La Unidad para las Víctimas destinó un presupuesto de alrededor de 4.991 millones de pesos para la implementación integral del PIRC, para los 19 consejos comunitarios, abarcando los componentes simbólicos, materiales y políticos.
Las comunidades de Bojayá han sido de las más afectadas por el conflicto armado que ha azotado al país durante décadas. Sin embargo, cada avance en la región representa un paso más hacia la esperanza. Así lo manifestaron las comunidades al conocerse la protocolización de la Reparación Colectiva para los consejos comunitarios, que han trabajado incansablemente durante años en la reconstrucción del tejido social.
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El evento de protocolización se llevó a cabo en el corregimiento Puerto Conto, donde con la firma del acta que dio paso a la ejecución de los 42 compromisos pactados durante las dos últimas sesiones del Sistema Nacional de Atención y Reparación a las Víctimas (SNARIV).
Este proceso fue encabezado por el alcalde de Bojayá, Hailton Perea, quien destacó la relevancia de la reparación colectiva para las comunidades, subrayando que este es un paso hacia la sanación y el desarrollo local, "esto es algo muy importante y de cumplirse también nos permite a nosotros como administración municipal de una u otra manera seguir la misma dirección, es importante decirle al pueblo bojaseño chocoano, que estamos en la disposición de articularnos con las entidades que se están comprometiendo en el proceso de reparación".
El PIRC contempla un conjunto de acciones orientadas a reparar el daño colectivo causado por el conflicto armado. Estas acciones incluyen el reconocimiento simbólico a las víctimas, la entrega de ayudas materiales y la promoción de medidas políticas para garantizar que las comunidades afectadas tengan voz en las decisiones que los afectan.
“Este es el tercer sujeto en protocolizar e inicia de manera inmediata su implementación, con un compromiso de la Unidad para las Víctimas y las entidades que se encuentran para poder materializar en los siguientes tres años, veintitrés medidas de reparación”, manifestó María Fernanda Angulo, directora territorial de la Unidad para las víctimas en el Chocó.
Dentro de los compromisos asumidos, se incluye la construcción de dos canchas deportivas para las comunidades de Napipí y Carrilo, con el objetivo de promover la recreación y el deporte en estas áreas. Además, se llevará a cabo un proyecto productivo en la comunidad de El Tigre, enfocado en la instalación de una planta de procesamiento de hielo, lo que contribuirá al desarrollo económico y al fortalecimiento de la infraestructura local.
“Es una deuda que estamos pagándole o restaurándole por fin a esta comunidad, porque esto que ha denominado la comunidad como un sueño esperanzador, es por fin pasar de la conversación a la acción. Acción con proyectos, con actividades, con apoyos, con talleres, con elementos que van a transformar el territorio y que van a permitir que una comunidad étnica, como es la comunidad afro de Bojayá pueda tener un proceso de reparación”, agregó la directora territorial de la Unidad para las víctimas en el Chocó.
Los líderes comunitarios presentes en el evento expresaron su agradecimiento por el avance en la reparación y resaltaron la importancia de que el proceso no solo se centre en la entrega de recursos, sino también en el fortalecimiento del tejido social y la recuperación de la confianza entre los habitantes.
Con este avance, se espera que los 19 consejos comunitarios de Bojayá puedan iniciar una nueva etapa en su camino hacia la paz y el desarrollo, con la esperanza de que el PIRC sea un motor para la transformación positiva en esta región del país.