La playa Bobalito, ubicada en la vereda Lechugal, a 30 kilómetros de la cabecera municipal de Necoclí (Antioquia), dentro del área protegida como Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) en la jurisdicción de Urabá, es reconocida por ser el sitio privilegiado para el desove de cuatro especies de tortugas marinas.
Allí, en 2009, por iniciativa de la comunidad se conformó la Asociación de Conservación Ambiental y Ecoturismo - Acaetur, la cual viene operando de forma legal desde el 2012 y es integrada por 22 personas asociadas, de las cuales 10 están capacitadas para la protección en el manejo y cuidado técnico de las tortugas.
“Nosotros emprendimos un proyecto e iniciativa de conservación de tortugas en el 2009, donde dejamos de ser cazadores de tortugas a ser conservadores; nosotros en todas esas décadas de depredación casábamos la tortugas verde y consumíamos la carey, porque no teníamos esa experiencia ni ese conocimiento para identificar las especies; después de estar en el proceso de conservación, empezamos un proceso empíricamente por iniciativa propia de la comunidad”, así lo expresó Néstor Sánchez, representante legal de Acaetur.
En sus inicios, los integrantes de la asociación trabajaron de forma empírica en la conservación del medio ambiente y el cuidado de las tortugas, hasta que Corpourabá llegó a tomar parte del proyecto para hacer el diagnóstico de la playa; de esta forma asignó recursos para dos personas, quienes se encargaban de hacer el análisis de la playa y así realizar la identificación del tipo de tortugas que llegaban a Bobalito.
Al siguiente año de labores las entidades vieron la importancia de la playa y aumentaron la asignación de los recursos para continuar con este importante proceso ambiental.
Según afirmó el representante legal Acaetur, “desde la fundación ‘Conservación Ambiente Colombia’ se nos brindaron en 2011 capacitaciones técnicas sobre el cuidado y manejo técnico de las tortugas marinas y, por medio de esta organización, viajamos tres personas a Costa Rica durante tres meses, donde recibimos capacitaciones para conservar estas especies”.
Bobalito cuenta con tres especies de tortugas marinas identificadas que anidan en la playa, y una cuarta que aún está en seguimiento, allí se pueden encontrar la tortuga caná (Dermochelys coriácia), la especie más grande de tortugas; también se encuentra la tortuga verde (chelonia midas), la segunda en tamaño; y está la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), la más afectada y que se encuentra en riesgo de extinción. Una cuarta especie que ha sido vista y que se sabe que llega a hacer el desove es la caretta caretta, de esta última solo se han encontrado los nidos y sus huellas, pero según los expertos, aún no se ha logrado apreciar una hembra desovando.
“Alrededor de la playa Bobalito viven seis comunidades, quienes hemos recibido capacitación por parte del SENA y Corpouraba sobre la conservación y protección del medio ambiente. Estas capacitaciones nos permiten tener un mejor manejo del territorio con la llegada de los turistas; además, realizamos la limpieza de la playa quitamos troncos, árboles y toda la basura, dejándola libre de objetos que impidan la llegada de las tortugas a su desove”, agregó Néstor Sánchez.
El desove de las tortugas tarda aproximadamente ocho meses, la temporada inicia en el mes de marzo con la llegada de las tortugas caná, y en los meses de abril y mayo llegan las demás especies a hacer su anidamiento.