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La transformación de la caña, una apuesta de las mujeres de Tumaco para la paz

La Asociación de Mujeres Buscadoras de Paz, ubicadas en la zona rural de Tumaco, de manera artesanal le han apostado a la transformación de la caña.
Tumaco: Mujeres le apuestan a la transformación de la caña
Foto: Angela Montilla
Angela María Montilla

Desde hace 3 años más de 20 mujeres en su mayoría madres cabeza de hogar decidieron asociarse para realizar actividades que les generen ingresos y así también mejorar su calidad de vida, entre ellas iniciaron con la venta de productos gastronómicos propios de la región y de fácil comercialización en la zona. 

Pese a que esto les ha ayudado a generar ingresos, no ha sido suficiente, por eso desde hace aproximadamente un año decidieron crear la Asociación de Mujeres Buscadoras de Paz con la que pudieron empezar con la producción y transformación de la caña, “nos dimos cuenta de que la caña se da en todas partes y no tiene tanta necesidad de estudios de suelo y ese tipo de cosas, sino que sale donde uno tira la pepa y por eso decidimos empezar con estos productos”, afirmó Ángela Liliana Quiñones, Representante legal de la Asociación. 

Foto: Angela Montilla

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El reto que comenzaban era grande, porque si bien la asociación cuenta con una diversidad de mujeres, algunas de ellas no conocían nada del proceso relacionado con la caña, mientras que otras desde pequeñas practicaron este quehacer diario. El caso de Sonia Angulo, secretaria de la Asociación, quien manifestó que cuando ingresó a este grupo no conocía nada del proceso y ahora con apoyo de sus compañeras ha aprendido sobre cada una de las etapas. 

Las abuelas, abuelos, padres y personas mayores han jugado un papel importante no solo en la crianza de estas mujeres, sino también en la transferencia de conocimientos de generación en generación, ya que en parte gracias a ellos hoy se mantiene la Asociación, porque fue de ahí donde aprendieron a hacer la transformación de los productos. 

“Yo de la caña tenía los aprendizajes de mi mamá, sabía cómo se molía, como se pelaba, como se hacía panela y la miel, tenía mucha experiencia y llegué a apoyar a mis compañeras en el proceso” relató Saida Guerrero, tesorera de la Asociación. 

Foto: Angela Montilla



Los productos artesanales y orgánicos 

La miel, la panela, el viche, la limonada y los cocteles que hacen estas mujeres se destacan por su proceso artesanal y manual y también por ser 100% orgánicos, esto desde la caña que se pasa en un trapiche que funciona con seis mujeres, quienes le dan vida a los palos de chonta de los que se compone esta máquina artesanal. 

“El trapiche lo hacemos nosotras, algunos de los muchachos nos han colaborado a ir a la montaña a traer la chonta para hacer el trapiche artesanal, es un proceso tedioso porque estos palos se parten y siempre toca ir montaña adentro a traerlo” contó Liliana. 

A leña y sobre unos ladrillos realizan el proceso de cocción del jugo de caña, de donde obtienen la miel, entre el proceso, para limpiar este jugo utilizan algunas plantas especiales que son las que le quitan la tela que se le va formando al jugo. 

El viche, el producto estrella del pacífico colombiano, con el que no solo hacen las botellas curadas, sino también los cocteles, también es hecho de forma artesanal y con los insumos que cuentan en la Asociación estas mujeres. “El viche lo hacemos de la forma artesanal, se le coloca el alambique y la tapa y encima una sobre olla que es el que hace en frío y así lo aprendimos con las mayores que son quienes tienen el conocimiento y nos han instruido” indicó Quiñones. 

Cada una de estas mujeres le dedican su tiempo y esfuerzo a los proyectos que han logrado con la Asociación porque sueñan con poder apoyar más mujeres y a toda la población de la vereda, así lo destacó Sonia Angulo “somos unas mujeres unidas, que queremos salir adelante y poder ayudar a las mujeres que están por fuera”. 

La comercialización de los productos ha sido otro de los retos, ya que aún no cuentan con las herramientas para tener su propio local, por lo que los productos que están haciendo, los venden sobre pedido, con apoyo de vecinos y allegados que les han apoyado con la difusión de sus productos.

Finalmente, decidieron poner en el nombre la paz, porque se consideran una asociación para la paz por su apuesta a la transformación del territorio, por contribuirle a la legalidad y por la generación de empleo así lo indicó Guerrero, “no estamos tratando con cosas ilegales, sino con cosas que son ancestrales, que ya han tenido nuestras abuelas, abuelos y con eso uno se puede sostener y sostener a nuestras familias”.

Foto: Angela Montilla
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