Juan Pablo Muñoz Melo es un joven talentoso oriundo del municipio de El Doncello, Caquetá, que ha demostrado que las barreras no existen cuando se tiene pasión y dedicación. Su vida es una inspiración, no solo por ser un músico excepcional, sino también por haber superado desafíos desde su nacimiento.
Nació el 28 de diciembre de 2001 en Florencia, Caquetá, fue un bebé prematuro de siete meses de gestación, y debido a complicaciones al ser internado en una incubadora, perdió la visión por el desprendimiento de retina en ambos ojos. Sin embargo, esta condición no ha limitado su desarrollo. Desde muy pequeño, mostró una sensibilidad especial hacia la música, que con el tiempo se convirtió en el motor de su vida.
La música llegó a Juan Pablo incluso antes de nacer. Durante su gestación, estuvo rodeado de sonidos de música clásica que su madre escuchaba constantemente, lo que marcó un vínculo profundo con este arte.
A los cinco años comenzó a tocar el piano de manera empírica, aprendiendo a través del oído. Escuchaba canciones en la radio y las reproducía con notable precisión. "Desde pequeño, mi casa estuvo llena de música. Siempre hubo ese estímulo, y gracias a eso me enamoré de compositores como Mozart y Beethoven", recuerda.
En 2012, con apenas 10 años, ingresó a la Casa de la Cultura Jesús Ángel González Arias de El Doncello, donde tuvo su primer acercamiento formal con la música gracias al maestro Hernando Cediel Valencia. Allí aprendió las bases pianísticas y formó parte de la Banda Municipal de El Doncello, su primera agrupación oficial, en la que permaneció hasta 2018. Este fue el inicio de su trayectoria como músico profesional.
Maestros y agrupaciones que marcaron su camino
A lo largo de los años, Juan Pablo se rodeó de mentores que contribuyeron significativamente a su formación musical. Entre ellos, el maestro Óscar Jonathan Roncancio, quien lo introdujo en una agrupación de música alternativa de la Caja de Compensación Familiar de Caquetá (Comfaca). Con esta agrupación exploró géneros como la música andina y colombiana, pero también incursionó en música tropical, interpretando canciones de Pastor López, Los Hispanos y los 50 de Joselito, entre otros.
Otro maestro clave en su vida fue John Jairo Marín, conocido cariñosamente como "Yacas". Con él formó la agrupación Cien de Cilantro, enfocada en música tropical, salsa y merengue, con la que participó en diversos eventos municipales y departamentales. Posteriormente, trabajó con el maestro John Javier Gutiérrez Lozano, quien fundó la coral Voces de mi Tierra. En este coral, Juan Pablo fue el pianista oficial, interpretando música colombiana y cristiana con gran éxito.
En paralelo, también integró la agrupación Combo La Chispa, con la que realizó presentaciones en festividades como el San Pedro, en municipios como Florencia, El Paujil y su natal El Doncello. Además, acompañó como pianista a cantantes locales como Laura Marcela Zambrano y Hernando Pachón, resaltando el talento artístico del municipio.
Una educación dedicada al arte
Juan Pablo estudió su educación básica y secundaria en El Doncello, primero en la institución educativa Jorge Abel Molina y luego en el colegio Corazón Inmaculado de María. Durante esta etapa, se destacó como músico acompañante en eventos escolares, apoyando a sus compañeros en presentaciones y actos culturales.
Finalizado el bachillerato en 2021, Juan Pablo decidió perseguir su sueño de estudiar música de manera profesional. En 2022 presentó la admisión a la Universidad Nacional de Colombia, preparándose de manera autodidacta con obras de compositores como Bach, Beethoven, Liszt y Debussy. Su talento y esfuerzo le valieron un lugar en el prestigioso Conservatorio de la universidad, donde actualmente cursa el quinto semestre de Música Instrumental con énfasis en piano.
El salto a la excelencia académica y profesional
En Bogotá, Juan Pablo tuvo la oportunidad de trabajar con maestros destacados como Alena Krasutskaya, pianista rusa que lo orientó desde su ingreso a la universidad, y William Mac McClure, quien le enseña teoría musical avanzada. Además, ha aprendido a leer partituras en braille, un sistema que le permite profundizar en la interpretación y análisis musical.
A lo largo de su formación en el conservatorio, ha participado en recitales como solista en escenarios emblemáticos como el Auditorio León de Greiff, y ha colaborado con otros músicos en música de cámara, interpretando obras de Mozart y Beethoven. También ha explorado géneros tradicionales colombianos, como bambucos y pasillos, reafirmando su amor por la música nacional.
Un futuro prometedor
Hoy, con 22 años, Juan Pablo no solo es un músico destacado, sino también un ejemplo de resiliencia y superación. Continúa perfeccionando su técnica en piano y ampliando sus conocimientos en teoría musical, armonía y contrapunto. Su meta es seguir representando a su municipio y al departamento de Caquetá en escenarios nacionales e internacionales, demostrando que el talento y la pasión pueden romper cualquier barrera.
"Lo que falta es muchísima música por hacer, muchos proyectos que tengo en mente, poder dominar muy bien la lectura musical en Braille y sacar las partituras que yo quiera, porque también soy compositor," concluye Juan Pablo con entusiasmo y determinación.
Aquí puedes ver a Juan Pablo en una de sus interpretaciones: