Las comunidades indígenas en Bojayá, Chocó, advierten que su cultura y sus tradiciones están en riesgo por cuenta de los actores armados presentes en la región. El municipio tiene una población aproximada de 13 mil habitantes y está conformado por 18 comunidades negras y 32 comunidades indígenas que, en su totalidad, viven asentados a orillas del río Atrato.
“Desde el año 1996 con la llegada de grupos al margen de la ley en nuestros territorios, nuestra cultura ha tenido unos cambios muy significativos. Se han perdido muchas costumbres ancestrales”, explicó Ramiro Chanapicama, líder Indígena quien aseguró que la violencia ha hecho que muchos se vayan desplazados de las comunidades, y se dediquen a actividades diferentes a su cultura ancestral.
Ramiro indica que en los cabildos abiertos que se realizan en las comunidades indígenas, “cada vez que el conflicto armado y los grupos lo permiten”, la preocupación por la pérdida de identidad es un tema central. “Tenemos mucha preocupación por el futuro de nuestros pueblos porque los jóvenes y niños que son el futuro, no están creciendo con el arraigo a su cultura”, manifestó el líder indígena.
El desplazamiento, según los líderes indígenas, genera en los jóvenes la pérdida de las costumbres y creencias de su comunidad, ya que prefieren dedicarse a otras actividades que se consideran occidentales.
“Los jóvenes en su mayoría están metidos en la tecnología, (...) aunque agradecemos que tenemos la educación más cerca, se ha venido presentando que no quieren trabajar en el campo, no cultivan, y están más pendientes de asistencia y subsidios que pueda dar el Estado”, afirmó Ramiro.
Ramiro comenta que las comunidades indígenas históricamente no han tenido acceso a la salud, por lo que se han visto obligados a recurrir a la medicina tradicional o ancestral, que en gran medida se ha visto afectada por la dinámica del conflicto armado.
“Los jaibanas, quienes han sido por tradición y cultura los médicos tradicionales y guías espirituales de estas comunidades en toda su historia, están desapareciendo, dado que las nuevas generaciones cuando salen del territorio y se mezclan con otras culturas, ya no se interesan por aprender la sabiduría tradicional, lo que ha generado que muchas comunidades no cuentan actualmente con médicos tradicionales, y los indígenas que antes no iban a hospitales, hoy en día son los que más acuden a estos centros de salud.
La presencia de los grupos armados en ha causado el desarraigo de estas comunidades con sus territorios y se han visto obligados a desplazarse y compartir de manera pacífica otras tierras con las comunidades afro de la región.
Según el líder indígena, en el último censo realizado por los cabildos, (CAMAIBO, ACIRUB, Y DRUAWANDRA), 400 indígenas viven actualmente desplazados en Bellavista (cabecera municipal), estas personas son principalmente de comunidades como: Chano, Mojaudo, Salinas y Unión Chocó.
Según la Personería Municipal de Bojayá, para el año 2020, las comunidades indígenas de Guayabal, Nueva Jerusalén y Nuevo Olivo, se desplazaron de forma masiva, lo cual dejó como saldo más de 600 personas desarraigadas, con el agravante que en su mayoría eran niños. El mismo informe señala que se presentaron alrededor de 50 desplazamientos individuales.
En lo que va corrido del 2021, se han desplazado más de 20 familias por amenazas de muerte e intimidaciones de los grupos armados al margen de la ley, afirma Yasely Martínez Palacios, personera municipal.
Bajo este panorama se hace imposible que las comunidades indígenas hagan uso de sus costumbres ancestrales lo que ocasiona el desarraigo y la pérdida de identidad cultural.
Por ello, y según lo dicho por Ramiro, “la cultura indígena de Bojayá en medio del conflicto armado está en peligro de perderse”.
La Defensoría del Pueblo publicó el 5 de agosto de 2021, el Comunicado 128 de 2021, por medio del cual pidió acciones conjuntas para proteger las comunidades en Bojayá, el Medio Atrato en Chocó y Vigía del Fuerte en Antioquia, ante la presencia y expansión de las Agc y el Eln en estos territorios.
El defensor del Pueblo, Carlos Camargo hizo el llamado luego de la emisión de la Alerta Temprana Estructural 016-21, para la subregión del Atrato, en las que se resumen hechos recientes que afectan a la población como: homicidios, amenazas, reclutamiento forzado de niños, jóvenes y adolescentes, enfrentamientos armados, restricciones a la movilidad, minas antipersonas y munición sin explotar, todo esto en los territorios de los consejos comunitarios y resguardos indígenas.
Ramiro concluye diciendo que lo que más les preocupa como pueblo es su territorio, ya que de esto depende su existencia; el territorio es la base de vida de estas comunidades que culturalmente todo lo que consumen, lo producen o lo consiguen en estas tierras. Los pueblos indígenas dependen de la selva y los ríos.
“Hoy los indígenas viven lejos de sus tierras, en la cabecera municipal, y ello genera la desaparición de muchas comunidades, una extinción de la cultura de los pueblos indígenas de Bojayá, porque los pueblos indígenas sin territorios no somos nada, la tierra es nuestra madre”, afirmo el líder.