El eclipse lunar denominado la ‘Luna de sangre’ tuvo punto este 8 de noviembre, según el reporte del portal de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de los Estados Unidos, un evento que no se volvería a ver hasta el 2025.
Este fenómeno astronómico estuvo visible en todo el este de Asia, Australia, el Pacífico y en América del Norte, y se hizo evidente alrededor de las 3:09 a. m. y finalizó a las 6:49 a. m.
De acuerdo con el reporte entregado por la institución aeroespacial norteamericana, el eclipse se vio desde la costa este de Estados Unidos, el Caribe, las Antillas Mayores, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, y partes de Venezuela y Perú.
A juicio de la NASA, un eclipse lunar ocurre cuando el Sol, la Tierra y la Luna se alinean de tal manera que la Luna pasa a través de la sombra de la Tierra.
Durante un eclipse lunar total, toda la Luna cae en la parte más oscura de la sombra de la Tierra, llamada “umbra”. Cuando sucede este tipo de fenómenos, es un hecho notorio que la Luna se vuelve roja. El color rojo ocurre debido a la refracción, filtrado y dispersión de la luz por la atmósfera de la Tierra.
Por otro lado, Alphonse Sterling, astrofísico del Marshall Space Flight Center de la NASA en Huntsville, Alabama, plantea que los eclipses lunares totales ocurren una vez cada año y medio en promedio.
Para observar un eclipse lunar, no se necesita protección ocular especial, a diferencia de uno solar (que ocurre durante el día). Si bien un evento astronómico se puede ver a simple vista, la forma adecuada de apreciarlo mejor es a través de un par de binoculares o un telescopio.