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¿Cómo fue el 2023 para el Jazz colombiano? ¡Te contamos!

La fructífera cosecha de 2023 incluye varios estrenos de músicos emergentes, publicaciones en vinilo, discos solistas y grabaciones que consolidan históricamente a figuras ya legendarias del panorama local. 
Luis Daniel Vega Pinzón

Disponible en línea desde hace una década, la Discografía del Jazz Colombiano recoge las producciones fonográficas de jazz –y otras prácticas musicales aledañas como la improvisación libre- interpretado por hombres y mujeres de nacionalidad colombiana. La fructífera cosecha de 2023 incluye varios estrenos de músicos emergentes, publicaciones en vinilo, discos solistas y grabaciones que consolidan históricamente a figuras ya legendarias del panorama local. 

Este resumen –que no es una lista con “lo mejor del año”- incluye grabaciones de músicos colombianos que viven fuera del país. 

Dos discos en vinilo


Misia Verraca es una agrupación bogotana cuyo sonido evoca tanto a las fanfarrias caribeñas como a las cuadrillas de Nueva Orleans. El debut de este combo liderado por el tubista Daniel Ucrós contiene temas originales en clave cumbiera y una poderosa versión de "Baracunatana".

Por su parte, el trío de improvisación Los Infames –conformado por el contrabajista Santiago Botero, el guitarrista Kike Mendoza y Ricardo Arias en la electrónica- publicó ‘Las horas del gallo’, un disco crepuscular que “evidencia la belleza escondida en lo obvio”.

 

Jazz andino


“Comunero inconforme”. Así definió el escritor Eliécer Arenas Monsalve la personalidad
musical del pianista y compositor Juan Pablo Cediel, quien nació en San Gil, Santander, en 1983. Dentro del contexto de la música andina colombiana, la obra de Cediel es disruptiva y arriesgada como lo evidencia ‘El encuentro’, su cuarta producción discográfica publicada en febrero de 2023.


El tiplista, guitarrista y pedagogo Jaime Jaramillo grabó todos los instrumentos de ‘Tiple jazz- standars’, un disco que, como su nombre lo indica, explora desde las sonoridades andinas algunos clásicos del jazz. Según Jaramillo, es un álbum casero “producto del desocupe y la exploración lúdica de la fusión”. La versión bambuqueada de “Caravan” es un deleite. 


Dos tríos de piano

El título del disco debut de K Trío, hace referencia a los espacios de transición tanto física como simbólica. La música de esta grabación fue creada de manera colectiva por el pianista Holman Álvarez, el contrabajista Kike Harker y el baterista Ramón Berrocal, quienes volcaron toda su reflexión entre la inercia de la cuarentena y la agitación social de 2021. Fue grabado en la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango.


Integrado por Néstor Vivas en el piano, Kike Karker en el contrabajo y Jorge Sepúlveda en la batería, Manglar Trío evoca músicas y símbolos raizales afro colombianos –por lo menos en los títulos de las composiciones- pero se desliga de la obviedad rítmica y la mímesis melódica. Es una suerte de “colombianidad” abstracta que prescinde del gentilicio sonoro.


Desde afuera


Fuera de los límites geográficos colombianos registramos varios discos dentro de los que se encuentran ‘Viento sur’, del arpista Edmar Castañeda, ‘Equilibrio’, del pianista Gabriel Guerrero y ‘Suite resbalosa’, del contrabajista Juan Pablo Balcázar. Desde Nueva York y Barcelona, respectivamente, estos tres músicos siguen reportando absoluta vigencia creativa.



En solitario


Luego de ‘La meta de un largo viaje’ y El dolor’, el guitarrista bogotano Santiago Sandoval editó ‘En la casa’, su primer disco como solista en el que reivindica su estrecho vínculo con las sonoridades latinoamericanas. Su apuesta en solitario se aparta de la exuberancia técnica y reposa en la levedad como sucede en las vaporosas versiones de “Drume negrita” y “La gata golosa”.


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Acerca de su debut como solista para el sello estadounidense Relative Pitch, la saxofonista y clarinetista María Valencia puntualiza: "«Compendio de Alofonías abisales' fue imaginado entre el municipio de Sutatausa (Colombia) y las montañas de Banff (Canadá). Finalmente fue grabado en julio de 2022 durante una residencia artística en el Banff Centre for Arts and Creativity.  Inspiradas en viejos manuales naturalistas, las piezas que componen esta grabación son fugaces taxonomías sonoras que revelan ambiguamente los movimientos del viento, el juego de las martas, el baile de las arañas, la hiperactividad de los cernícalos, la increíble vida flotante de las comunidades neustónicas y las melodías azarosas que entretejen los toches». 


