¡Trece años sin Joe Arroyo! Recordemos algunas canciones que lo inmortalizaron
Hace 13 años falleció el Joe Arroyo, uno de los artistas colombianos más grandes y para conmemorar su obra recordemos algunas canciones que lo inmortalizaron.
Foto: Libro 'El Centurión de la Noche' de Mauricio Silva
Carmen Mandinga
Este 26 de julio se cumple un aniversario más de la despedida de nuestro queridísimo Álvaro José “Joe” Arroyo, uno de los músicos más recordados por los bailadores colombianos y en la Radio Nacional de Colombia lo celebramos con algunas de sus canciones más representativas.
La Rebelión
La pieza más reconocida de autoría del Joe, fue grabada inicialmente por Joe Urquijo con el nombre de “El Mulato” pero alcanzó mayor éxito cuando salió la versión de su propio autor, llegando a ser casi un himno para todos los colombianos.
En Barranquilla me quedo
Como la misma letra lo dice, Cartagena vio nacer al Joe, pero fue Barranquilla la que lo acogió desde muy joven y lo vio hacerse el gran músico que hoy recordamos. Por eso, esta canción contagia tanta gratitud y entusiasmo entre quien la escucha y la baila.
Tania
Grabada por Fruko y sus Tesos cuando Joe hacía parte de sus filas, la canción Tania fue de las primeras que el músico escribió. Muchos piensan que estaba dedicada a su hija, pero la historia fue al revés: Joe tuvo la inspiración de componerle una canción a una supuesta Tania y posteriormente llamó así a su primogénita.
Echao pa’lante
Una dura crisis personal le costó al Joe su prestigio profesional, la gente rumoraba que los proyectos de los que hablaba eran “puras mentiras”. Una vez se recuperó, el artista demostró que sus intenciones eran ciertas, por lo que llamó a su orquesta “La Verdad” y con ella lanzó esta canción de resiliencia que describe perfectamente ese momento de su vida.
La Guerra de los Callados
Además de ponernos a cantar y bailar, Joe Arroyo nos dejó esta canción para reflexionar. En ella nos recuerda que nuestro silencio ha sido una de las armas más poderosas para perpetuar el conflicto en nuestro país. Más de 3 décadas después, esta dolorosa letra mantiene su vigencia.