Proteger el delicado equilibrio natural del desierto de la Tatacoa, que incluye especies de fauna y flora, fuentes de agua y un paisaje muy atractivo para el turismo que incorpora también riquezas paleontológicas y de astronomía, es el objetivo del Plan de Manejo Ambiental que acaba de ser presentado por la Corporación del Alto Magdalena ante comunidades y autoridades del municipio de Villavieja, en el norte del Huila.
El plan, construido conjuntamente con el conocimiento de la población que reside en la región, está dirigido en especial a proteger entornos como el bosque seco tropical, en el que se refugian especies locales y migratorias.
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De igual forma, espera proteger fuentes como los ríos Fortalecillas y Cabrera, así como también la oferta hídrica subterránea.
A partir de ese encuentro con la comunidad, “surgieron conclusiones muy importantes, nuevos elementos para seguir alimentando este Plan de la mano con las comunidades, que se convertirá en el instrumento rector de todos los elementos del turismo y del desarrollo sostenible del desierto de la Tatacoa”, señaló Camilo Agudelo, director de la corporación.
El funcionario precisó que “lo que se pretende es un desarrollo armónico entre la conservación de este ecosistema estratégico y las comunidades que allí habitan”, y aclaró que “no se busca desmontar la producción agropecuaria que hay allí en el territorio”, y tampoco “afectar las formas de vida de las comunidades locales”.
“Todo lo contrario”, agregó: “buscamos que estas propuestas de desarrollo contribuyan a que estas comunidades puedan tener mejores condiciones de vida, siempre sustentada en la explotación sostenible del paisaje y los recursos naturales que tiene la Tatacoa”.
Entre las acciones que espera desarrollar el plan están, “la preservación de tierras degradadas para el turismo de naturaleza sostenible”, y el “uso sostenible para el desarrollo agropecuario y para la recreación”, entre otras.
La Tatacoa, que tiene como epicentro al municipio de Villavieja, tiene una enorme riqueza en paisajes semiáridos, una reserva de fósiles e investigación paleontológica, y cielos libres de contaminación lumínica para la observación astronómica.