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Las mujeres en la obra del compositor santandereano José A. Morales

Más de 300 composiciones dejó José a Morales, su principal inspiración, las mujeres, el paisaje y el primer bambuco protesta de Colombia.
José A. Morales, el compositor santandereano de la patria y las mujeres
Foto: Cortesía.
Sandra Heliana Ortiz

‘Campesina santandereana’ es parte de la banda sonora que une el pasado y presente de Santander, un himno a la belleza de las mujeres de esta región, pero solo si se oye de prisa, porque en cada verso lo que hay es una declaración de amor, es el poeta enamorado de aquello debajo del corpiño, del camisón de holán, de ese olor a fruta, del sabor a miel de una chica rural y que, a la postre, terminó por identificarlas a todas, incluso las citadinas.

Pero más allá de este infaltable, las mujeres fueron un tema recurrente de bambucos, pasillos y valses de la música andina colombiana del siglo XX, de la que José A. Morales fue el más célebre compositor.

En las canciones de amor del maestro “hay una buena parte de su obra dedicada a ellas, a su belleza y al hecho mismo de ser mujer”, dice Martín Parra, tiplista y periodista cultural.

“María Antonia es la ventera,

más linda que he conocido,

tiene una tienda de besos

al otro lado del río”.

María Antonia, José A. Morales

jose

En cuanto a “las canciones de desamor de José, no son las trágicas, como aquellas “con mujer ingrata y madre muerta’. En él, hasta el despecho es galante y cortés”, dice con humor ácido, característico de la santandereanidad, el músico, sociólogo y escritor Orlando Serrano.

“Aunque si bien en algunos de sus temas son objeto de recriminaciones, siempre hay un tratamiento decoroso, una consideración especial”, agrega.

“Mi señora Rosario, muy buenas noches

ábrame usted su tienda solo un momento

Porque vengo cansado desde muy lejos

Y traigo el alma enferma de sufrimiento”.

Doña Rosario, José A. Morales

Morales tiene decenas de canciones con nombre de mujer: ‘Marielena’, ‘Socorrito’, ‘María Antonia’, ‘Luz Alba’, ‘Doña Rosario’, y otras, donde sus relaciones con las mujeres se esconden en los títulos como ‘Soberbia’, ‘Mi perdición’, ‘Te vas’, ‘Tu cruel olvido’, y más, en total se le atribuyen al menos 300 composiciones.

Incluso, en su obra instrumental “que es la menos conocida, hay un pasodoble, muy al estilo español, dedicado a la colombiana Esperanza Gallón, que fue Miss Mundo, y que lleva su nombre”, revela Parra.



Y hay otros títulos de nombre hermoso, con nombre de mujer, “de las que solo podemos imaginar qué historias esconden o trata de contarnos ‘el cantor de la Patria’ porque no quiso o no alcanzó a acompañarlos de letra: Marta la presentida, en ritmo de danza, y Los gamines de Yolanda, en ritmo de bambuco”, agrega.

Mal de amores y solo mujeres bellas

Al margen de si detrás de cada composición hubo una mujer real al que dedicó sus versos de amor o de desdicha, el sociólogo Serrano, afirma que “al parecer no era un buen conquistador, y hay en sus canciones hay un reflejo involuntariamente autobiográfico, hay mucho de amores fallidos”.

Y sobre cómo se dibuja a las mujeres, más allá del trato galante, que menciona atrás, asegura que es la pintura clásica de la primera mitad del siglo XX, bella, pero prácticamente decorativa “uno no puede esperar que José compusiera por fuera de los cánones sociales de la época, sin embargo, ya es bastante que no haya alusiones agresivas o degradantes hacia ellas” en un tiempo donde estas situaciones estaban naturalizadas.

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