Las mujeres del Catatumbo: un fortín de resiliencia y esperanza para la región
Resiliencia es la virtud que tiene en común un grupo de mujeres del Catatumbo que fueron víctimas del conflicto armado, pero que, gracias a su valentía, lograron sortear las dificultades. Así fue como nació la Red de Mujeres Comunitarias en esta región.
Una de ellas es Alba Luz Trigos, recia defensora de derechos humanos y quien hace cuatro años se juntó con otras mujeres para crear esta organización. Ella refleja en su mirada la fortaleza de salir con la frente en alto ante cualquier adversidad. Su carácter le permitió convertirse en epicentro para este grupo de apoyo.
“En diciembre de 2018 nos reunimos un grupo de mujeres lideresas para hacer una estrategia de red en torno a algunas amenazas que se nos venían presentando en el territorio”, relata la lideresa.
Para las mujeres del Catatumbo, la creación de este espacio fue clave para sentirse escuchadas y acompañadas, luego de sufrir durante muchos años las consecuencias de la violencia en cada una de las variables en que se presenta.
“Los tipos de violencia que más requieren atención de la que ofrecemos (psicosocial y jurídica), son las de tipo de violencia intrafamiliar y violencia de género”, explica Alba Luz.
De acuerdo con el registro que lleva la Red de Mujeres Comunitarias del Catatumbo, al menos 1.700 mujeres de esta zona fueron víctimas de algún tipo de violencia de género; sin embargo, esto es apenas un subregistro, pues infortunadamente no todos los casos son denunciados.
La intrafamiliar es la forma de violencia más común en esta región del país, pero no es la única. Decenas de mujeres han denunciado también violencia patrimonial, psicológica y sexual, según cuenta Trigos.
Crecer en un contexto con marcados patrones socioculturales adversos ha agudizado la violencia contra la mujer en esta región del país; situación que lleva a casos como el de Sandra*, quien fue víctima de abuso sexual y ha recibido agresiones motivadas por su orientación.
“En el Día Internacional de la Mujer nos llegaron dos tipos y nos dijeron ‘usted se va conmigo y ellas dos se quedan allá’. Mis compañeras dicen que ellas no escuchaban mis gritos”, expresó Sandra, a quien esta agresión la marcó para siempre.
Durante la pandemia, los casos de violencia de género en el Catatumbo aumentaron y por diversos motivos, continúan en la impunidad. La falta de denuncias en unos casos, y la inoperatividad del sistema judicial, en otros, son algunas de las principales razones para que los responsables no sean condenados.
Y a pesar de este panorama desolador, la Red de Mujeres Comunitarias del Catatumbo mantiene su trabajo en defensa de los derechos de la mujer en el territorio.
*Los nombres de algunas mujeres de esta nota fueron cambiados u omitidos por temas de seguridad.
