Cuando a Luis Enrique Suaza le pidieron que personificara a Juan Valdez, había otras personas con la misma misión. Han pasado casi doce años y es el único que sigue apareciendo en los eventos cafeteros de Algeciras.
En este municipio, que se convirtió en el sexto productor de café del Huila, el Juan Valdez algecireño aprendió que lo único que debe hacer es sonreír y decir, con sus manos, okey, todo bien. “Tal vez fue por el bigote grande que me pidieron que fuera el Juan Valdez”, supone.
Algeciras tiene 3347 productores del grano insignia colombiano, que tienen sus plantaciones en cerca de 6079 hectáreas, según cifras del Comité Municipal de Cafeteros.
Luis Enrique es un pequeño productor, quien convirtió una finca ganadera en una finca cafetera. “Por acá en la vereda La Perdiz, hace 30 años que llegué era muy poco el café que había, ahorita ya no se ven potreros ni ganado, se ven puros lotes de café. Café, café, café”, dice.
Este municipio, ubicado al norte del Huila, ha ido ganando protagonismo por su producción cafetera y por la calidad del grano. El café, como en casi todo el departamento, mueve la economía. Por estos días de cosecha, bajan los carros de las veredas cargados con tulas llenas; se arman trancones en las calles donde se ubican los establecimientos de compra y se ve a los andariegos con sus morrales llegando a buscar trabajo en las fincas.
Café y paz
“Pues el café es un medio de sostenibilidad para las familias de nuestro municipio y es la economía más importante. Es lo que mueve más la platica, mueve el transporte, el comercio, la mano de obra”, resalta Luis Enrique, quien dice que llegó a olvidar su nombre real porque ya se acostumbró a que lo llamen Juan Valdez.
Y luego de la firma del Acuerdo de Paz, el panorama es alentador. “La caficultura mejoró y creció con este tiempo del proceso de paz, se pudo traer gente para comercializar y hubo más tranquilidad para poder trabajar sin tanta zozobra”, anota.
Recientemente, en reconocimiento a la relevancia del sector, se inauguró el Monumento al Café. En el parque principal de Algeciras se erige una despulpadora de gran tamaño con un enorme grano del que brotan imágenes de una mujer recolectora, un hombre con su azadón, un campero cargado de café y la representativa mula. En la inauguración se hizo una exaltación especial a las y los caficultores, entre ellos al señor Luis Gómez.
Llegar a cultivar café
A finales de los años setenta, don Luis Gómez llegó desde Cundinamarca hasta Algeciras a continuar su labor cafetera. Compró un terreno en la vereda Santa Clara baja, lo que hoy es la finca La Argentina. Una vez arribó a tierra huilense se planteó una meta muy ambiciosa.
“Era muy poco el café que vi, la hacienda La Virginia era siempre la más grande en el café y otras fincas. Pero ya luego fue incrementándose y actualmente Algeciras es un productor de café importante. Me vine con el propósito de sembrar unos 50.000 árboles de café. La finca era puro rastrojo y me puse en la tarea de sembrar café y llegué a tener más de cien mil”, cuenta don Luis.
Con el pasar de los años, creció la dificultad de conseguir mano de obra para recolectar la cosecha. Entonces, ahora su cultivo tiene entre cincuenta y sesenta mil árboles de café. Tiene las variedades Tabi, Colombia y Castillo. Esta última es la que más se ha sembrado en Algeciras y ocupa 3691 hectáreas, más de la mitad del total del área cultivada en café en el municipio.
Don Luis hizo parte del Comité Municipal de Cafeteros durante casi veinte años. Cuenta entre sus logros el trabajo con las comunidades en el mejoramiento de vías, escuelas y para la electrificación. Pero hay uno muy importante para él como cafetero.
“Siempre le dije a mis hijos que estudiaran, pero pensando en formar su propia empresa. Y también le pusieron amor al café como lo hice yo y todos están cultivando, tienen sus lotes de café y Javier tiene su negocio en el pueblo, pero también tiene sus cultivos en la finca y no han olvidado la tradición cafetera”, destaca.
El impulso al consumo de café
Javier Gómez, hijo de don Luis, es el propietario de la primera tienda de café especial que se creó en Algeciras. Hoy hay cuatro que impulsan el consumo de café local.
“Nosotros somos el relevo generacional, quisimos avanzar en la cadena de valor y establecimos nuestra tienda de café porque creemos que es donde tenemos que darle ese valor agregado y que nosotros los jóvenes empecemos a ver oportunidad en el mundo del campo. Invitamos a consumir café, a consumir café de Algeciras porque es de muy buena calidad y aparte, estamos apoyando a nuestros caficultores y caficultoras”, dice Javier.
Junto a las tiendas, grupos asociativos o caficultores en particular han creado sus propias marcas de café tostado en grano y molido. Se pueden conseguir cafés de altura, de variedades exóticas o tradicionales. El café en Algeciras es unión, paz y oportunidad.