El huracán Iota fue considerado por muchas personas en Providencia y Santa Catalina como lo peor que les ha pasado en sus vidas. Esta emergencia, a los ojos Braulio Sjogreen, se convirtió en un acto de resistencia y una oportunidad para empezar desde cero.
Hace 12 años, este agricultor de cuna, se dedicó a sembrar plantas de todo tipo, hortalizas, frutales y medicinales. Sin embargo, tras el paso del huracán, el 16 de noviembre de 2020, sus cultivos se arruinaron completamente.
Luego del desastre natural, para Braulio al inicio fue difícil volver a cultiva. Pero por medio de los desechos vegetales que dejó el paso del huracán, encontró la forma de volver a cosechar.
Hoy desde su escuela ‘Fi Wi Roots’ y desde el vivero ‘El Chibolo’, ubicado en el sector de Freetown, Braulio abre puertas a los niños de la isla para que lo acompañen y aprendan a sembrar. Pues con su labor sueña proveer de alimentos a toda la población de Providencia y Santa Catalina algún día.