Pello Torres: el centenario de un precursor del sonido sabanero
En 1954, por consejo del distribuidor de discos Raúl de la Barrera, Toño Fuentes, creador de la famosa disquera, decidió escuchar a un conjunto proveniente de Sincelejo que se había dado a buscar una sonoridad particular en esas tierras. Fue así como llegó hasta esa instancia un pequeño grupo de instrumentistas encabezado por el trompetista Pedro Manuel Torres Arroyo, quienes interpretaron delante de Fuentes un tema de autoría de Torres que él había llamado “Belia Primera”, en homenaje a una reina de belleza.
Contaba el mismo compositor e intérprete, conocido desde esos años ya como Pello Torres, que Fuentes se emocionó a tal punto que decidió llevar el tema al disco, pero le cambió el nombre y lo rebautizó “El Culebro”, como se llamaba uno de sus más queridos gallos de pelea. A la pequeña agrupación de Torres, que era un rezago de lo que antes se llamó Orquesta Granadina, la bautizó, para efectos comerciales, Orquesta Ritmos de Sabana.
“El Culebro” fue un éxito inmediato, pero la relación entre el músico y el empresario no prosperó debido a temas económicos. Torres se fue a buscar suerte entonces en otras disqueras, mientras Fuentes quiso seguir trabajando ese mismo sonido, al lado de una nueva contratación: un contrabajista y director de orquesta de nombre Pedro Laza.
En su libro “Origen y desarrollo del sonido de Pedro Laza y sus Pelayeros”, el investigador musical Néstor Emiro Gómez Ramos asegura que esa sonoridad sabanera de formato orquestal característica de Sucre y Córdoba tiene como punto de partida el trabajo de Pello Torres, y lo dice en un capítulo bautizado de manera eliocuente: “Pello Torres abre nuevos senderos a la música costeña”. Allí dice: “Cuando el maestro Pedro Manuel Torres Arroyo tomó la decisión de irse para la ciudad de Barranquilla, en busca de mejores condiciones que le permitieran adquirir una mayor y más profunda formación musical, nunca imaginó que años más tarde se convertiría en el motor que impulsaría nuevos horizontes para la música del Caribe colombiano”.
Pello Torres nació el 22 de octubre de 1924 en Barrancanueva, departamento de Bolívar. Desde muy joven se había dado a practicar la corneta y la trompeta, y ya tocaba en la banda de su pueblo natal hasta que decidió irse a Barranquilla a sus escasos 13 años. Sus planes de estudiar con el famoso educador Pedro Biava se vieron frenados por diferentes situaciones, lo que hizo que se dedicara, frustrado, a la albañilería. Pero debido a un accidente que lo incapacitó para seguir en ese oficio y sin mucho más que perder, decidió que se iba a dedicar por completo a la música.
Así, conoció a otro educador, Jorge Rafael Acosta, tío de Lucho Bermúdez, quien lo conectó con la orquesta de una compañía de embarcaciones que recorrían el río Magdalena entre Barranquilla y Honda. Con el apoyo de Acosta, Torres mejoró su técnica, y una vez que le ofrecieron al profesor convertirse en director de la Orquesta Granadina de Sincelejo, Torres fue vinculado inmediatamente como trompetista, radicándose en la capital sucreña en 1949. Pasados varios años y cuando empezó a disolverse la Granadina, Torres siguió tocando con varios de sus músicos, los mismos con los que grabara “El Culebro”.
Tras la agridulce experiencia con Fuentes, Pello Torres fue invitado por Pedro Salcedo a unirse a su orquesta en Barrancabermeja. Allí, según recordaba Néstor Emiro Gómez, tuvo que aprender a improvisar y a ejecutar jazz, pues la gran mayoría de quienes trabajaban en la refinería petrolera de la ciudad eran norteamericanos que le pedían a Pedro Salcedo temas de Glenn Miller y Benny Goodman.
De regreso a Sincelejo, Pello Torres conformó su agrupación más recordada, Los Diablos del Ritmo. Con ella grabó unos seis trabajos para disqueras como Sonolux, Philips, Tropical y Fuentes. Con Los Diablos grabó muchas de las 250 composiciones que dejó, entre ellas los porros “Vilma Isabel”, “Pedro Juan Tulena” y “Don Horacio”; los mapalés “Jarrete tieso” y “En punto e’ coca”, merecumbés como “Tus ojitos”, “Ay hombe” y “Merecumbé en batería”; los jalaítos “Suavecito”, “Jalajalaíto” y “Jalaitononón”, el chandé “El zaino” y muchos más.
A lo largo de su vida Pello Torres siguió manteniendo protagonismo en la vida musical costeña. El músico falleció el 9 de marzo de 2008 en su casa del barrio El Zumbido, de Sincelejo, días después de haber sido atropellado por una moto y tras pasar una temporada importante en clínica.
El 22 de octubre conmemoramos el centenario del natalicio del trompetista, compositor y director de orquesta Pello Torres. Por eso es nuestro Artista de la Semana.
