Jóvenes y mujeres víctimas del conflicto en Bojayá, apuestan por sus proyectos comunitarios

Grupos de jóvenes y mujeres víctimas de Bojayá (Chocó), crearon este año 2021 alrededor de 15 empresas asociativas y cooperativas como: tiendas comunitarias, misceláneas, cría y venta de cerdos, gallinas ponedoras, cría de peses de estanque y tiendas agropecuarias, como estrategias para superar la falta de empleo e ingresos económicos, generada por el conflicto armado, con el fin de mejorar la calidad de vida de las familias bojayáseñas, y aportar a la paz en este territorio.

El Ministerio de Agricultura, brindó apoyo económico y asistencia técnica a estos 15 grupos de emprendedores. En total son 169 familias víctimas del conflicto armado, que se ubican en la cabecera municipal, en la zona rural y en los consejos comunitarios de la zona sur: San José de la Calle, Puerto Conto, Veracruz, y los de la zona centro, en las veredas La Loma, Piedra Candela y pogue, en el Rio Bojayá.

Adolfo Romaña, promotor técnico productivo, explicó que “el proyecto Construyendo Capacidades Empresariales Rurales Confianza y Oportunidad (el Campo Emprende) está invirtiendo en el municipio de Bojayá 600 millones de pesos, como cofinanciación para quince grupos de Emprendedores, en categorías general, jóvenes y mujeres rurales”.

Romaña explicó que los beneficiarios también hacen un aporte económico de 108 millones de pesos en efectivo como contrapartida, para un total de 708 millones de pesos invertidos en las líneas productivas. Este proyecto se desarrolla en comunidades donde no había tiendas para poder comprar los productos básicos de la canasta familiar.

“El Ministerio de Agricultura, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Agencia Española deCooperación Internacional (AECI), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y por supuesto los aportes de la propia comunidad, están llegando a solucionar estas necesidades básicas en el territorio”, explicó el promotor.

El aporte económico por parte de Ministerio de Agricultura, consiste en la entrega de 40 millones de pesos en efectivo a cada uno de los quince grupos, para la compra de materia prima, materiales de construcción, mercancía, gallinas ponedoras, cerdos entre otros.

La asistencia técnica, con una duración de 18 meses, consiste en brindar apoyo en capacitación, formación de asociaciones, cooperativas, conformación de empresas legalmente constituidas y seguimiento a estas unidades productivas. Los beneficiarios de este proyecto manifiestan estar felices, ya que por medio de estas empresas generan ingresos para sus familias.

Los beneficiarios

Máxima Asprilla, una de las beneficiarias explicó, “soy lideresa, orgullosamente soy cabeza de hogar, hago parte de los proyectos que se gestan a través del Ministerio de Agricultura. Estoy muy agradecida por el proyecto El Campo Emprende, nosotras somos un grupo de mujeres que nos asociamos en esta unidad productiva, nos llamamos ‘Mujeres Luchadoras por la Paz’ (Asumulupaz)”.

La lideresa explicó que su unidad productiva es una miscelánea, donde venden productos de belleza, aseo, medicamentos, artículos de bioseguridad, entre otros. “Estamos muy contentas porque este proyecto nos genera ingresos económicos, con el que podemos comprar lápiz y cuadernos para nuestros hijos, nosotras trabajamos en el proyecto, y con las utilidades le damos el sustento a nuestras familias”, afirmó.

Juan Carlos Palacios también contó su experiencia: “Soy joven beneficiario del proyecto El Campo Emprende, muy agradecido con este apoyo. Tenemos una tienda comunitaria hace varios años y la fortalecimos con el apoyo del proyecto. Vendemos arroz, frijoles, aceite y muchas cosas más para la alimentación de las familias del pueblo (…) Me siento muy contento con todo lo que tiene el negocio, porque me sirve para mantener a mi familia y ayudar a las demás personas que lo necesiten”, explicó el emprendedor.

Estas empresas son una esperanza para los jóvenes y madres cabeza de hogar, que le apuestan a la reactivación económica, la generación de empleo y la seguridad alimentaria, pero sobre todo, a ayudar a estas comunidades a lograr una vida digna y la paz que tanto anhelan.