Pasar al contenido principal
CERRAR

Diez años sin la salsa de Hugo “Sabor” Alandete

Muchos aseguran que nunca se conoció la verdadera magnitud del talento de Hugo Alandete Gómez. A eso ayudó el propio talante del músico y su negativa a aventurar una carrera internacional, por cuenta de su reticencia a dejar su amada ciudad natal.
Radionacional de Colombia

Muchos aseguran que nunca se conoció la verdadera magnitud del talento de Hugo Alandete Gómez. A eso ayudó el propio talante del músico y su negativa a aventurar una carrera internacional, por cuenta de su reticencia a dejar su amada ciudad natal. Al respecto, solía hablar de una particular dolencia que él mismo llamaba “Cartagenitis”.

Así lo describió en entrevista con el periodista Rubén Darío Álvarez Pacheco: “A ti te puede estar yendo bien en una parte, pero de pronto te empiezan a dar ganas de estar en Cartagena, parado en el Muelle de los Pegasos o en el Camellón de los Mártires, hablando con tus amigos. A veces esas ganas se juntan con ganas de comer pescado en el mercado de La Boquilla. Y otras veces te acuerdas del Tres Esquinas… Y en un arranque de esos terminas regresándote”.

Álvarez Pacheco es el autor del libro “La fuga del esplendor. Conversaciones con la música cartagenera de los años 80”. En él dedica un capítulo al carismático y creativo cantante y compositor nacido en la isla de Barú el 23 de agosto de 1943. Allí se ve al artista, pero también el hombre que prefirió dejar todas las oportunidades, la posibilidad de reemplazar a Oscar D’León en La Dimensión Latina o de engrosar las filas de la orquesta del puertorriqueño Tommy Olivencia, únicamente por su “cartagenitis”.

Dice Álvarez Pacheco en su libro: “No fue esta la única anécdota que vincula a Hugo Alandete con el desprecio de oportunidades para su propio despunte artístico – musical. (…) Por esos días afirmaba estar pensando en sus propios proyectos para convertirse en líder en Cartagena, en vez de conformarse como segundón en tierras lejanas. Y en este último aspecto, las opiniones pueden dividirse: para algunos, Alandete logró lo que quería con las grabaciones que dio a conocer en los años 80. Para otros, no pasó ni siquiera la mitad de lo extraordinario que se esperaba de él”.

Y sin embargo, el cantante conocido con el mote de “Sabor” dejó una obra de larga impronta por más de tres décadas, en orquestas cartageneras, barranquilleras y bogotanas que contaron con mayor o menor receptividad en el momento de su aparición pero que hoy, como en el caso de Toño y su Combo o de Los Seven del Swing, han concentrado la mirada de melómanos de todos los lugares que van en busca de grabaciones antológicas de la salsa colombiana de hoy y siempre.

Temas como "Mi tierra", "Llora corazón", “La espina”, “Los pollitos”, "Se me cae se me cae", "Sabor a melao", "El negro sí", "Silencio" y "Para qué llorarla" hacen parte de la inspiración de Hugo Alandete Gómez. También popularizó obras de otros compositores y además dejó algunas propias en otras manos, caso de “Se me cae, se me cae”, que en voz de Juan Carlos Coronel se hizo muy popular en la década del 80, con el acompañamiento orquestal de El Nene y sus Traviesos. Cuenta Álvarez Pacheco que dicha pieza nació en estudio, producto de una de tantas improvisaciones que solía efectuar Alandete y que dieron cuenta de su capacidad enorme para el repentismo.

La historia musical de Hugo “Sabor” Alandete se inicia en el bohemio barrio de Tesca de la capital de Bolívar, donde empezó a cantar con pequeñas orquestas en las que ya se perfilaba como un ejemplar émulo de sus dos influencias vocales más grandes: Ismael Rivera y Rolando Laserie. Luego de participar en concursos para aficionados en radio fue contratado como vocalista de la Orquesta Emisoras Fuentes, de ese célebre sello discográfico, hasta conectarse con Antonio Beltrán, que lo invitó a hacerse parte de Toño y su Combo. Allí grabó varias piezas como “Mi barquito”, “Colombia bella”, “Amor ingrato” y “Descargando”. Luego de una breve temporada en Bogotá, conformó el grupo Los Seven del Swing junto con el también cantante Víctor “Guachi” Meléndez, con el que lanzaron “Picantón” en discos Philips, hoy un álbum de culto.

Tanto el Guachi como Víctor “Nene” del Real pasaron por varias orquestas de salsa junto con Alandete, entre ellas Los Chicos Malos, que grabó un trabajo en estudio para Fuentes en 1980. Mientras el primero se convertía en el corista más visible de Joe Arroyo y La Verdad, y el segundo conformaba su famosa agrupación El Nene y sus Traviesos, Alandete creaba también su orquesta, el Grupo Melao, con la que grabó cinco trabajos discográficos para Codiscos entre 1987 y 1991. El primero de ellos, “Salsa y bembé”, incluyó el gran éxito “Llora corazón”, que sigue siendo un himno de la salsa cartagenera. En 2000 grabó una nueva incursión independiente con Melao, esta vez con su hijo Hugo Jr. en piano y dirección musical, donde no sólo dejó una nueva versión de “Llora corazón” sino también el que probablemente fue su último éxito, “Los pollitos”.

Problemas de salud relacionados con asuntos cardiacos lo fueron relegando de los escenarios, aunque eventualmente se unía a agrupaciones en festivales de orquestas y en presentaciones en hoteles. Una intervención quirúrgica a corazón abierto y varias recaídas a lo largo de los años se lo llevaron el 29 de septiembre de 2014, en la Clínica del Norte, en Barranquilla.

El 29 de septiembre conmemoramos diez años de la partida del cantante cartagenero Hugo "Sabor" Alandete, una leyenda de la salsa colombiana. Por eso es nuestro Artista de la Semana.

Artículos Player