Arte y conciencia ambiental: obras que en Putumayo invitan a cuidar el planeta
Óscar Sanda, gestor cultural del pueblo indígena kichwa, aprovecha las bellas artes para sensibilizar a la humanidad sobre la importancia que tiene la Amazonía para la vida.
Los irreparables daños ambientales que diariamente provoca la humanidad a la ‘madre naturaleza’, impulsan a los pueblos indígenas de la Amazonía colombiana a emprender acciones para detener su destrucción y promover en sus territorios la preservación de la biodiversidad.
Para mostrar al mundo los exuberantes ecosistemas con los que actualmente cuentan los 13 municipios del departamento del Putumayo, Óscar Sanda; artista del pueblo indígena kichwa, aprovecha las bellas artes para recorrer la región y mostrar a Colombia y al resto del planeta lo más destacado de ella.
Su recorrido cultural lo inicia en el Valle de Sibundoy, piedemonte andino; del que destaca la sabiduría de los taitas, cuyos conocimientos están consagrados en ritos y diarios aconteceres que les permiten contribuir en la prolongación de la vida.
Una de las especies con las que el gestor cultural exalta a la fauna, a la unidad social y a la libertad es el colibrí. Con esta ave, de gran proliferación en los cielos del alto Putumayo, visibiliza el trabajo rural de los ‘abuelos sabedores’ y a la vez motiva a la comunidad a cuidar aquellas especies que contribuyen en la fertilidad de los cultivos de papa, maíz y mora que a lo largo del año brotan de las parcelas del Valle de Sibundoy.
Por esas bondades; también representa al colibrí como un ser portador de la antigua sabiduría de los pueblos amazónicos. Para los taitas, asegura que es el guardián de los secretos ocultos de la selva y el depositario de los conocimientos que se transmiten de generación en generación.
“Con gracia y determinación, el colibrí vuela sin cansancio, llevando consigo mensajes de paz y sanación espiritual. En cada batir de sus alas disemina la esperanza y el llamado a proteger nuestra casa común”, expresa el maestro leguizameño; al mismo instante en que interpreta sus obras.
Mientras prepara el óleo y el lienzo para representar a otra célebre especie que en las noches surca los cielos de Santiago, Colón, Sibundoy y San Francisco; no se cansa en repetir que es tan íntima la conexión que predomina entre sus ancestros y la madre tierra que la sabiduría de los taitas también se refleja en los búhos.
“El conocimiento de los taitas y su protección los represento a través de aquellas aves. Por eso en mis pinturas; los búhos siempre están alerta y mirando fijamente al frente”, comentó al tiempo que prepara una de sus obras con las que a finales de este año representará a Putumayo y a Colombia en el festival Viux Art International en Qatar, donde más de 300 artistas de todo el mundo, en noviembre de este 2023 sensibilizarán a la humanidad sobre los daños provocados por el cambio climático.
“La cultura es la mejor herramienta que tenemos los artistas para mover el corazón de la humanidad y hacerle comprender que en sus manos está la prolongación o extinción de la vida. Por eso, a través de mi manifestación artística, también rindo homenaje al jaguar, especie en vía de extinción cuya protección está en manos de todos los putumayenses”, comentó; al subrayar que para los pueblos originarios ese felino es un ser que infunde respeto.
Mientras en el lienzo representa a dicha especie que en algunos pueblos ancestrales también es conocido como "el hijo solar" o "el mensajero cósmico".
Óscar expone detenidamente todas las cualidades físicas del jaguar
“Su penetrante mirada refleja la sabiduría ancestral que ha sido transmitida a lo largo de los siglos. Con su imponente presencia, el jaguar simboliza la fuerza, el respeto y la defensa de su territorio, es insignia de la armonía entre el hombre y la naturaleza”, expresa.
Al mismo instante en que perfila la silueta de ‘El mensajero cósmico”, argumenta que en aquella divina danza por la vida que une al colibrí con el jaguar, dicha ave se acerca al felino entregándole el mensaje de sanación y protección.
“El jaguar, en su infinita sabiduría, recibe el mensaje con gratitud y lo lleva en su corazón. Es en esa conexión en la que se convierten en guardianes, defensores de la madre naturaleza y propagadores de la sabiduría de los pueblos indígenas de la Amazonía colombiana”, diserta.
Liderazgo espiritual
El taita es otra importante figura en el pueblo kichwa porque representa al líder espiritual y guía de la comunidad.
“Junto al colibrí y al jaguar, el taita también está presente en mis pinturas. Él, tiene un conocimiento profundo de la naturaleza y sobre todo de las plantas medicinales que se encuentran en la selva”, manifestó Óscar al indicar que los “abuelos sabedores” son capaces de usar la sabiduría para sanar a los enfermos y ayudar a sus comunidades en el sostenimiento del equilibrio emocional.
Por eso está convencido que la fuerza de la palabra del taita simboliza la conexión existente entre el hombre y la naturaleza. A través de su conocimiento y vínculo espiritual, el taita puede comunicarse con la selva para recibir su guía y protección.
Es una fuerza poderosa que, en medio de la biodiversidad, permite a las comunidades indígenas sentirse seguras y protegidas.
“En conclusión, la pachamama es la protectora y proveedora de la humanidad, por eso es importante honrarla y respetarla para mantener el equilibrio en el mundo natural. La fauna y la flora que encontramos en la selva son un regalo de la madre naturaleza y a ellas les debemos nuestro respeto y gratitud”, afirmó el gestor cultural tras indicar que la humanidad aún está a tiempo de salvar el planeta.