Vivir el sueño americano sigue siendo el gran deseo de miles de migrantes que, mes a mes, dejan sus países para cruzar la selva del Darién y llegar hasta los Estados Unidos.
Sin embargo, el crecimiento de personas que arriesgan sus vidas a diario, al transitar la frontera entre Panamá y Colombia, ha batido récord, así lo confirma la subdirectora de Migración de Panamá, Maria Isabel Saravia.
La funcionaria informó en una rueda de prensa que hasta el 30 de julio han cruzado caminando 248.901 migrantes, número que superó la cantidad total del año pasado.
‘‘Este año han ingresado 617 personas más que en todo 2022. Del total, el 21% son niños, niñas y adolescentes, de los cuales, la mitad tiene cinco años o menos’’, manifestó Saravia.
El reporte entregado por el Ministerio de Seguridad Pública del Gobierno panameño indica que, en lo que va corrido del año, la mayoría de migrantes son de origen venezolano (136.650), seguidos de los ecuatorianos (34.357), haitianos (34.082), colombianos (8.183) entre otros.
Debido a estas cifras, la funcionaria ha hecho un llamado a los gobiernos de otros países para atender dicha problemática, pues asegura que ante esta crisis humanitaria ‘Panamá no puede solo’.
"Desde Panamá hacemos un llamado de atención, si bien migrar es un derecho humano no es digno hacerlo en las condiciones que prestan este tipo de realidades", agregó Saravia.
Y es que, cruzar las espesas selvas del Darién no es difícil solo por sus condiciones geográficas, sino porque quienes se embarcan en esta travesía se exponen al peligro de encontrarse con animales salvajes, ríos caudalosos y criminales que les roban, extorsionan o incluso, acaban con sus vidas.
Es por esta razón que, la subdirectora de Migración, ha hecho un llamado a la ‘‘comunidad internacional para atender las causas de esta movilidad’’.