Este miércoles se conoció del asesinato de una mujer en Afganistán por parte de los talibanes, en pleno espacio público, por no llevar puesta una burka, prenda de vestir que obligan a usar a las mujeres musulmanas.
La mujer fue asesinada en la provincia de Takhar y, en imágenes difundidas por la cadena Fox News, se ve su cuerpo tirado en el piso rodeado por familiares y algunas personas que transitaban por el lugar, perturbados por el acto perpetrado por fuerzas talibanes.
Según información preliminar, la mujer, que llevaba ropa colorida, se habría negado a usar la prenda para cubrir su rostro y cabello, por lo que fue ultimada por hombres de este grupo extremista.
El hecho se dio en el mismo día en que Suhail Shaheen, un portavoz del movimiento en Doha, dijo a la cadena británica Sky News que “las mujeres no estarán obligadas a usar obligatoriamente burka” y que por el contrario “respetarían sus derechos bajo la doctrina islamista”.
Preocupación de la comunidad internacional
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos dijeron este miércoles que están "profundamente preocupados" por la situación de las mujeres en Afganistán e instaron a los talibanes a evitar "discriminaciones y abusos" y a garantizar sus derechos.
"Estamos profundamente preocupados por las mujeres y las niñas de Afganistán, por su derecho a la educación, al trabajo y a la libertad de circulación", indica un comunicado firmado además por otros 18 países, entre ellos Brasil, Guatemala, Australia, Suiza y Canadá.
"Pedimos a quienes ostentan el poder y a todas las autoridades afganas que garanticen su protección", agrega.
"Las mujeres afganas, como todos los ciudadanos de ese país, merecen vivir con seguridad y dignidad. Las discriminaciones y abusos deben evitarse", insiste la declaración.
La comunidad internacional está "lista para asistir (a las mujeres del país) para que sus voces sean escuchadas", explican.
"Vigilaremos de cerca la forma en que cualquier futuro gobierno garantizará los derechos y las libertades que se han convertido en una parte inalienable de la vida de mujeres y niñas de Afganistán en los últimos 20 años", concluye el texto.
Cuando los talibanes ostentaron el poder entre 1996 y 2001, las mujeres no podían salir de casa sin un acompañante masculino. Tampoco podían trabajar y las niñas no iban a la escuela. Quienes eran acusadas de adulterio eran azotadas y lapidadas hasta la muerte.