Temporada seca en el Quindío ha generado 23 incendios de cobertura vegetal
La Unidad Departamental de Gestión del Riesgo en el Quindío dio a conocer la situación ambiental que se está registrando por cuenta de la temporada seca que inició a mediados del mes de junio, y que deja hasta el momento 23 incendios de cobertura vegetal en diferentes municipios de esta región.
El director de la Unidad de Gestión del Quindío, César Augusto Jaramillo Durán, explicó que, según los registros de la oficina, la mayoría de las emergencias se han registrado en la ciudad de Armenia con cinco incendios de capa vegetal, seguido del municipio de Génova con cuatro, Calarcá y La Tebaida con tres, Córdoba con dos y uno más en el corregimiento de Barcelona.
“Partiendo de estas estadísticas, hacemos un llamado a toda la población para tomar medidas preventivas que ayuden a mitigar futuras afectaciones; por fortuna no han sido de gran magnitud, pero hemos evidenciado que estos incendios se han generado por algunos descuidos bien sea porque dejamos basuras o dejamos botellas de vidrio que generan el efecto lupa, que son los que generan las conflagraciones”, dijo Jaramillo Durán.
El funcionario agregó que la oficina departamental viene desarrollando algunas campañas en diferentes municipios especialmente en las zonas rurales, en donde se brinda información y recomendaciones para evitar que el descuido lleve a la ocurrencia de estos eventos.
“Las recomendaciones que entregamos a la comunidad es que cuando hagan paseos de olla no dejen los fogones prendidos y muchos menos acumulen basuras, así mismo es importante que el sector campesino evite las quemas controladas que de un momento a otro se salen de control y terminan afectando a los vecinos”, indicó el funcionario.
Concluyen los organismos de socorro del Quindío, con que durante el mes de agosto también es importante que la comunidad asegure los techos de sus viviendas, pues los fuertes vientos pueden provocar la pérdida de cubierta y otro tipo de accidentes que ponen en riesgo la vida de las personas, sumado a que muchas veces son los vientos los que propagan más rápido las llamas de los incendios de capa vegetal.
