Un total de 22 muertes violentas se registraron en el puente festivo en Cali, la capital del Valle del Cauca. En la cifra, están incluidos los dos jóvenes muertos en medio de enfrentamientos entre manifestantes y el Esmad en el sector de Paso del Comercio, al nororiente de la ciudad.
De acuerdo con el coronel Luis Gómez Luna, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cali, “durante el puente festivo se presentaron una serie de hechos lamentables, que están siendo investigados por la Policía Nacional, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación. Estos hechos lamentables se vienen presentando por una confrontación directa entre estructuras dedicadas al tráfico de estupefacientes, a lo largo y ancho, de toda la ciudad”.
En uno de los homicidios se logró la captura de varios hombres que presuntamente habrían participado en el hecho, “gracias a la inmediata reacción de la Policía Nacional, con el apoyo de la ciudadanía, lograron realizar un plan candado y posteriormente, lograr tres capturas que nos van a permitir el esclarecimiento de uno de estos homicidios”, indicó el oficial.
Según el balance de la Policía, en estos siete días del mes se han realizado 40 capturas con 10 incautaciones de armas, que serán puestas a disposición de las autoridades para poder verificar si están implicadas en los diferentes hechos de homicidios que se han presentado en toda la ciudad.
El coronel Luna señaló que se han diseñado una serie de estrategias, que van a permitir lograr la reducción de los homicidios en toda la ciudad, con el apoyo de la Fiscalía General de la Nación, el Ejército Nacional y unidades del CTI.
“Próximamente llevaremos unos allanamientos que nos van a permitir recoger material probatorio y evidencia física para lograr desmantelar todas estas estructuras que están dedicadas a la venta de estupefacientes y que permiten el sicariato en la ciudad de Cali”, explicó.
Por su parte, el secretario de seguridad y justicia de Cali, Carlos Javier Soler, indicó que las cifras de homicidios han estado disminuyendo en los últimos años, pero siguen apareciendo picos de violencia, que él los atribuye a los ataques contra el sistema de seguridad de la ciudad, con temas como la vandalización de las cámaras de vigilancia, lo que disminuye el control sobre los elementos probatorios.
“Nuestra Policía ha sido sometida a un desgaste y necesitamos subir su moral y estar del lado de la institucionalidad. Una vez pase la coyuntura necesitamos retomar los controles de los barrios seguros, los modelos que se han planteado en el plan de desarrollo y el plan de gobierno”, puntualizó.