La empresa de lácteos Parmalat anunció que dejará de comprar dos mil litros de leche diaria a ganaderos de Filadelfia, Caldas. Los afectados aducen que el cambio se debe a la compra de lácteos importados, que en 2020 fueron 70.000 toneladas, lo que representa el 20% de la producción nacional.
El ganadero Julio César Ocampo explicó que el carrotanque de Parmalat, que tiene una capacidad total para 6.000 litros, recogía 2.000 en Filadelfia y 4.000 en Aranzazu. Sin embargo, Aranzazu negoció con otra empresa y para Parmalat dejó de ser rentable hacer el viaje hasta Filadelfia por el resto de la carga.
Así las cosas, los ganaderos del municipio tienen hasta finales de este mes para encontrar otro cliente o para transformar la leche y convertirla en un subproducto; sin embargo, no son opciones fáciles.
“El tema es que el mercado de los subproductos es muy competido, y el consumidor final no sabe que lo que consume como bebida láctea o como queso tiene muy poquito de leche, casi todos son lactosueros o leches reconstituidas, que son productos que el sector industrial trae importados y aquí solamente lo convierten y lo saborizan, y así nos lo venden como productos lácteos”, dijo Ocampo.
Además, los ganaderos se quejan por la pobre representación que tuvo Fedegán en la negociación de los tratados de libre comercio con Europa y Estados Unidos. Las críticas no cesan contra su presidente José Félix Lafaurie.
“Cuando se hizo el tratado de libre comercio con Europa, el señor vino a decirnos que no estuvo en la negociación. Si él hubiera dicho que había que sacar adelante el tratado yo hubiera llevado mis vacas hasta Bogotá si hubiera habido necesidad. Pero ya después de firmado el tratado no hay mucho que hacer al respecto. El señor José Félix Lafaurie está atornillado en el puesto y maneja la federación con intereses políticos, cosa que no debería hacer”, manifestó Ocampo.
Andrés Jaramillo, vocero del Comité de Ganaderos de Caldas, explicó que el panorama general de los ganaderos del país no pinta bien, pues enfrentan las repercusiones de la importación de leche. Adicionalmente, los costos de los concentrados para las vacas de leche o doble propósito se han incrementado en tres oportunidades y se esperan otras tres alzas, para un total de incremento del 15%, mientras que el precio de compra al productor aumentó tan solo el 3,5%.
“Son excedentes de leche que hay en otros países donde son mucho más eficientes. Recordemos que en Estados Unidos hay lecherías que producen entre 100 mil litros y 250 mil litros, y son lecherías automatizadas donde no trabajan más de ocho personas. Además, el maíz y la torta de soya que son básicamente las materias primas para producir concentrados se producen en grandes extensiones, con costos muchísimo más bajos, entonces estamos en desventaja con esos países. Dependemos exclusivamente de importaciones y del dólar, siendo que nuestras lecherías son de tamaño pequeño, ni siquiera mediano, entonces es muy difícil competir en estas circunstancias”, dijo Jaramillo.
Además, mencionó que los tratados de libre comercio no beneficiaron a los productores locales, y presenta como una única salida que el gobierno implore alguna salvaguarda para proteger al ganadero local.
Para Ocampo la solución es informar mejor a los consumidores para que estos sepan que no están comprando productos locales, y quizá ni siquiera productos lácteos completos para presionar a la industria desde el consumo. Y aseguró que aunque el departamento tiene una buena opción en el programa Origen Caldas, hace falta promoción para que el consumidor final privilegie la compra de estos productos sobre los importados.