El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, convocó a la academia, expertos en biodiversidad, el Sistema Nacional Ambiental, organizaciones internacionales y exministros, para analizar el estado actual de los hipopótamos en el país y tomar decisiones frente a este fenómeno.
La convocatoria del Comité Técnico Nacional de Especies Introducidas y/o Trasplantadas Invasoras tendrá que definir la declaratoria de esta especie como invasora, tras el análisis de riesgos de invasión para Colombia realizado por el Instituto Alexander von Humboldt y el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional.
Estudio determinó que los hipopótamos, una especie que fue introducida a Colombia hace más de 40 años y ha migrado del Magdalena Medio a la Depresión Momposina, representan una amenaza para especies nativas como el manatí, así como para los ecosistemas estratégicos del país.
El estudio señala que en la actualidad existen 133 ejemplares en el territorio colombiano y que su tasa de crecimiento es mayor a la registrada en África, dado que no hay controladores naturales que detengan su reproducción.
Al respecto, el ministro Correa aseguró que el estudio permitió identificar las afectaciones a los ecosistemas, las áreas protegidas, la fauna y también la amenaza a la población que habita en las riberas del río Magdalena.
“Los resultados fueron importantes, porque pudimos compartir información con base en el conocimiento científico y no como se venía haciendo anteriormente con base en lo que se pensaba. La primera decisión es que estaremos convocando al Comité Técnico Nacional de Especies Introducidas y/o Trasplantadas Invasoras para que ellos puedan decidir sobre si el hipopótamo es o no una especie invasora, esto es un hito muy importante para poder tener un plan de acción inmediato. Tenemos que actuar ya”, expresó el ministro.
De acuerdo con Hernando García, director del Instituto Alexander von Humboldt, “de los 44 individuos medidos en siete sitios, el 48 % corresponde a crías o juveniles que se sumarán a la base reproductiva ya existente (30 % de individuos) en los próximos tres años. Asimismo, el 23 % de los individuos correspondieron a subadultos que se sumarán a la base reproductiva en el siguiente año”.
Según estas proyecciones, al año 2030 existirían alrededor de 434 individuos, lo que representa una alta amenaza para el mantenimiento de ecosistemas y especies propias de la biodiversidad colombiana, teniendo en cuenta que es una población en rápido crecimiento, con tasas superiores al 14 %.
El estudio reveló que existen tres grupos poblacionales conformados por cuatro a 35 individuos, los cuales se concentran en Doradal, Río Cocorná e Isla del Silencio (río Magdalena entre Puerto Triunfo y Puerto Boyacá); en el resto de las áreas estudiadas predominan grupos familiares conformados por dos a cuatro individuos en pareja de adultos o familias con una o dos crías.
¿Qué opinan del estudio?
Manuel Rodríguez Becerra, docente emérito de la Universidad de los Andes y exministro de Ambiente, reconoció que se ha avanzado mucho en el conocimiento sobre cuáles son los impactos que puede tener no tomar decisiones definitivas para manejar el problema.
“En este informe nos quedó claro que esta especie debe ser declarada, en primer lugar, como una especie invasora peligrosa y, en segundo lugar, hacer un plan de manejo que incluye diferentes tipos de medidas que por ahora no se han abordado, es un menú largo. Quedó demostrada la gran capacidad que tiene el Sistema Nacional Ambiental de diagnosticar un problema con la mejor ciencia y buscar soluciones al mismo”.
Entre tanto, el director de la Red Latinoamericana sobre cambio climático Klimaforum Latinoamérica Network (KLN), Manuel Guzmán, resaltó que ambientalistas, científicos y académicos estén alrededor de una decisión que afecta a todos. “Hemos sido invadidos por una especie de hipopótamos que no corresponde a nuestra fauna y está causando enormes problemas a nuestros ecosistemas, hay la necesidad de tomar una decisión; esa decisión si se toma basada en un informe científico y, afortunadamente en Colombia tenemos toda la capacidad científica para saber lo que hay que hacer, es un buen precedente para las decisiones de política pública en Colombia”.
Por su parte, el director del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, Gonzalo Andrade, indicó que lo más importante es el resultado del trabajo de los investigadores, quienes tomaron la información directamente en campo, confirmando datos sobre lo que está pasando con el hipopótamo en Colombia.
“Con datos científicos y técnicos se pueden tomar las decisiones con un respaldo científico. Entre las conclusiones importantes de la reunión está crear una mesa de bioética, realizar un foro público con los expertos a través del Foro Nacional Ambiental y trabajar en temas de divulgación y difusión de los resultados del proyecto”.
Así mismo, la rectora de la Universidad EAN, Brigitte Baptiste, manifestó que lo más importante es trazar un camino que sea jurídicamente válido, que sea políticamente robusto, que sea socialmente aceptable.
“Muy importante que la academia ayude a transmitir el mensaje de la naturaleza del problema, porque estamos enfrentando una invasión de hipopótamos, en primer lugar, y cuáles son las implicaciones que tiene una situación como esta, porque no estamos hablando del pez león, no estamos hablando del retamo espinoso, estamos hablando de un mamífero de 50 a 100 toneladas que se está reproduciendo rápidamente en el Magdalena Medio, causando unos problemas económicos, sociales y ecológicos gigantescos; entonces la academia tiene que explicarle al país de qué se trata el problema, cuáles son los riesgos que estamos corriendo y cuáles son las alternativas para solucionar esta situación”.
El ministro Correa confirmó que los resultados de este estudio serán socializados a través de diferentes espacios académicos y mesas de trabajo en diferentes regiones del país, con la participación de las comunidades, para que todos conozcan el problema y cuáles son las posibles soluciones.