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Ricaurte, destino ecoturístico de Nariño donde tucanes y colibríes son la sensación

Expertos en avistamiento de aves aseguran que en las 12 reservas naturales del piedemonte costero de Nariño predominan más de 600 especies de pájaros.
Ricaurte: Ecoturismo en Nariño con tucanes y colibríes
Fotografía: Mauricio Flórez.
Juan Miguel Narváez Erazo

El departamento de Nariño, por ser un territorio andino, pacífico y amazónico, cuenta con una amplia y rica diversidad ecológica. Una parte de esta se disfruta en el piedemonte costero, donde el colorido de las aves y sus ensoñadores cánticos se aprecian en las reservas naturales del municipio de Ricaurte.

En estos lugares, Mauricio Flórez, quien en la reserva natural Río Ñambí promueve el avistamiento de aves, argumenta que propios y visitantes tienen la oportunidad de conocer los encantos de más de 600 especies de aves, que van desde el mágico colibrí Emperatriz hasta el fantástico correcaminos.

Fotografía: Mauricio Flórez. 

En el marco de los programas ambientales, afirma que todas las reservas naturales de la región adelantan valiosos proyectos para la conservación y visibilización de las aves. Ñambí es una de las reservas con mayor número de colibríes; sin embargo, a lo largo de todo el piedemonte costero de Nariño, Mauricio asegura que en esta región predominan alrededor de 46 especies propias de la zona, entre ellas el correcaminos, una especie que en algunas partes de Colombia estuvo en peligro de extinción.


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Fotografía: Mauricio Flórez. 

“¿Cómo olvidar al tradicional paragüero? Un pájaro muy elegante de plumaje negro que mide entre 30 y 35 centímetros de altura, y en la cabeza lleva un penacho que se asemeja a un paraguas, con el cual atrae a las hembras”, explica.

También está el tucán de siete colores y otras aves de esta familia, como la denominada tucaneza, un ave muy hermosa de plumaje verde, cuyas tonalidades resplandecen en el firmamento cada vez que vuela. Asimismo, está el chocó tucán, que mide alrededor de 40 centímetros y cuenta con un enorme pico que le sirve para alimentarse de frutas y dispersar semillas.

Fotografía: Mauricio Flórez. 

Este pájaro habita en todo el Chocó geográfico, es decir, desde Panamá hasta Manabí, en Ecuador. Vuela en bandadas y siempre está al lado del paragüero, su fiel amigo.

El sinfónico canto de estas y otras aves se escucha entre las 5:00 y las 5:30 de la madrugada; sin embargo, con el paso de las horas, sorprenden con sus alegres y variados trinos.

En esta zona habita también el tucán de montaña, una exótica especie que, de acuerdo con Mauricio, se encuentra únicamente en la reserva natural La Planada. Esta ave es uno de los emblemas naturales del departamento de Nariño.

“Nuestro territorio ha sido visitado por un importante número de turistas que, en su mayoría, procede de Estados Unidos, Europa, Asia y Australia”, indica.


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Ensoñadores trinos

Hasta las reservas naturales del municipio de Ricaurte no solo llegan visitantes de Medellín, Bogotá, Cali, Popayán y Pasto, sino también de la vecina República del Ecuador.

Sandra Cárdenas, una paisa de 38 años, llegó hace unos días al piedemonte costero de Nariño, motivada por los sinfónicos cantos de las aves que suele escuchar a través de las redes sociales que promueven estos encantadores lugares. Asegura que esto la impulsó a vivir en carne propia la magia de la naturaleza y, por ello, viajó hasta esta región.

Cuando escuchó los primeros trinos de las aves, exclamó que su alma se estremeció. “Son encantadores trinos que, en las grandes ciudades del país, no tenemos la oportunidad de disfrutar”, indicó, tras subrayar que jamás imaginó observar espectaculares aves como el correcaminos.

“En mi adolescencia, estaba convencida de que el correcaminos era una caricatura que solo existía en las tiras cómicas; pero ahora, estando en estas benditas tierras del departamento de Nariño, los guías turísticos y promotores de los avistamientos de aves me demostraron lo contrario”, afirmó la visitante paisa.

Fotografía: Mauricio Flórez. 

En cada canto de las aves de plumajes anaranjados, azulados y verdosos, Sandra descubrió la inocencia de la madre naturaleza. Por eso, pide a la humanidad proteger la fauna y la flora que aún subsiste en Colombia y el mundo.

Hasta las reservas naturales del piedemonte costero de Nariño también han llegado periodistas y comunicadores sociales de otras latitudes del mundo. Motivada por la exuberante belleza de este corredor biológico, este lugar fue visitado por Estefanía Bravo, una joven comunicadora social ecuatoriana que, a través de sus producciones audiovisuales, muestra al mundo la belleza de las aves y sus entornos naturales.
 

Fotografía: Mauricio Flórez. 
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