Este miércoles, la Corte Constitucional dio a conocer una sentencia a favor de las personas que no saben leer o escribir, a quienes el Código Civil en el pasado les prohibía otorgar un tipo de testamento privado.
La Sala Plena, con ponencia del magistrado Antonio José Lizarazo Ocampo, examinó el artículo 1079 del Código Civil, que decía expresamente que "el que no sepa leer y escribir no podrá otorgar testamento cerrado".
El testamento cerrado es un tipo de documento en el que se expresa la última voluntad de una persona. Este se entrega a un notario junto a cinco testigos, pero ni el funcionario ni quienes acompañan podrán conocer su contenido hasta la muerte del testador, que es cuando comienza el proceso de sucesión.
Ese trámite estaba proscrito para las personas con analfabetismo. En su lugar, debían acudir al testamento abierto, un trámite que se hace ante una Notaría con tres testigos, quienes escucharán del notario el contenido del documento y luego firmarán.
Para la Corte, la norma con esa prohibición "es incompatible con la Constitución", debido a que va en contravía del derecho a la intimidad, además aseguró que la disposición "obliga" a quienes no saben leer ni escribir a "exponer su voluntad en voz alta", algo que desconoce "su derecho a guardar la privacidad de sus deseos, anhelos e intimidades".
La Sala valoró la intención del artículo demandado y aceptó que busca acelerar la manifestación de la persona testadora y evitar que la autonomía de alguien con analfabetismo "se viera limitada".
Sin embargo, manifestó que acudir a un testamento abierto es "evidentemente" innecesario. "En la actualidad existen avances tecnológicos y otro tipo de medidas que permiten suplir la imposibilidad de leer y escribir", anotó la Corte.
Por último, el alto tribunal elevó un nuevo exhorto al Congreso, con el fin de "que ajuste el régimen notarial con miras a asegurar los derechos de las personas que no saben leer ni escribir al momento de otorgar un testamento". Es decir, el legislativo debe cambiar las leyes que reglamentan a las Notarías.
Mientras el Congreso no tramite algún tipo de nueva legislación, la Superintendencia de Notariado y Registro, por orden de la Corte, deberá impartir "directrices para orientar el ejercicio de la actividad notarial cuando una persona que no sabe leer ni escribir decida otorgar un testamento".