 años, es una orquesta ahora de músicos mucho más jóvenes y eso se nota. Es además un proceso que se viene dando en Colombia desde hace algunos años, 10, 15 años, de manera fuerte y positiva, y es que van saliendo cada vez músicos más jóvenes en todo el país y pues Manizales no es la excepción.

Cada vez más jóvenes, ¿pero cree usted que tienen cada vez más nivel?, esta orquesta es distinta a la que usted dirigió en 2006…

Muy probablemente, exacto, con la diferencia de que aquella vez estuve trabajando cuatro, cinco días con la orquesta, y esta vez estuve solamente un día. Creo que el potencial, las ganas y todo está ahí, lo que hay es que seguir trabajando y también el maestro Leonardo Marulanda que es muy dedicado y que hace un gran trabajo, y esa combinación es maravillosa.

Una gran acogida por parte del público, el concierto fue muy lindo, hubo un gran aplauso, ¿algún mensaje para el público de Manizales?

Primero agradecer, creo que tuvo que ver que me puse yo un poco de cómico para hacer conexión con el público, que lo hago con mucho gusto porque creo que era un momento que lo aceptaba y que incluso se agradecía, y eso generó por un lado, que se soltaran un poquito y estar más conectados. Que se aplauda un montón el repertorio colombiano es casi que natural, es obvio, y así tiene que ser, pero el repertorio más clásico Dvořák y eso, no necesariamente, así que quedo muy contento con eso. Lo que dijo Leonardo al final me pareció muy lindo, es eso de apoyarnos juntos, de que cuando venga la orquesta y de que cuando haya que apoyar a la orquesta pagando una entrada, que se haga y que la gente entienda y se haga dueña de su orquesta. Básicamente, que la disfrute, que la viva, ojalá que no la sufra mucho, pero si hay que sufrirla, pues que la sufra, pero para salir adelante.

El concierto terminó con una reaparición de la orquesta para interpretar dos piezas de música colombiana bajo la dirección de Leonardo Marulanda: San Pelayo, un fandango, composición de Victoriano Valencia y Sapo Viejo, porro palitiao, tradicional, pelayero, ambos con arreglos del mismo compositor, y con el anuncio que hizo el maestro Leonardo Marulanda de que la temporada sinfónica de este año incluirá algunos conciertos con cobro de boletería.

En este momento, los músicos de la orquesta están contratados por la Universidad de Caldas hasta este 30 de marzo. Están pendientes los recursos de la Gobernación de Caldas, del Ministerio de Cultura y de la Alcaldía de Manizales para garantizar la sostenibilidad de este proyecto durante el resto del año.

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