Han pasado 39 años desde que ocurrió la tragedia en Armero y la herida en el corazón de los armeritas todavía no cierra, en gran parte esto se debe al trato que se le dio a los niños durante la avalancha, donde cientos de menores desaparecieron sin dejar rastro alguno.
La fundación Armando Armero, entre los años 2012 a la actualidad ha documentado 514 casos de niños que se perdieron durante la avalancha y que aun sus familiares todavía esperan encontrar.
Frente a este caso, la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Astrid Cáceres, manifestó que desde la entidad se ha estado reconstruyendo la memoria de lo que pasó en Armero y depurando las lecciones aprendidas en términos de la gestión del riesgo, para la no repetición, especialmente en el tratamiento que se le dio a los niños y que hoy son tela de juicio.
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