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Los hermanos Carrascal, la vanguardia de la música vallenata en guitarra

Los hermanos Carrascal han ganado dos veces el galardón de Canción Vallenata Inédita en el Festival de la Leyenda Vallenata.
Tatiana Orozco

Luis Alfonso y Jesús Emilio Carrascal Cotes tenían apenas cinco años cuando tocaron por primera vez un instrumento. Fue una violina, un regalo de su abuelo músico, Eduardo Cotes, que con solo ese gesto abrió un abanico de oportunidades para que ambos se sumergieran en el maravilloso mundo de la música.

Luego llegaron a sus vidas la caja, la guacharaca y la guitarra. Esta última, como agua pal’ sediento se incrustó tanto en lo más profundo de sus corazones que ya no veían otra forma de vivir sin ella.

“Recuerdo que mi hermano Poncho era Aníbal Velásquez y yo, Alfredo Gutiérrez. Nos imaginábamos esos personajes a la hora de jugar con los instrumentos. Tuvimos guacharaca porque no había pa’ más, pero la dominamos. En la pubertad, empezamos a ver a los amigos Checa Ramírez y Chacho González con sus guitarras, empezamos a afinar y desafinar. Así nos enamoramos de ella. Nos regalaron una y nunca la dejamos”, dijo Jesús Emilio a quien cariñosamente le dicen ‘Millo’.

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Los hijos de Ciro Carrascal (Ocaña) y Blanca Cotes (La Paz, Cesar), nacieron en Valledupar. Luis es el mayor, tiene 64 años y Jesús tiene 62. Ambos insisten en que un vallenato en guitarra es fundamental para el folclor debido a la cadencia de las notas.

“Los conjuntos nunca se han apartado de la guitarra. Incluso los compositores, mire que Gustavo Gutiérrez, por ejemplo, necesitan una para escribir una canción”, asegura Luis Alfonso.

Mientras perfeccionaron la técnica, los hermanos Carrascal se pasearon por diferentes pueblos con el ánimo de darse a conocer. Al adquirir experiencia ganaron reconocimientos y se situaron siempre en los primeros lugares de festivales de música vallenata en guitarra que se realizan cada año en municipios como Ciénaga-Magdalena, Codazzi-Cesar y Fonseca-La Guajira.

“Me impresiona mirar atrás y ver cuánto hemos recorrido. Eso sí, no perdemos la sustancia. Podemos amanecer en una parranda que no repetimos canciones. Seguimos interpretando vallenato clásico, tradicional. Ese es el llamado que le hacemos a las nuevas generaciones, que no dejen perder eso. Ya casi no hay grupos así”, insistió Jesús Emilio.

Su amor por la música los ha llevado no sólo a mantener una reputación intachable dentro del gremio, sino además han creado una familia musical con la que esperan continúe el legado. Por ejemplo, el hijo de ‘Poncho’ es Luis Alfonso el ‘Nene’ Carrascal, un reconocido acordeonero que hizo parte de la agrupación Kvras. Mientras que por el lado de ‘Millo’ están sus hijos Jesús Emilio ‘Chepo’ Carrascal (cantante-guitarrista) y el acordeonero Ciro Alfonso ‘Chuli’ Carrascal.

Aunque también hay una mujer en la familia que sacó la sensibilidad por la música, se trata de Nancy Carrascal, hermana de ambos, que canta, toca la viola y brinda clases de técnica vocal.

Los hermanos Carrascal han ganado dos veces el galardón de Canción Vallenata Inédita en el Festival de la Leyenda Vallenata. Lo hicieron en el año 1983 con el tema “Yo soy el acordeón”, de Julio Díaz, y en el 2021 con el merengue ‘Las vainas de Oñate’, de Jesús Carrascal.

El haber estado en las mejores tarimas enfrentando a maestros como Carlos Huertas, tener la magia entre sus dedos para crear nuevos acordes y mantener la esencia de un folclor, le da la autoridad a esta dupla para ser la vanguardia de la música vallenata en guitarra.

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