Sonidos del sur


El guitarrista de origen pastuso Camilo Ibarra presentó ‘Transeúnte’, un disco que contiene reminiscencias sonoras del Carnaval de Blancos y Negros. Acerca de su debut, Camilo nos invita reflexionar sobre la complejidad de la migración artística y su impacto en la riqueza y diversidad de las expresiones musicales: «La migración de artistas en países musicalmente centralizados como Colombia plantea cuestionamientos acerca de la diversidad cultural y la influencia de las capitales en la expresión artística. ¿Se diluye la identidad musical al trasladarse, o se enriquece al entrar en diálogo con nuevas influencias? ¿Es la centralización un obstáculo para la autenticidad cultural, o una oportunidad para el intercambio creativo? ».


Conformada en Popayán hacía 2014, Mestizzaje es un laboratorio creativo liderado por el trompetista Cristian Andrés Castro, quien se ha concentrado, particularmente, en la exploración de músicas de las dos costas y las sonoridades andinas. Aunque ‘Sonidos del paraíso’ (2017) y ‘Alma mestiza’ (2022) fueron publicados hace unos años, los reseñamos pues en 2023 este par de discos circularon comercialmente tras la llegada a las plataformas digitales. Incluso “Tambó’, una pieza incluida en ‘Alma mestiza’ -que mezcla rastros de bambuco viejo del Pacífico y algo de bambuco andino-, se mantuvo durante varias semanas en el Top 20 de la Radio Nacional de Colombia. 


Síncopa antioqueña


La agrupación De Chonta nació a finales de 2019 en el municipio El Retiro, ubicado al oriente del departamento de Antioquia. Conformado por Alejo Jaramillo en el saxo soprano, Luis Bernardo Durango en el piano, Juan Manuel Calderón en el bajo y Santiago Bedoya en la batería, el cuarteto debutó con ‘Sonidos colombianos’, un disco que, según el saxofonista, se trata, tal vez, del primer trabajo de jazz colombiano gestado en tierras guarceñas. La grabación, que recuerda el sonido del primer Puerto Candelaria, fue presentada en Villa de Leyva Jazz Festival y la décima edición del Festival Voces del Jazz en Cartagena. 


La presencia de bateristas compositores o concertistas en la historia del jazz colombiano es escasa. Si bien no registraron piezas de su autoría, José Armando Torres y Plinio Córdoba abrieron la brecha en la década de los sesenta actuando como líderes de sus agrupaciones. Con la aparición de ‘Transición’ (1999), disco debut del bogotano Víctor Bastidas, la figura del intérprete creador ganó protagonismo. En esta escasa lista –donde también podemos enumerar a personajes como Juan Camilo Anzola, Juan Felipe Calderón, Juan Camilo Sánchez o Diego Oyola- aparece el baterista medellinense Santiago Restrepo, quien presentó ‘Intemporal’, una suite flexible –que crece entre armonías modales y poliritmias- publicada por el sello Música Corriente e interpretada magistralmente por Antonio Arnedo en el saxo soprano, Humberto Arias en el saxo tenor
Sam Farley en el piano y Felipe Gómez en el contrabajo.


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En ascenso


El guitarrista Daniel Felipe Pulido Rueda presentó dos discos, uno a su nombre y otro firmado por el cuarteto Fotuto. Respecto al primero, Daniel aclara lo siguiente: «’Música Atolondrante’ es un álbum que busca tejer un puente entre algunos referentes de la música de Santander, tanto urbana como rural, con el jazz afroamericano de vanguardia representado en músicos como Anthony Braxton, Charles Mingus y Thelonious Monk. El título alude a una palabra muy santandereana que es sinónimo de aturdimiento; por lo tanto, el disco invita a escuchar música que aturde. Está compuesto por siete composiciones originales y un arreglo de la marcha fúnebre para piano de Temístocles Carreño llamada “Palo Negro”, en honor a las víctimas de la masacre previa a la Guerra de Los Mil Días».


Respecto a Fotuto, el guitarrista de ancestro santandereano, puntualiza: «Fotuto nace en 2019. Su nombre alude a un instrumento de viento, ya sea una caracola o una flauta de madera, que los nativos prehispánicos utilizaban como instrumento para convocar a reuniones o ceremonias. Este gesto de convocatoria es el que tomamos para invitar al público a interactuar con nosotros a través de la música. ‘Inocencia limítrofe’, nuestro debut, es un álbum de jazz rolo que busca dibujar un encuentro entre las regiones naturales de Colombia y Bogotá desde prácticas de improvisación que asumimos como rituales de iniciación».


