El próximo 12 de noviembre, ante el Tribunal Superior de Bogotá, la Fiscalía General de la Nación le imputará cargos al excomandante de la Policía de Bogotá, el general (r) Francisco Patiño, por presuntamente conocer y apoyar la manipulación de la escena del crimen del grafitero Diego Felipe Becerra.
Según el ente acusador, el oficial estuvo de acuerdo con que los policías implantaran un arma en la escena del crimen para así justificar que el patrullero Wilmer Alarcón le disparara, causándole la muerte la noche del 19 de agosto de 2011.
Además, Patiño habría ordenado una ronda de entrevistas para que uno de los testigos falsos del caso, el conductor de bus Jorge Narváez, asegurará ante los medios de comunicación que Becerra estaba armado y lo estaba intentando robar, cuando nada de eso ocurrió, ya que Narváez ese día tenía 'pico y placa'.
Igualmente, en la investigación se demostró que el joven no tenía rastros de haber disparado un arma de fuego y además que en su morral solo había aerosoles y ropa.
El general (r) será imputado por el delito de ocultamiento y destrucción de elementos materiales probatorios, como días atrás lo anunció el Fiscal General Francisco Barbosa.