El 8 de agosto del año 2016, la gloria olímpica apareció en la vida de Óscar Figueroa al obtener la presea dorada en la categoría de 62 kilogramos del levantamiento de pesas. El pabellón olímpico de Riocentro en Río de Janeiro fue testigo de uno de los triunfos más importantes del deporte nacional en su historia, siendo el primer hombre en instalarse en lo más alto del podio para Colombia en estas justas deportivas.
El triunfo llegaría después de sufrir importantes lesiones que lo marginaron de las olimpiadas de Atenas 2004 y Pekín 2008, y de rozar la gloria en Londres 2012 cuando obtuvo la medalla de plata y logró el récord olímpico en la modalidad de envión. El oro en Río 2016 fue el epílogo consagratorio de 22 años de carrera en la halterofilia. El acto simbólico de sacarse los zapatos al terminar la competencia parecía anticipar su retiro de la actividad.
Sin embargo, fue hasta el año 2019 que Figueroa finalmente decidió poner fin a su carrera en el deporte de alto rendimiento.
“Con 25 años de carrera deportiva y ya habiendo logrado la gloria olímpica, pues uno quiere dedicarse a otro tipo de actividades. En mi caso, yo quería romper el récord de participar en cinco olimpiadas, pero uno ya no tiene la misma condición para aguantar ese tipo de dolores que provoca la actividad física, entonces uno quiere pasar a otro plano”, señaló el deportista de 38 años de edad, en diálogo con Señal Deportes de Radio Nacional de Colombia.
Posterior a su retiro, se dedicó a compartir con su familia y a terminar su maestría en Gestión Pública, además de realizar una especialización en Dirección y Gestión Deportiva y de dictar un curso llamado Ciclo Olímpico e Inteligencia Financiera para Atletas de Alto Rendimiento, un proyecto que busca educar a los deportistas en el buen manejo de los recursos que devengan de su profesión.
“Consiste en generar esa consciencia a los deportistas para que aprendan a manejar e invertir muy bien su dinero, y que no tengan ciertos traumatismos después del retiro deportivo”, detalló Figueroa.
Resaltó que Colombia no se destaca por ser uno de los países que mejores condiciones económicas les ofrece a sus deportistas, pero que tranquilamente un atleta retirado puede subsistir si aprende a optimizar y multiplicar sus ahorros.
“Los deportistas no tienen esa iniciativa de ahorrar puesto que no se le ha educado en ese sentido. Simplemente se les enseña a desempeñarse en el deporte y a obtener resultados, pero no se mira la parte personal. Es importante enseñarles que esos premios que se ganan en algún momento, pueden ayudarles a construir unas bases económicas para el futuro. Por eso creamos esta iniciativa de asesoría financiera”, sostuvo.
De hecho, el primer curso de inteligencia financiera culminó con éxito el pasado mes de abril, logrando certificar a 24 atletas de diversas disciplinas.
Figueroa contó, además, que se está preparando en el escenario académico para seguir aportándole al deporte colombiano desde el ámbito dirigencial. Sus esfuerzos se dirigen a buscar mejores condiciones laborales y evitar que se sigan vulnerando los derechos de quienes, en sus palabras, son los principales embajadores del país en el exterior.
“Como administrador de empresas yo sé cómo funciona el deporte, aparte lo viví durante 25 años. Sin embargo, hay que alimentar aún más la cabeza con un poco más de conocimiento, para poder enfrentar ese tipo de barreras que surgen en el deporte y en las que se vulneran los derechos de los deportistas”, explicó.
Finalizó diciendo que los grandes cambios deben partir de la educación y de mejorar el trato hacia el deportista.
“Al ver que se le está reconociendo más su trabajo, el deportista va a tener más sentido de pertinencia. Además, habrá mayor motivación para las futuras generaciones de deportistas”, finalizó.