Una de las revelaciones de la pasada versión del Festival Internacional de Jazz Teatro Colsubsidio fue la flautista bogotana Anamaría Oramas, quien presentó ‘Ramas lejanas’, una grabación editada por el sello In.Correcto. Dentro de su búsqueda intuitiva por las músicas de vientos colombianas, Oramas evoca el altiplano, las montañas y las sabanas de Bolívar como sucede en “Canción de luna”, una pieza que gira alrededor de la gaita y en la que coinciden varias generaciones de intérpretes locales como María José Salgado, Jorge Sepúlveda, Santiago Sandoval, Martín Guzmán y Nicolás Gámez. 


Luego de culminar sus estudios de música y musicología en Lyon, Francia, el guitarrista Sergio Páramo regresó a Bogotá en 2020 y presentó ‘Rom’, un debut marcado por la exploración de músicas gitanas, aires de joropo y bambuco. Algo de esto permanece en ‘Arabesco’, su más reciente producción discográfica donde Páramo se entrega a un sonido muy rockero y progresivo que, entre otras cosas, nos recuerda al sonido noventero de Tribal Tech. Vale la pena resaltar la técnica diáfana y depurada que sobresale, por ejemplo, en “Arabesco 7”, una composición original de Pedro Florez a ritmo de pajarillo corrido.


Leyendas en acción


Residente desde hace una década en Alemania, el saxofonista Pacho Dávila ha mantenido intactos los lazos con Bogotá y la escena del free y la música experimental. En mayo de 2023, durante dos noches en el emblemático Matik Matik, Dávila convocó a improvisadores como Ricardo Arias, Santiago Botero, Santiago de Mendoza y Jairo Rodríguez. El resultado de la reunión es un disco que salió editado un par de días después de los recitales. ‘Vagabundo. Live in Matik Matik’ contiene monumentales piezas de largo aliento en las que hay comunicación telepática, riesgo y una vocación vital por la expresión primitivista. 


Luego de más de dos décadas sin publicar un disco a su nombre –recordemos que su última grabación había sido ‘Magenta’, de 1999- el pianista y pedagogo samario William Maestre regresó al escenario discográfico con ‘Semblanzas’, un disco en formato big band auspiciado por la Vicerrectoría de Investigaciones y el programa de formación musical de la Facultad de Creación y Comunicación de la Universidad del Bosque en Bogotá. Compuesta por 8 piezas que evocan aires de chandé, fandango, tambora, bullerengue, champeta y chalupa, la grabación se enfocó en el análisis y reinterpretación de rítmicas particulares del sistema sonoro del caribe colombiano, centrándose en elementos de la interpretación de los tambores de amarre y su ejecución en tradiciones específicas como la del bullerengue, la tambora y algunas relacionadas a los sonidos de carnaval.


En septiembre se estrenó en las salas de cine ‘Viva Edy’, el documental con el que el melómano y cineasta empírico Carlos Ospina le rinde homenaje Edy Martínez, leyenda continental del jazz latino y la salsa. Además de narrar una biografía extraordinaria, la pieza audiovisual está atravesada por escenas que recrean visiones oníricas del pianista pastuso. El escenario de alguno de estos sueños fue el desierto Mirage Lake, ubicado a un par de horas de Los Angeles, California. Uno de los fotogramas sirvió para la portada de ‘Celebration’, el más reciente disco de Edy -grabado en los legendarios estudios Egrem de la Habana- que contiene, entre otros, una nueva suite en 4 movimientos, una poderosa versión de “Yiri yiri bon” y la revisión de “Indestructible”, una canción grabada originalmente en 1973 con la orquesta de Ray Barretto y que, para esta ocasión, contó con la voz de Yuri Buienaventura.



¡Ñapa para la biblioteca!

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Con el patrocinio de la Universidad Tecnológica de Bolívar, el músico e investigador Federico Ochoa publicó ‘Love thy neighbor: la vida musical de Justo Almario’, una biografía que aborda con calidez los pormenores de una fabulosa existencia.

Desde el niño que escuchaba embelesado a la orquesta de Pello Torres al joven que reemplazó a Paul Gonsalves en la orquesta de Duke Ellington, Ochoa nos invita a recorrer los pasos errantes del saxofonista sincelejano que adquirió destreza en la cruda noche bogotana, hizo tronar su saxofón en el indómito escenario de la salsa neoyorquina y luego, sosegado por sus convicciones espirituales, se instaló finalmente en Los Angeles, ciudad donde formó familia y vive desde principios de los años ochenta.

Sin que los rigores de la investigación sometan a la emoción genuina, el autor echa mano de la crónica, el reportaje, la conversa jovial, el contraste de fuentes variopintas y la minuciosa indagación fonográfica para esclarecer una historia que, hasta bien entrada la década de los noventa, se mantuvo limitada a las imaginerías orales y los relatos hagiográficos.
 

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