De Santander a Zurich, la historia de la colombiana que trabaja en la FIFA

Aunque su intención era formarse en el viejo continente, crear empresa como sus padres, y su pasión por el fútbol no pasaba del apoyo que le daba a la Selección Colombia cada vez que sabía que había partido, hoy Jenny Pico- su nombre “colombiano”, como dice- o Jenny Ninck- Pico, desde que se casó con un periodista deportivo suizo, trabaja en el departamento de liderazgo técnico, uno de los más representativos de la FIFA, en Zurich, Suiza.  

“No sé de dónde o por qué, desde muy pequeña soñaba con irme a estudiar a Europa, un sueño en el que mis papás- dos personas muy emprendedoras y trabajadoras que tenían sus negocios propios- me apoyaron incondicionalmente y que empecé a cumplir a los 16 años cuando emigré a Francia inicialmente”, cuenta Jenny. 

Allí, en un pequeño poblado galo fortaleció sus conocimientos en la cultura francesa y en el idioma, realizó un intercambio estudiantil, terminó su bachillerato y comenzó la carrera de administración de empresas, apoyada especialmente por la familia que la acogió,  y lo que iba a ser un año de estadía se convirtió en tres años más, mientras terminaba su carrera. 

“Luego de la carrera, y por la cercanía, quise irme para Suiza, a Ginebra, a seguir con mi especialización, pero esta era una ciudad muy costosa, entonces opté por asentarme en Berna, una ciudad muy estratégica, equidistante, siempre pensando en tener mi propia empresa, y en aprender también el alemán”, rememora Jenny. 

Justamente, esa habilidad para los idiomas (ya en Colombia había estudiado algo de inglés) le abrió las puertas para sus primeros trabajos en diversas ONG’s apoyando el desarrollo de programas de patrocinios para niños vulnerables alrededor del mundo y en temas de liderazgo femenino. 

El arribo a FIFA 

“Hice mucho trabajo social, y luego de esas experiencias me tomé un año sabático. Al cabo de ese tiempo empecé nuevamente a buscar trabajo, y curiosamente en una fiesta de cumpleaños, una amiga mía que trabajaba en la FIFA me comentó que había una vacante en el área legal, al principio dudé porque yo no conocía el tema, pero me llamaba la atención que el cargo tenía que ver con la protección de menores, sobre el proceso de transferencias internacionales de menores, y eso me conectó”, comenta Jenny. 

Aplicó a la vacante motivada por saber cómo se manejaba el tema en FIFA pues hasta ese momento era algo que ella no imaginaba que existía, y también de alguna manera curiosa por explorar el mundo del fútbol, un asunto que hasta ese momento no representaba mucho profesionalmente. Pasó varias entrevistas, hasta que finalmente en el 2017 entró oficialmente a la nómina de la entidad, al departamento del estatuto del jugador.  

“En esta área, que es la responsable de establecer y supervisar el reglamento en torno a las transferencias de jugadores, yo debía analizar los casos de transferencias de menores para que un deportista menor pudiera jugar fuera de su país de origen bajo el amparo del reglamento”, explica Jenny.   

Ese mismo año, recuerda, la FIFA creó una liga interna de fútbol para mujeres. Jenny se entusiasmó, se puso los guayos, el pantalón corto y se lanzó,  de forma recreativa, a las canchas a jugar por primera vez. Eso la fue motivando a involucrarse de lleno en el deporte rey. 

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Liderazgo femenino 

En el 2021 a Jenny se le presentó la oportunidad de trasladarse al área de liderazgo técnico, que hace parte de la división del desarrollo del fútbol, un área más enfocada en el fortalecimiento en temas de gestión y crecimiento del fútbol a través de la cual la entidad busca impactar a las más de 200 asociaciones miembro que hacen parte de la organización.  

En resumen, lo que busca el programa es motivar a las federaciones a tener dentro de sus equipos directivos un director de desarrollo que se encargue de promover el fútbol dentro de un país, haciendo uso de las herramientas que ofrece la FIFA a través de capacitaciones, talleres técnicos, charlas en gestión y mentorías, entre otros.

“Es un rol integral que pretende complementar, por ejemplo, la experiencia deportiva de un jugador o exjugador que maneja muy bien la parte técnica pero que puede tener falencias en temas administrativos o directivos; o viceversa, un directivo que conoce de gestión empresarial pero le falta profundizar en lo técnico, así involucramos exjugadores, jugadores que están finalizando su carrera, entrenadores, y profesionales del deporte interesados en promover el desarrollo del fútbol”, señala Jenny Ninck.   

Un trabajo que también se ha orientado fuertemente al empoderamiento del fútbol femenino para mujeres que quieran ser jugadoras, entrenadoras o dirigentes que quieran seguir una carrera en el balompié mundial.  

“Muchas mujeres entraron al mundo del fútbol por pasión, pero esa pasión no garantiza un trabajo eficiente, por eso es importante que estudien, que se preparen si quieren continuar un proyecto de vida a largo plazo en este ámbito. Yo, por ejemplo, soy mentora de una exjugadora chilena, muy joven, que tiene muchas ideas pero que no maneja ciertas dinámicas, yo le brindo herramientas para apoyar y acompañar su trabajo buscando que sea realizable”, apunta.   

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Para la santandereana, el fútbol femenino sigue tomando fuerza y creciendo exponencialmente, en gran medida, gracias al apoyo que la FIFA les brinda tanto en el campo de juego como fuera de las canchas.

“El fútbol femenino tiene algo muy bonito y son esos valores que representa y desarrolla, y pienso que si se sigue apoyando más, desde el colegio, pero también de una manera informal, no tan estructurada, más impulsando el juego de calle, del disfrute del fútbol, eso sin duda hará que crezca aún más”, advierte Jenny. 

Que crezca, como ella misma ha crecido en un terreno que- a sus 16 años, cuando dejó tierras colombianas- no vislumbraba ni por instante, pero que hoy le muestra un camino lleno de oportunidades para seguir “anotando goles” en su trabajo y llevando en alto el nombre de Santander y Colombia.