¡Seis grandes personajes que representan nuestro folclor!
Estos son algunos personajes que a través de la música y la danza han mantenido vivas las manifestaciones culturales que históricamente han aportado a la construcción de la identidad de nuestro país.
Cada 22 de agosto se celebra en Colombia y el mundo el Día Mundial del Folklore como forma de conmemorar el día en el que el arqueólogo británico, William John Thoms, hizo uso de esta palabra en 1846 en una carta publicada en la revista ‘Athenaeum’.
A pesar de que esta palabra ya existía, se considera que esta fue la primera vez que la palabra tomó relevancia para referirse a aquellas expresiones artísticas y autóctonas que reflejan aquellos rasgos culturales que caracterizan y singularizan a una sociedad.
Por ende esta fecha celebra dichas expresiones y a la vez a aquellos estudiosos, investigadores, creadores y divulgadores del folklore. Así las cosas, hoy hablaremos de algunos personajes que representan el folclor colombiano:
Petrona Martínez
Se trata de una de las cantautoras afrocolombianas más reconocidas de las últimas décadas. Martínez nació un 27 de enero de 1939 en San Cayetano, un corregimiento ubicado en el municipio de San Juan de Nepomuceno, Bolívar. Heredó la tradición del bullerengue desde temprana edad gracias a las enseñanzas de su bisabuela y su abuela en los tradicionales círculos en los que cantabas con otras mujeres en conjunto.
Luego de trabajar durante varios años recogiendo y vendiendo arena en el Palenquito y entonar en su día a día los bullerengues que había aprendido de niña, su talento fue descubierto y logró llegar a los grandes escenarios con bullerengues de su propia autoría que plasman los dolores y las alegrías de su pueblo.
A los 82 años, Petrona ganó su primer Grammy Latino en 2021, y a lo largo de su carrera ha sido condecorada en múltiples ocasiones con reconocimientos como el Premio Nacional Vida y Obra del Ministerio de Cultura, la “Gran Orden Ministerio de Cultura”, y por el Ayuntamiento de Madrid, en España.
José Barros
José Benito Barros Palomino, también conocido como ‘El cantor del río’, nació en El Banco, Magdalena, un 21 de marzo de 1915. Se dice que desde muy niño trabajó en varios oficios para aportar en su casa, ya que su padre murió cuando él tenía 3 años, así mismo, se dice que desde los 10 años cantaba con el apoyo de hombres ribereños que tocaban la guitarra.
Para José Barros, el río Magdalena, la luna, los pescadores y las mujeres fueron inspiración suficiente para componer las más de 700 canciones que dejó como legado, entre las cuales una de ellas es conocida por casi cualquier colombiano: ‘La piragua’.
La obra de Totó La Momposina, Sonia María Bazanta Vides, es quizá uno de los referentes más presentes que tienen los colombianos en cuanto a lo que con los sonidos tradicionales del Caribe colombiano respecta.
Nacida en Talaigua Nuevo, Bolívar, un 1 de agosto de 1940, siendo la heredera de una familia de músicos en cuarta generación. A pesar de que a los cinco años se fue a vivir a Bogotá, durante su adolescencia regresó al Caribe para aprender en campo sus músicas y sus danzas.
Totó empezó a sonar en los eventos de las agendas culturales en el plano gubernamental, y a mediados de la década de los 70 empezó a conquistar escenarios de talla internacional en compañía del primer grupo musical que formó.
Uno de sus éxitos más grandes fue ‘La candela viva’, y no es para menos, puesto que esta producción se logró con el apoyo de la estrella de rock Peter Gabriel, quien además era dueño del sello Real World, y con la producción de Richard Blair.
Su disciplina y amor por el folclor del Caribe colombiano la han llevado a los oídos de casi cualquier colombiano y la han hecho merecedora de numerosos triunfos y galardones en cada uno de sus trabajos discográficos.
Los gaiteros de San Jacinto
Se trata de uno de los grupos más sonados de gaita, o como se le conoce comúnmente, cumbia. La historia cuenta que la agrupación nació bajo la dirección de Antonio “Toño” Fernández, junto con José Lara, y Nolasco Mejía, en 1954, cuando Delia y Manuel Zapata Olivella visitaron tierras sanjacinteras en búsqueda de un grupo de gaita para su compañía folclórica, que recorría países de Asia y Europa.
Desde aquel entonces la agrupación ha cambiado múltiples veces de alineación con razón de relevos generacionales que han sido necesarios con el tiempo. El pasado 21 de mayo murió Toño García, el último cacique vivo del grupo original.
Actualmente, el grupo lo integran Gabriel Torregrosa, Juan Fernández, Fredys Arrieta, Dionisio Yepes, Gualber Rodríguez, Nicolás Hernández y Jairo Herrera.
Jorge Velosa
De Ráquira, Boyacá, para Colombia y el mundo. Jorge Velosa, inició su carrera musical a finales de los años 70 mientras estudiaba medicina veterinaria en la Universidad Nacional de Colombia, inspirado por la cultura campesina, su tradición poética y musical, la cual consideraba que se estaba perdiendo.
Esto lo llevó a incursionar en la carranga, convirtiéndose en el principal representante de este género, ahora, característico de la región Andina, y del cual ha escrito más de 200 canciones y grabado más 23 álbumes.
El carranguero mayor además es poeta, investigador, juglar, escritor e incluso actor, lo cual lo ha hecho merecedor de varios reconocimientos nacionales, además de un doctorado Honoris Causa en Lenguaje y Cultura, otorgado por la Universidad Nacional en 2012.
Nacida el 1 de abril de 1926 en Lorica, departamento de Córdoba, Delia Zapata fue artista plática y coreógrafa, y dedicó su vida a investigar y visibilizar los aportes que históricamente habían hecho las comunidades afro e indígenas del Caribe y el Pacífico colombiano. De esta manera desplegó toda una labor al rededor del folclor en compañía de su hermano Manuel Zapata Olivella.
Como parte de su legado formó a cientos de artistas de danza tradicional mientras trabajó como profesora en distintas universidades del país, así como coreógrafa y directora del Cuerpo de Danza del Instituto Popular de Cultura de Cali.
En 1976, junto con Rosario Montaña, creó la licenciatura en Danzas y Teatro en la Universidad Antonio Nariño de Bogotá y, durante esa misma década, el grupo de Danzas Tradicionales Colombianas Delia Zapata Olivella y la Fundación Instituto Folclórico Colombiano Delia Zapata Olivella, la cual aún sigue siendo centro cultural en el corazón de Bogotá.