El embarazo a temprana edad es un tema que continúa preocupando a las autoridades en salud de Caquetá. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), durante el mes de enero del 2022, un total de 129 adolescentes dieron a luz en este departamento. Ocho de ellas fueron niñas entre los 10 y 14 años de edad, lo que según el Código Penal Colombiano constituye un delito dado que la edad de consentimiento para la actividad sexual es a partir de los 14 años.
La Organización Mundial de la Salud define a los adolescentes como las personas de 10 a 19 años, por lo tanto, para la OMS, el embarazo precoz o temprano es aquel que ocurre dentro de esta etapa.
Teniendo en cuenta lo anterior, de un total de 6.517 partos atendidos en 2021 en Caquetá, el 33% de las madres habita en zonas rurales del departamento; el 25%, es decir, un total de 1.652, corresponde a madres adolescentes. De ellas, 103 fueron niñas entre 10 y 14 años. El 29% de las menores cursaba estudios de primaria al momento de tener su hijo y un 0,3%, equivalente a 9 niñas, realizaba estudios de preescolar. Los municipios con el mayor número de casos registrados fueron Florencia, San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá y Puerto Rico (DANE 2021).
De acuerdo con Lina Giraldo, directora de Salud Pública departamental, desde esta institución se encuentran realizando estudios que permitan definir las causas reales del aumento en los embarazos adolescentes entre 2020 y 2021 que fue de un 7% para el último año. No obstante, Giraldo reconoce que “nuestra mayor hipótesis se debe a la pandemia y al confinamiento que tuvimos por los diferentes picos de contagios. “Tenemos que los municipios que presentaron mayor aumento para el último año fueron San Vicente del Caguán, Curillo y Solano”.
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En relación con lo mencionado por la funcionaria, la médica psiquiatra e investigadora de maltrato infantil Isabel Cuadros, destacó en una entrevista para El TIEMPO, que en efecto, durante la pandemia las niñas que sufren violencia sexual al interior de sus hogares, han estado encerradas con sus abusadores, en una situación de vulnerabilidad extrema.
Vale la pena señalar que de acuerdo con el Briefing Departamental de Caquetá, publicado por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en el 2021 la mayoría de casos de violencias de género registrados por la Secretaría de Salud Departamental están relacionados con violencia no sexual (550 hechos) y con violencia sexual (390 casos). La mayor parte de las mujeres afectadas por violencia no sexual tenían entre 27 y 59 años, mientras que las niñas y adolescentes entre 12 y 18 años fueron las mayores víctimas de abuso sexual. (COLOMBIA: Briefing Departamental Caquetá, 2021).
Además, Cuadros reconoce que la mayoría de los delitos sexuales contra menores de edad en el país quedan en la impunidad. Así mismo, destaca el embarazo adolescente como una problemática que a nivel social perpetúa la pobreza toda vez que impide que las madres a temprana edad puedan continuar con sus estudios, cuando organizaciones como el Banco Mundial han demostrado que la educación es una de las principales movilizadoras hacia el ascenso económico y el mejoramiento de la calidad de vida.
En el mismo sentido, Cuadros señala que las consecuencias de los embarazos a temprana edad van desde el riesgo de sufrir cáncer de cuello uterino, hasta la desnutrición y la incapacidad de establecer vínculos afectivos sólidos entre madre e hijo por la inmadurez mamaria. Esto desencadena a su vez situaciones como el maltrato hacia el bebé, lo que impacta de manera negativa en su entorno y su futuro.
Según la directora de Salud Pública de Caquetá, Lina Giraldo, desde la gobernación departamental, a través del Plan de Intervenciones Colectivas, se han puesto en marcha estrategias de información y educación para prevenir el embarazo temprano, en las cuales se incluyen a los y las adolescentes, sus padres, madres y cuidadores.
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“Así mismo, desde la Mesa Departamental de Participación de Niños, Niñas y Adolescentes hemos promovido la información orientada a los derechos sexuales y reproductivos con enfoque individual y colectivo para que exista una sexualidad más responsable”, señaló Giraldo.
También reconoció que se realizan articulaciones con las Entidades Promotoras de Salud (EPS), con las Entidades Administradoras de Planes de Beneficios de Salud (EAPB) y otras instituciones de orden municipal, con el fin de generar acciones que ayuden a disminuir los casos. No obstante, dentro de la información suministrada no se destacan acciones relacionadas con la prevención de abusos o violencias sexuales contra menores de edad.
Vale la pena destacar que este fenómeno social no solo presenta un panorama preocupante en Caquetá sino a nivel nacional, con departamentos como Antioquia, Atlántico, Córdoba, Bolívar y Magdalena, que registran las cifras más altas de niñas entre 10 y 14 años que son madres.
De acuerdo con la investigadora en maltrato infantil, para mitigar las cifras de embarazo en menores es urgente ejecutar una política pública integral en el país, que proteja a todos los niños y niñas de la violencia sexual, que incluya a la comunidad en general, al sistema educativo, de justicia, entre otros y que aporte al desarrollo del país.